Carlos Herrera y el gobernador Guerrero Mier, no pudieron imponerse

Ismael Hernández Deras, derrotó al cacique
gomezpalatino Carlos Herrera Araluce

Con apoyo económico de Elba Esther Gordillo y un grupo de gobernadores,
entre ellos, Enrique Martínez y Martínez y Natividad González Parás.

 

El 14 de diciembre de 2003,el gobernador de Durango, Ángel Sergio Guerrero Mier y su aliado de último momento, el autoritario gomezpalatino, Carlos Herrera Araluce, fueron derrotados en la contienda interna del PRI.
El senador Ismael Hernández Deras, se quedó con la nominación a la gubernatura, pese a los deseo de ambos caciques.
Con política de entuertos, Guerrero Mier, pretendió esconder, hasta el último momento, sus preferencias nominativas. Su táctica confundió a sus propios candidatos. Ni Jesús Monarrez Rincón, Adrián Alanís Quiñónez y Ulises Adame de León, sabían que estaba pasando con el dedazo.
Lejos de señalar; el índice autocrático adquirió tic de limpiaparabrisas.
Estas dubitaciones, las aprovechó a plenitud Maximiliano Silerio Esparza, verdadero ganador de la contienda mediante su alfil.
Ismael Alfredo Hernández Deras, es parte de la camarilla del madracista ex gobernador del estado. Pese a ello, consiguió el apoyo político y económico de Elba Esther Gordillo. La líder magisterial persuadió personalmente a los gobernadores de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila – enemigos de su enemigo, Roberto Madrazo – mismos que sostuvieron con dinero, la causa de Hernández Deras.
Tomás Yarrington, Natividad González Parás y Enrique Martínez y Martínez, acoplaron ambiciones y entregaron a Ismael Alfredo Hernández, 20 millones de pesos para la campaña.
Sin estos fondos, Ismael jamás habría ganado, dice gente de su equipo; confirmando la confesión de uno de los precandidatos.
Con avituallamiento suficiente, Ismael Hernández Deras, desplegó publicidad en los medios electrónicos, medios impresos, pintó bardas, emplazó espectaculares y repartió trípticos, en menos de un mes. Movió a su gente de confianza por todo el estado, con el empresa de comprar la voluntad de los delegados a la convención estatal priísta, realizada el pasado 14 de diciembre del 2003.
Con la seguridad que dan los billetes, Hernández Deras, blofeó con una imaginaria fortaleza en el centro del país.
Convenció a su hermanastro político , José Rosas Aizpuro, alcalde de Durango, de sumarse a la candidatura. Además, lo obligó a deshacer el pacto que mantenía con el derrotado cacique gomezpalatino, Carlos Herrera Araluce. Componenda que al ex alcalde costó 2 millones de pesos.
Todo esto, más los amarres políticos de su jefe, el madracista Maximiliano Silerio Esparza, sirvieron para que Ismael Alfredo Hernández, consiguiera la mayoría en la convención estatal partidista; que una semana antes, dudaba ganar.

Por Juan Monrreal López.

Durango, Dgo.- Ángel Sergio Guerrero Mier, es un priísta hasta la médula del hueso. No en balde dedicó la mayor parte de su vida a realizar chapuzas electorales a favor del PRI, en cuando menos 25 estados de la República. La gubernatura de Durango fue el premio a tanta trapacería electoral.
Para este gobernador incapaz, la importancia primera fue buscar quien garantizara el triunfo al PRI en las próximas elecciones del 4 de julio de 2004. Los problemas crónicos del estado – la migración rampante en los pueblos, el crecimiento del desempleo abierto, el deterioro del sector agropecuario, el crecimiento del narcotráfico a gran escala y el narcomenudeo en todo el estado, así como el establecimiento de importantes jefes de los carteles de la droga en la entidad, solo por citar algunos – pueden esperar, como han esperado por tanto años.
Por tal motivo, Ángel Sergio Guerrero Mier, pensó en un primer momento, aliarse con Carlos Herrera.
Así se lo hizo saber.

El terror y palos de ciego, la estrategia herrerista.

Sin estrategia política, “solo con palos de ciego” y apoyado en el terror que infunde, el ex alcalde gomezpalatino, creyó irreversible la determinación de Guerrero Mier.
En una larga cadena de errores – prepotente al fin- los desatinos políticos del ex presidente municipal, terminaron hundiéndolo, hasta perder el nombramiento priísta a la gubernatura.
Primero, durante agosto, en la Convención nacional cenecista, efectuada en Gómez Palacio “ Herrera Araluce, desafió el poder del gobernador y quiso auto destaparse como candidato del PRI, a la gubernatura”.
Había ganado, la diputación federal por el distrito federal 02 de Durango, por un margen de 32 000 votos; sufragios que interpretó de manera torcida.
Con estas cartas, Herrera Araluce, se presentó a la Convención cenecista, preparado con un discurso para la ocasión; sólo que Guerrero Mier, impidió que el jefe del clan de Gómez Palacio, diera lectura al mensaje.
El ex alcalde fue sentado en el evento, al lado de su enemigo político, Maximiliano Silerio Esparza, signo que el ahora perdedor, nunca entendió.
Con este gesto, Guerrero Mier, confirmó quien mandaba en el estado.
Para un individuo como Herrera Araluce, que percibe la política como coraje personal, lejos de amilanarlo, decidió seguir su desafío abierto, contra el huésped del Palacio de Zambrano.

La ruptura del los tiempos del PRI estatal

Molesto por no pronunciar su pieza oratoria, Carlos Herrera, preparó una rueda de prensa, para auto destaparse como precandidato a gobernar Durango, a pesar de que Guerrero Mier, quiso impedirlo.
Lleno, hasta los topes de megalomanía, se presentó el 10 de septiembre de 2003, en uno de los salones del Hotel Vizcaya de la capital estatal. Allí, con su característico y corto lenguaje, insultó a la clase política del estado y manejó la sobada bandera de la necesidad de un gobernador lagunero, aunque él no sea originario de la Laguna.
Saturado de rencores, trajo a colación sus inquinas contra Ismael Hernández Deras. Previamente, había sostenido una ríspida reunión con él, ante la presencia del presidente del PRI estatal, Gustavo Lugo Espinosa, mismo que nada pudo hacer, para que los gritos y amenazas de ambos aspirantes se desbordaran.
Las imputaciones oscilaron desde las “mariconerías hasta las relaciones con el narcotráfico”.
El propio 10 de septiembre a mediodía, Guerrero Mier, fue entrevistado saliendo del Palacio de Zambrano. A pregunta expresa acerca de la rueda de prensa que Herrera Araluce, se encontraba ofreciendo en el hotel Vizcaya, respondió visiblemente molesto “ es una decisión personal, la responsabilidad es personal”.
Se le inquirió nuevamente que este evento, estaba rompiendo los tiempos del PRI – que había determinado lanzar su convocatoria el 30 de septiembre, es decir, veinte días después de la rueda de prensa del ex alcalde – Guerrero Mier, volvió a responder molesto “ es su responsabilidad”.

Segunda ruptura

Obligados por los desplantes herreristas, Guerrero Mier y el delegado del CEN del PRI, Ernesto Meade; se sacaron de la manga pasear a los 7 precandidatos por las pasarelas regionales del estado. La intención era contener los ánimos priístas que amenazaban desbordarse, azuzados por la filtración de confidencias que los propios precandidatos manejaban.
Cuando llegó el 20 de septiembre, los siete precandidatos se presentaron en el auditorio Ángel Sergio Guerrero Mier de Gómez Palacio. Por cierto, según el propio Carlos Herrera, el inmueble, lo había regalado al PRI municipal, en marzo del 2003. A finales de octubre, cuando sintió que no sería favorecido por el dedo de Guerrero Mier, su hija la alcaldesa Leticia Herera, desmintió la donación al declarar que “ el municipio comprará este inmueble para hacer un teatro del pueblo”.
Allí, en el local que algún día fue cine Continental, ese 20 de septiembre, un desafiante Herrera Araluce hizo notorias las discrepancias con los otros precandidatos, a quienes bautizó desde “ pinches pobres” hasta “maricones”.
Previo al evento, en el hotel Villa Jardín, propiedad de Carlos Herrera, Ernesto Meade había declarado a los medios que “ no hay dados cargados”… “ Hasta marzo, es la fecha fatal” que el partido dirá quien será el candidato.
Solo que el proceso ya estaba en ebullición.
La prensa duranguense hablaba de renuncias a la pre candidatura de Carlos Herrera. A su vez, periodistas oficiosos de la Laguna , hacían lo propio con la supuesta renuncia de Ismael Hernández Deras.
En esas fechas, las notas publicadas a nivel nacional acerca de las detenciones de miembros del cartel de ciudad Juárez en Gómez Palacio, reavivaron las contradicciones entre Guerrero Mier y el ex alcalde gomezpalatino.
Desde noviembre de 2002, Guerrero Mier, había recomendado a Herrera Araluce, evadir el tema de las supuestas relaciones con el narco, así como la detención de su hijo, Ernesto Herrera Ale – en ese entonces presidente de la Cruz Roja – por la Agencia federal de investigaciones.
En ese ambiente, el discurso de Carlos Herrera en el recinto Ángel Sergio Guerrero Mier, de Gómez Palacio, encresparon aun más la relación entre estos dos aliados de último momento.
En el discurso del ex alcalde las amenazas fueron su columna vertebral. Las intimidaciones, menos que veladas hacia Ismael Hernández Deras, llegaron hasta “ en el PRI, si hay un culero que se quiera ir, le partimos su madre” .
Dos meses después, esta sentencia es la que amarra a este ex precandidato, a las filas del tricolor. Porque como el mismo declaró cuando sentía la candidatura en la bolsa “ ni en la cama me volteo” .

La convocatoria

Ángel Sergio Guerrero Mier, es un fósil de la política priísta. Acostumbrado a delinquir electoralmente, su concepción de la democracia no rebasa el ámbito del albur. Con este espíritu, fue estructurada la convocatoria del PRI, para ser candidato a la gubernatura.
El 4 de noviembre, el anuncio del registro para el evento, apareció en casi todos los medios duranguenses. Más que una convocatoria, parecía una invitación a un programa de rifas.
El mérito para ser delegado a la Convención estatal priísta era simplemente ser insaculado. Un sorteo definiría quien sería delegado. Simplemente había que registrarse y esperar la “suerte”.
Con toda su experiencia antidemocrática, Guerrero Mier, pensó tener controlado el proceso. El solo barajó y repartió los naipes de “ la democracia duranguense”. Sin embargo, al final de la contienda, los resultados dijeron que perdió.
La convocatoria amañada, no fue suficiente para imponer a su precandidato favorito, en ese momento, el senador Adrián Alanís Quiñónez. A quien por cierto, placeó junto a Ismael Hernández Deras, en la Convención nacional de gobernadores, celebrada a finales de octubre en la capital del estado.
En resumen, el dictado del PRI ordenaba que 1500 delegados, reunidos el 14 de diciembre de 2003, decidirían quien sería su candidato. Guerrero Mier, fijó 750 para los sectores, incluído el Consejo político estatal; así como 750 representantes para la estructura territorial del partido a nivel municipal.
Según las cuentas, Guerrero Mier, tenía ya el 50 por ciento más uno de los acreditados. Pero los cálculos le fallaron ante las ambiciones de los precandidatos y la timoratez de sus propios aspirantes.
Al final del proceso, Maximiliano Silerio y su alfil Ismael Hernández, pudieron más.

Los precandidatos

Al principio de la contienda, hubo siete precandidatos. Los bandos se dividieron en tres fuerzas. Ángel Sergio Guerrero Mier; lanzó a la contienda a sus representantes populares federales, que habían servido en su gabinete. El senador Adrián Alanís Quiñónez, los diputados federales, Jesús Monárrez Rincón y Ulises Adame de León.
En cambio, Maximiliano Silerio Esparza, registró al senador Ismael Hernández Deras, al alcalde de la ciudad de Durango, José Rosas Aispuro, y al ex diputado federal, Samuel Aguilar Solís, miembro del CEN priísta en el área de relaciones internacionales.
Por su parte, solo, como el llanero solitario, Carlos Herrera Araluce “ quien no entiende de estrategias políticas” se lanzó al ruedo, pensando que con baladronadas y dinero, se alzaría con la candidatura.
Por eso “ tanta agresión contra los otros precandidatos y Roberto Madrazo”.
Un elemento común reunieron los bloques de aspirantes, aparecía un lagunero por bando, solo que siempre fueron los aspirantes con menos posibilidades.
Los intereses de Guerrero Mier, como los de Silerio Esparza, se encuentran fuera de la Laguna ; región que aporta más del 45 por ciento de los votos y casi el 50 por ciento del valor de la producción estatal.
Ulises Adame de León y Samuel Aguilar Solís, no representan más fuerza política que la de sus cercanos, por cierto, cada vez más escasos.
Así fue como se articularon las fuerzas. Por eso, hasta el último momento, Ángel Sergio Guerrero Mier, decidió aliarse a Carlos Herrera Araluce, con el propósito de impedir que Maximiliano Silerio Esparza, siga conservando el control político del estado. Pero fue tarde.

El narcotráfico me ofreció dinero: precandidato

Justo al lado de la ventana de un restaurante, un precandidato me confía “el narco me ofreció dinero para mi campaña, pero tuve miedo, por eso no acepté”. Esto no es raro en la política mexicana, la noticia es que ahora se ofrezca apoyar directamente con efectivo de esta actividad, a los hombres que buscan el poder.
Si como este aspirante dice, rechazó este clase de soporte, de ninguna manera puede asegurarse que los otros pre candidatos, no recibieran propuestas de este tipo. Mas aun, que las hayan rechazado.
A nivel nacional, Durango es conocido como zona de estancia de los jefes de los carteles de la droga más fuertes. Junto con esto, se sabe del crecimiento desmesurado de las llamadas “ tienditas” expendeduría de drogas, sin que el gobierno del estado actúe. Un dato; solo en el centro de la ciudad de Durango existen más de 150 “tienditas”. Mientras tanto, en Gómez Palacio, existen más de 200 estancos, números que sin duda indican que la corrupción policíaca es grave; pero también, que el hampa de la droga, ha trabado lazos imbricados con el mundo político.
Por otra parte, desde que Maximiliano Silerio Esparza fue candidato y después gobernador del estado, nunca desmintió la información que lo presentó como el jefe de jefes de los carteles de la droga serranos. De hecho, los priístas que confían a este reportero, hablan que la confrontación de Silerio Esparza con Carlos Herrera, es por las enconadas disputas para controlar el narcotráfico en todo el estado. “ Pero – dice deslindándose – mi relación con ellos es política y del partido”. “ Mire, la nominación de Ismael Hernández no solo es el triunfo político de Maximiliano Silerio, es la victoria de los carteles serranos, de las quebradas y de la capital del estado sobre las pandillas del cartel de Juárez”.

La convención priísta

Los resultados de la Convención priísta estaban resueltos de antemano. El peso político de los precandidatos sileristas, decía de que lado se encontraban los delegados.
“ Además, Carlos Herrera mantuvo una estrategia -si es que así se le puede llamar – basada en el terror. En realidad hubo palos de ciego. Cuestiones tan simples de no ver que los delegados se habían prostítuido – pidiendo quien daba más por su voto – explican que la derrota iba a llegar. Además, siempre presumió que el mantenía el control en la Laguna , pero por ejemplo, aquí mismo en Gómez Palacio, el sector campesino le volteó la espalda. El Vergel , Pastor Rouaix, por solo nombrar algunos, votaron por Ismael. Municipios completos como Mapimí, Tlahualilo, votaron contra Carlos Herrera. Pero eso no fue todo. Se peleó con los medios. Su asesor, Sergio Uribe – director de comunicación social de la presidencia municipal – nunca pudo hacer algo que sirviera a Carlos Herrera. Por eso perdimos, no si gastó o no, los 35 millones de dólares que dijo que traía para la campaña interna” dice resignada una líder cercana al ex alcalde gomezpalatino.
Otro dirigente dice “ Don Carlos no sabe de estrategias. No tiene asesores políticos. El sólo decide todo. Él sólo sabe ordenar. De cierta manera le apostó todo al terror, al miedo que le tienen y perdió. La gente de la Laguna , le cobró los agravios. Las mentadas de madre que siempre reparte, se las cobraron ahora que más le dolía”.
“Acabamos de reunirnos con él, se encuentra dolido, pero quiere mantener su lealtad al PRI, porque como el dijo, ni en la cama se voltea. Sin embargo, sigue sin escuchar. La orden ahora es ganar la alcaldía gomezpalatina, para Octaviano Rendón Arce – presidente de la gran comisión del Congreso del estado – y las diputaciones locales” .
Los resultados de la Convención ya se conocen. Ismael Hernández obtuvo 732 votos, contra 700 de Carlos Herrera. Doscientos sufragios menos del cacique gomezpalatino, que antes de la asamblea, dijo tener amarrados.

La celebración

Un sonriente Ismael Alfredo Hernández Deras, sube el 8 de enero, al estrado de la plazoleta del Cuarto Centenario. Lleno de gozo, apenas cabe en sí mismo. Su fisonomía contrasta con la del precandidato que se presentó en el auditorio Ángel Sergio Guerrero Mier, en Gómez Palacio, el no tan lejano 20 de septiembre del 2003. Ahora es el candidato oficial del PRI, a la gubernatura del Durango.
Aliado con Elba Esther Gordillo y Roberto Madrazo, cruzó el tortuoso camino que impuso Ángel Sergio Guerrero Mier.
Con aliados como Enrique Martínez y Martínez, Tomás Yarrington Ruvalcaba y Natividad González Parás, enemigos de Roberto Madrazo, consiguió 20 millones de pesos, para su campaña.
Además, se dejó asesorar por el delincuente sin sentencia Enrique Martínez y Martínez. Adoptó el color morado para su campaña, al igual que el autócrata coahuilense, en la contienda interna del PRI, hace 5 años. Como quiera que sea, el que paga, alguna influencia tiene.
La estrategia de su tutor político, el madracista Maximiliano Silerio Esparza, resultó. Consiguió diluir las fuerzas contrarias y concentrar las propias.
Con este proceso, el grupo Silerio Esparza, demostró que es el ex mandatario estatal más fuerte. De hecho, representa uno de las poderes políticos más importantes del estado.
Y mientras Ismael Hernández Deras, daba rienda suelta a su gozo arriba del estrado, Carlos Herrera Araluce, quien según sus propias palabras, ni en la calma se voltea, nunca apareció por el evento de toma de protesta, llamado de la unidad.
Al mismo tiempo, un desenfadado Maximiliano Silerio Esparza, se toma la libertad de instruir al candidato de cómo rendir protesta ante un Roberto Madrazo, sonriente; en tanto, Guerrero Mier, escucha desde sus oficinas, justo enfrente del evento en la plaza del Cuarto Centenario, la protesta del alfil de su rival político y con ello, el jaque mate a su incompetencia política- administrativa de estos cinco años de gobierno gris.

 

[email protected]
[email protected]

 

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here