Por jugar a las vencidas con Vicente Fox y Roberto Madrazo
El ocaso del grupo de Carlos Herrera Araluce


Por Juan Monrreal López

Febrero de 2003

Jugarle a las vencidas a Vicente Fox, está saliéndole muy caro, a quien durante los últimos siete años, ha dominado la vida política de este municipio. Corrían los últimos días de las campañas presidenciales de julio de 2000. Carlos Herrera Araluce, entonces alcalde de este ayuntamiento, ordenó que Vicente Fox no pisara esta ciudad. Sus inclinaciones priístas, pero sobre todo su proclividad hacia Francisco Labastida, hicieron que en un arrebato, diera la orden a sus colaboradores de cerrarle el paso a Vicente Fox. La consigna fue que el candidato del PAN, no se parara en la ciudad. Las encuestas nacionales, no importaban, así en las mismas, apareciera el aspirante blanquiazul por encima del candidato tricolor. Para el entonces alcalde Carlos Herrera, la única correlación de fuerzas importante era la de este municipio.
Efectivamente, Vicente Fox no pisó la ciudad. Para infortunio del entonces gobernante, el hombre de las botas ganó la presidencia de la República. Desde aquel momento, el destino de este grupo se selló. Ahora, acorralados por el poder federal y el madracismo, solo capotean su ruina; pese a que plumas pagadas, se presten a justificar su decadencia.

Gómez Palacio, Durango.- EL 15 de enero, Carlos Herrera Araluce , anunció su retiro de la presidencia del comité municipal del PRI en Gómez Palacio, Durango. En realidad no es una sorpresa, ya era esperada esta decisión.
Luego de un largo año de señalamientos en contra de su comportamiento político y cívico, el padre del labastidismo en esta ciudad, está a punto de abandonar la vida pública.
Señalado como presunto narcotraficante, en la página Web de la agencia de noticias APRO, a finales de noviembre de 2002, en un texto del reportero Ricardo Ravelo, aceleraron las versiones del retiro de le escena pública de este factotum de la política gomezpalatina y duranguense. Versión confirmada por las airadas protestas en sendas ruedas de prensa, a la par de la amenaza de demandar al reportero del semanario por intento de extorsión.
A nivel local, las reacciones “en corto” de miembros de los partidos de oposición, ciudadanos, empresarios e incluso militantes del propio PRI, externaron una felicidad imposible de volverla pública. En menos de sesenta días de la divulgación de aquel artículo, el auto llamado “cacique involuntario” se encuentra al borde de la jubilación política; escenario que numerosos ciudadanos desean, pero temen pronunciar públicamente.

La Historia

Carlos Herrera Araluce, asumió por primera vez la alcaldía de Gómez Palacio, en el lejano 1974. De aquellos días se recuerda la mano dura con la que quiso tratar a las organizaciones sociales y populares.
El enfrentamiento con los ciudadanos de la colonia de posesionarios, Ricardo Flores Magón, retrató a la perfección, que tipo de política administrativa se aplicaría en aquél trienio.
El último día de enero de 1975, los colonos de esa zona demandaron agua para su asentamiento. Como respuesta a su petición, recibieron gases lacrimógenos, golpes para todos, sin importar sexo, ni edad. Por eso, niños, señoras, ancianos y hombres, fueron tundidos a golpes al interior del edificio del Ayuntamiento.
Después de treinta días de acoso y persecuciones contra los colonos, Carlos Herrera Araluce cedió. Aquel capítulo quedó cerrado.
Ese sería el prólogo de muchos enfrentamientos que vendrían con otros actores sociales.
A partir de entonces, las nominaciones de candidatos a las alcaldías laguneras, así como a las diputaciones locales, diputaciones federales, senadurías e incluso las propias gubernaturas, necesitaban contar con el apoyo de Herrera Araluce – nos financiaba gran parte de la campaña, confiesa un ex beneficiario – y lo cobraban, siempre y cuando los futuros representantes populares se pusieran a sus órdenes.
Luego heredó la alcaldía a su compadre Régulo Esquivel Gámez – quien descubrió en el periodismo, una gran fuente de impunidad; por eso se hizo de la dirección del periódico Noticias del Sol de la Laguna, de la cadena de los soles de los hermanos Vázquez Raña. En aquellos días Esquivel Gámez contó con suerte; la futura alcaldesa Juana Leticia Herrera, no podía asumir en ese entonces tal labor, pues era aún pequeña. Por eso, Régulo Esquivel, se quedó con la presidencia municipal como si fuera uno de casa.
En 1998, Herrera Araluce regresó a la alcaldía, período donde se privilegió sobradamente a los priístas cercanos. Ejemplos sobran. Bastan citar los prototipos del síndico municipal Francisco Garza Espino. Sin rubor – este diputado local actualmente- se apropió de la obra pública municipal mediante su constructora, EOPSA.
Con prestanombres, se agenció las construcciones con mayores presupuestos, pero además, las edificó con materiales de mala calidad. De nada valieron las quejas ciudadanas, como igual suerte corrieron los cuadratines de los medios, documentando tales anomalías.
En esta nueva ocasión, nuevamente premió a su compadre Régulo Esquivel Gámez – quien hizo balance entre los pesos y centavos que dejaba su dirección del periódico Noticias del Sol de la Laguna y el manejo presupuestal del Ayuntamiento- con la tesorería municipal. Obvio, abandonó la dirección del diario.
Más importante aun, Carlos Herrera Araluce, preparó el camino para que su hija Juana Leticia Herrera Ale, se hiciera de la presidencia municipal.

2002, año cero de la decadencia del clan

El de Gómez Palacio es ahora un pueblo atemorizado. Las historias que aquí corren en torno al clan Herrera Ale, caminan por catacumbas. Por eso, el reportaje de Ricardo Ravelo “ El narco todo lo toca en la Comarca Lagunera” ubicado primeramente el lunes 25 de noviembre en el servidor de Internet T1 MSN, causó gran revuelo.
Retirado alrededor de las ocho y media de la noche de la red electrónica, ese mismo día, la nota de la agencia de noticias Proceso hubiera desaparecido sin más, como muchas otras investigaciones periodísticas. Sólo que Carlos Herrera, se sintió agraviado por el contenido de esa redacción; asesorado e irreflexivo, decidió contraatacar.

El texto

Dividido en cuatro partes, el reportaje de Ricardo Ravelo, puso otra vez en la escena pública, operaciones delictivas del narcotráfico en la Laguna, juntamente con sus protagonistas.
A decir verdad, esto no es nuevo. Basta hacer memoria para recordar las operaciones comerciales y roce social que aquí mantuvo, Rafael Aguilar Guajardo.
En ese entonces, muchas “buenas conciencias” empresariales se rasgaron las vestiduras. Sólo que los hechos de la terca realidad, apagaron rápidamente las declaraciones artificiosas de comerciantes y empresarios. Los documentos, fotografías y empresas donde “familias de la alta sociedad” aparecieron como socios de este capo ya extinto: funcionaron como extintores de los vociferantes empresarios convertidos en defensores de oficio.
En el caso de Carlos Herrera Araluce, el reportero del semanario proceso, entrevistó directamente a este polémico empresario, acerca de sus probables ligas con el tráfico ilegal de estupefacientes, como también acerca del operativo llevado e cabo en la colonia las Rosas, de donde es avecindado.
El interés del periodista, estribaba en dilucidar si en la operación de las AFI en ese sector habitacional, efectivamente detuvieron a su hijo, Ernesto Herrera, quien a decir de fuentes de este reportero fue liberado un día después de que fue interrogado. Lo cierto es que desde le operativo del 13 de septiembre, Ernesto Herrera Ale, no aparece en público.
Antes de estos acontecimientos, al hijo del auto llamado “ cacique involuntario” se le veía orondo en los operativos del grupo de reacción inmediata ( GORI ) pese a no ser autoridad policíaca. Su función pública es ocupar la presidencia de la Cruz Roja gomezpalatina.

Las respuestas del ex alcalde

En casi todos los medios laguneros está impreso o grabado, cuando menos en alguna ocasión, la respuesta típica de este personaje gomezpalatino cuando quiere evadir algún tema: “ yo no sé, apenas si llegué hasta tercero de primaria”.
Pero en la entrevista sostenida con Ricardo Ravelo en el hotel Villa Jardín, dijo que : En el operativo de las AFI “ a mi no me aseguraron nada” ahora preparo mi campaña para alcanzar la diputación federal, luego “ voy a ser gobernador de mi
estado”.
“Aquí en Gómez Palacio, no se mueve una hoja si yo no lo ordeno” frase ante la que Ángel Sergio Guerrero Mier, gobernador del estado, guardó silencio.
Aunque Herrea Araluce reconoce que cada día es más difícil el proceso electoral – de hecho el PAN ganó el distrito electoral 02 con cabecera en esta ciudad – dice que el gobernador le ofreció la candidatura “ por que soy el único en garantizarle la victoria al PRI. Quizá no alcance la gubernatura, pero si le digo una cosa, voy a ser diputado”. Bueno esto fue a principios de noviembre del 2002.

La autodefensa: versiones contra el reportero Ricardo Ravelo

Para denigrar la veracidad del reportaje de Ricardo Ravelo, las versiones de la casa circularon utilizando al mundillo político, pero también a las teclas de las computadoras reporteriles.

Una de las primeras versiones fue que Ricardo Ravelo quiso extorsionar a Carlos Herrera, exigiéndole 500 mil pesos, para no publicar lo escrito. Versión que posteriormente el propio Herrera Araluce confirmó en rueda de prensa, donde abundó, “ el periodista de Proceso vino a tratar de llevarse algo de dinero, a centavear, y al negarnos a participar en este chantaje, se molestó y procedió en la forma que ya se sabe”.
Posteriormente, se difundió entre los periodistas que Ricardo Ravelo, ni siquiera estuvo conciente los días que permaneció en la Laguna, puesto que se entretuvo encerrado en una habitación del hotel Villa Jardín, entre copas y mujeres.
Ahora, con la llegada del 2003, la nueva versión que circula acerca del reportaje de Ricardo Ravelo, es que entre el semanario Proceso y Herrera Araluce, se concertó el “ataque periodístico” con el objetivo de hacer pasar como víctima a quien asegura, “seré diputado federal y después gobernador”. “ Don Carlos es muy inteligente, todo lo hizo para ganar simpatías “ me dice este par de reporteros.
Entrevistado vía telefónica, Ricardo Ravelo expresa que en la capital del país siguen esperando la demanda, que supuestamente Carlos Herrera Araluce tiene fincada ya en la ciudad de México, en contra de su persona y Proceso por presunta difamación. “ Esto es lo que en realidad está pasando”.

La fracasada auto defensa política de Carlos Herrera

La autodefensa política de Herrera Araluce, fue una parodia del corrido de Rosita Alvirez: nomás un mitin se dio.
Aun con la ira, el grupo herrerista convocó al mitin de la unidad campesina de la Laguna duranguense.
Invitados a una agasajo prenavideño, los campesinos avecindados en el distrito 02 que comprende los municipios de Gómez Palacio, Tlahualilo, Mapimí y Villa Hidalgo, fueron convocados para retratar el poder de quien dice que “ en Gómez Palacio, no se mueve una hoja sin mi permiso”. Y la verdad, aunque las hojas se movieron, los campesinos, no.
Con funcionarios municipales como coordinadores del evento – en Gómez Palacio las Leyes no cuentan- apenas si llegaron 800 personas al acontecimiento. Campesinos impostados por habitantes de las colonias populares, transportados desde las colonias Francisco Zarco, 5 de Mayo, Parque Hundido, el Refugio, entre otras, por Francisco de Santiago, conocido como el “tachis” apenas si sabían de que se trataba. Por cierto, “ el tachis” fue antiguo enemigo político de Herrera Araluce.
Sin vergüenza alguna, el síndico municipal, Manuel Solís Vázquez y su secretaria. El director de desarrollo social y reservas territoriales, Raúl Antonio Meraz. El área de comunicación social de la presidencia, Ramón Ramos y su director, a la vez, secretario particular de la alcaldesa, Juana Leticia Herrera de Lozano; pero también jefe de comunicación social del ayuntamiento y asesor de imagen, medios y enlace con personajes políticos Sergio Uribe; con desazón coordinaban el evento.
Ochocientos asistentes. Sesenta meseros. Televisores Lexus. Bicicletas. Platillos servidos con arroz, nopales, asado, chicharrón en salsa verde y frijoles, no lograron llenar los cuatro mil metros de la sala de exposiciones de la Expo Feria Gómez Palacio; regenteada por el esposo de la alcaldesa, Gerardo Lozano.
Del apoteósico evento que se esperaba, solo duró quince minutos, para el cacique involuntario. Quince eternos minutos, para alguien que como Carlos Herrera, ansiaba cuando menos 3000 asistentes.
Quince minutos bastaron para mostrar el declive de este hombre y su grupo; al margen de lo que se diga en los corrillos políticos.
Cobijado por una veintena de hombres, fue el calor humano que más cerca tuvo aquel día.

Otras versiones

Las baladronadas de Herrera Araluce en contra de Vicente Fox, tiene registro. Y en la política mexicana son origen de inquinas, de revanchas. Por ello, la entrevista con los misteriosos personajes a del gobierno federal a que hace alusión, el ex alcalde gomezpalatino, suenan creíbles.
“ Pero no son los motivos reales que maneja Carlos Herrera “ dice un dirigente municipal del PAN.
“ Sucede que el gobierno federal tiene un buen expediente de Carlos Herrera; además que siempre que pudo, insultó a Vicente Fox. Junto con todo esto, aquí en Gómez Palacio, siempre se dudó de tanta bonanza de esta familia. Súmele los excesos de poder que se han cometido en contra de ciudadanos y empresarios – como las venganzas en contra de nuestro ex candidato a la presidencia municipal, Boyardo Salmón Acosta, a quien acosaron en plena campaña electoral y una vez que Juana Leticia Herrera asumió la alcaldía – que encuentra; un personaje de los tiempos en que el PRI , hacía lo que deseara”
“ Mire, el sector empresarial de la ciudad, los industriales más fuertes, los miembros de las cámaras con mayores posibilidades de invertir, ven a este personaje como un estorbo para la ciudad. Modernizar a Gómez Palacio, no se va lograr con alcaldes con bat en mano, como él lo hizo. Tampoco con lloriqueos o simples pataletas como quiere gobernar la alcaldesa”.
“ Carlos Herrera ya va de salida… bueno es lo que más le conviene” sentencia este dirigente blanquiazul.

El ocaso de Carlos Herrera

“ Don Carlos, no se ha visto porque se localiza fuera de la ciudad” me dice este reportero, amigo de la familia Herrera Ale.
“Está preparándose para la contienda interna del PRI. La tiene ganada. Pero como quiere hacer un buen papel, se encuentra en un tratamiento médico de rutina”.
En realidad con el permiso solicitado por Carlos Herrera, para retirarse por cuatro meses de la dirección municipal del PRI, se especula que le instaron desde las propias oficinas de Ángel Sergio Guerrero Mier, que se aleje de la política. Carlos Herrera se confrontó al igual que con Vicente Fox, con el hoy dirigente nacional del PRI, Roberto Madrazo.
Enfrentado con estos dos poderosos personajes nacionales; requerido como se dice que lo fue, por la Agencia Federal de Investigaciones (AFI); sin el apoyo político de otros tiempos; a Carlos Herrera solo queda dejar la vida pública.
Al margen de que sea precandidato o no, a la diputación federal por el distrito duranguense 02; el ocaso de este grupo, ya llegó.

 

Publicado con autorización de la Revisa Demócrata Norte de México.

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