Destituyen a Alfonso Puebla Pérez
Sólo falta ejecutar la decisión

Valentín Cardona
12 de abril de 2003

A finales de enero del año que corre, el doctor Francisco Javier Sámano Guerra, secretario del Interior del Colegio Médico de México, elaboró un texto al que llamó “Yo no soy marinero.”
El escrito fue reproducido por Imagen Médica en la sección “La Voz de los Médicos” a principios del mes de febrero, días después, y de acuerdo con información proporcionada al reportero, Alfonso Puebla Pérez, presidente del Colegio Médico de México, “ofreció una disculpa” al secretario de Salud, Julio Frenk Mora, por el “contenido” del texto.
“Yo no soy marinero.” dice así:
— Terminamos el año confirmando nuestra sospecha, la que oportunamente denunciamos ante la Comisión de Salud de la Cámara de Senadores: la crisis del Sistema Nacional de Salud.
Lo ocurrido en el Hospital General de Comitán, Chiapas, pone al descubierto el resultado de décadas de iniquidad, de injusticia, de demagogia y de nuevo, de la maldita corrupción. Pero también exhibe el fracaso y la arrogancia de los dos años del gobierno del “cambio” (tanto estatal como federal), el de la cruzada por la calidad, el del arranque parejo, el del seguro popular.
Los 32 niños fallecidos son hoy las víctimas, no de nuestros éxitos, como gusta decir el secretario Frenk, sino de nuestro fracaso como sociedad. Habría que pedir cuentas, por no ir más lejos, de los multimillonarios recursos enviados al estado de Chiapas durante el sexenio de Ernesto Zedillo, cuando le tocó en turno a Albores gobernarlo.
Pero también deberá responder Pablo Salazar, si 24 meses no le fueron suficientes para reconocer el estado de emergencia sanitaria prevalente en la región e intentar tapar el pozo, ya ahogados los niños, clamando por créditos para edificar centros de salud.
¿Negligencia médica?… NO, negligencia de las autoridades federales y estatales. Pero, ¿quién habrá de juzgarlos y sentenciarlos?, ¿Cuál será su castigo?, ¿Dónde están la CONAMED, la Contraloría, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Secretaría de Gobernación?, por sólo mencionar algunos. Pero más importante aún, ¿dónde está la Secretaría de Salud?, ¿en dónde se encuentra el secretario Frenk?
También a finales de año, un incendio causado por el manejo clandestino de pólvora para fabricar cohetes en la ciudad puerto de Veracruz, originó la muerte de decenas de individuos, conmocionando a la sociedad entera. Mientras tanto, su insigne gobernador disfrutaba de unas vacaciones invernales en las montañas rocallosas en los Estados Unidos. Al presentarse en el lugar de los hechos, dos días después del terrible accidente y ser cuestionado por su ausencia, respondió categóricamente que él no era bombero.
¿ Qué responderá Julio Frenk por su ausencia?, ¿que él no es pediatra ni perinatólogo?
Nosotros contratamos a Fox y éste a su vez contrató a Frenk. Nosotros pagamos el sueldo de ambos. El doctor Frenk ahora desaira el compromiso sexenal que adquirió de trabajar en México, para los mexicanos.
El Presidente Fox le da permiso, con goce de sueldo, para que desatienda sus labores y compromisos con las mexicanas y los mexicanos, para que se lance en campaña en búsqueda de un nuevo trabajo fuera del País. Es obvio que Frenk tiene como prioridad su proyecto personal y su futuro individual por encima de los intereses sanitarios de México.
Muy su gusto, pero no tenemos por qué pagar el sueldo de quien no trabaja para nosotros. Fox debió haberle pedido su renuncia y buscar a un verdadero servidor público.
Mientras uno esquiaba en la nieve, como no es bombero, pero sobre todo porque NO es un servidor público, no encabezó, como le correspondía, las tareas que la situación demandaba. El otro, que tampoco es servidor público, pasea por el mundo, a nuestras costillas, cabildeando su nominación para presidente de la OMS, en tanto que la Secretaría de Salud a su cargo en México, permanece acéfala durante la mayor crisis sanitaria que se haya vivido en el estado de Chiapas.
La historia no termina ahí. En un convenio de cooperación médica con el gobierno de Fidel Castro, hoy cuatro médicos cubanos recorren cada una de las diez jurisdicciones sanitarias de la entidad con el propósito de establecer un diagnóstico epidemiológico, todo esto ante el silencio de la Secretaría de Salud.
En ausencia de su ministro, habría que pedir explicaciones a la Dirección General de Asuntos Internacionales de la propia Secretaría, al secretario privado de Frenk o a quien haya dejado a cargo del changarro.
México y sus mexicanos merecemos mejores gobernantes y verdaderos servidores públicos. No uno que entone: … yo no soy marinero, soy capitán…, sino aquel que se comprometa a decir: … por ti seré, por ti seré.

LA CAIDA

El 1 de marzo último, Alfonso Puebla Pérez fue llamado a ocupar el banquillo de los acusados por la Comisión de Honor y Justicia del CMM -Imagen Médica 25 de marzo-, ahí, se determinó convocar a una nueva Asamblea Extraordinaria el día 29 de marzo siguiente para decidir su posible destitución.
Y aunque la actitud asumida por Puebla Pérez a raíz de “Yo no soy marinero” no fue la única causa por la que efectivamente el 29 de marzo se le destituyó, sí contribuyó al ser una más de las gotas que derramaron el vaso.
Y es que antes, Puebla Pérez ya había ganado el rechazo de prominentes miembros del CMM que lo acusaron de “privilegiar” el cumplimiento de la agenda frenkista y de incurrir en “repetidas fallas” que finalmente fueron consideradas como una “traición” a la confianza que muchos médicos pusieron en sus manos para representarlos.
Pero no sólo eso, luego de conocer los reclamos en su contra, y ser convocado a dialogar, optó por el camino de la confrontación. Enclaustrado en la soberbia, Puebla Pérez se jugó un albur, y en ese albur perdió.
En efecto, el 29 de marzo y en una votación de 20 miembros del CMM reunidos en Asamblea Extraordinaria, Puebla Pérez fue destituido de su cargo como presidente del CMM.
De acuerdo con el Acta de la Asamblea Extraordinaria -copia en poder de Imagen Médica-,
Luego de escuchar posturas en pro y en contra de Puebla Pérez, se procedió a votar de manera individual, directa y secreta, la aprobación o no del dictamen que el Comité de Honor y Justicia del CMM había emitido el 1 de marzo.
El resultado fue contundente. 16 médicos dieron su aprobación, dos no, y dos más se abstuvieron.

ACLARACIONES

Una vez dados a conocer los resultados de la votación, surgieron en los médicos algunas interrogantes. Y las expusieron al pleno.
Federico Marín médico del Distrito Federal, hizo dos preguntas: ¿Cuáles son las consecuencias de la votación que se realizó en la presente reunión? ¿Cuál será el peso de la decisión que se tomó?
La doctora Venus Castellón Castellón le respondió: “La consecuencia de la presente votación es la destitución del doctor Alfonso Puebla Pérez como presidente del CMM, y el peso de dicha decisión es contundente, toda vez que el doctor Jesús Reynoso Othón ya fue nombrado como presidente electo del CMM”.
El doctor Jorge Armando Matus Hernández, del Estado de México preguntó: ¿Quién quedará en la presidencia del CMM si el doctor Alfonso Puebla Pérez es destituido en su cargo?
Y el doctor Héctor Fernández González le respondió: “El cargo lo puede ocupar cualquier ex presidente del Colegio Médico de México”, y Venus Castellón complementó: “La Presidencia del CMM puede ser ocupada, desde el momento que el doctor Alfonso Puebla Pérez sea destituido, por el doctor Jesús Reynoso Othón, quien ya es presidente electo para el próximo período”.
El doctor Sergio Castro Soto, de Sonora, preguntó: ¿Hasta dónde va a ser posible la ejecución de su destitución?
A lo que Fernández González contestó: “Me comprometo a citar a los miembros del Comité de Honor y Justicia del CMM para determinar la manera en la que se habrá de ejecutar la destitución del doctor Alfonso Puebla Pérez, y una vez tomada la decisión se convocará a una Asamblea”.
Venus Castellón Castellón tomó de nuevo la palabra para puntualizar:
— Que la presente reunión es muy diferente a la del día 22 de marzo del 2003, pues esta reunión es para informar, y es válida porque los ex presidentes tienen derecho a convocarla.
— Que el doctor Alfonso Puebla Pérez fue citado en tiempo y forma.
— Que la votación de la Asamblea del día 22 de marzo no tiene valor.
— Que el Comité de Honor y Justicia tiene fuerza moral y en caso de que los estatutos no señalen como deba o no hacerse una convocatoria, se estará a la supletoriedad de la ley, que en este caso es el Código Civil y de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal.
Sergio Castro Soto cerró las dudas, propuso “no cometer errores de procedimiento que den lugar a que el doctor Alfonso Puebla Pérez continúe en su cargo”.

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