El Sindicato Nacional de Trabajadores del IMSS
"El seguro no lo decido yo:"
Fernando Rocha Larráinzar

Roselli Reyes Cuevas y Jani Luna González
27 de agosto2001

 

Luego de que el Sindicato Nacional de los Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), se vio envuelto en acusaciones –publicadas por Imagen Médica el 23 de julio último, realizadas por Ismael Bautista Orzuna, dirigente de la Corriente Nacional "Proyecto XXI"-, Fernando Rocha Larráinzar, secretario general del SNTSS, y Antonio Rosado García, exponen en entrevistas para Imagen Médica sus puntos de vista.

EL SEGURO

Ismael Bautista acusó que el SNTSS dirigido por Fernando Rocha Larráinzar contrató un seguro de responsabilidad civil de profesiones médicas "maquinado e innecesario" con la poderosa compañía aseguradora "St Paul de México", y que, con esto, se contravendrían los logros sindicales obtenidos por los trabajadores que están respaldados por la cláusula 101 del Contrato Colectivo de Trabajo, mermando la
economía de los trabajadores, y llevando ganancias a la aseguradora por más de 20 millones de pesos anuales, sin hacer nada.

El 14 de agosto último, Fernando Rocha Larráinzar fue entrevistado en exclusiva por Imagen Médica, la cita se dio en las oficinas del Comité Ejecutivo Nacional del SNTSS en la calle de Zamora, en donde Rocha Larrainzár platicó que él ejerce el puesto desde el 16 de octubre de 1998, luego de que fue elegido en el Congreso Nacional celebrado el 9 de octubre de ese año en la ciudad de Mérida, Yucatán, con una votación que lo favoreció por 705 votos contra 140 de su competidor Martín Yañez.

— ¿Con qué fines surgió el contrato con la aseguradora St Paul?, se le preguntó.

Acompañado por unos 10 de sus colaboradores, Rocha Larráinzar contestó:

— Yo creo que –gracias a la unidad de todos-, es el logro más grande de este sindicato. Además, hizo un poco de historia: "a mi me han invitado a dar conferencias a algunas sociedades médicas, y hospitales importantes, en una de ellas, en la sociedad médica del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza, fui informado de que nuestros compañeros médicos son atosigados por las compañías de seguros –ya ven que ahora se ha vuelto en México una industria la demanda a los médicos-, y pagan pólizas de cuatro mil pesos al año, las más baratas de dos mil 700 pesos, y los protege por un millón de pesos en caso de que pierdan una demanda".

Entonces, explicó, "a mi se me hizo injusto, por lo que empezamos a hacer estudios, por medio del secretario de Prevención Social, a manera de que mis compañeros médicos tuvieran mejores condiciones en sus pólizas".

Rocha Larráinzar aseguró que se hizo una licitación entre varias aseguradoras, y la que les ofreció mejor precio y protección fue St Paul. "Nos ofreció una protección de dos millones de pesos para el médico en su medio privado, por sólo 480 pesos al año, o sea 20 pesos quincenales", dijo.

LAS RAZONES

Sobre el seguro, Rocha Larráinzar puntualizó: "¡Esto no lo decido yo! –y así pónganlo con negritas como pusieron ‘Se pudre el Sindicato’, dijo-, se presentó al Congreso, y se dijo: señores; está es una propuesta de las compañías, ustedes deciden… Y todos querían estar asegurados; se pararon enfermeras, y hasta Chucho, que es de intendencia dijo: ‘también los de intendencia queremos’".

Según Rocha, "todos querían el seguro, todas las categorías"; por lo que él les dijo: "No, espérense, es nuestra primera experiencia". También advirtió: "Ojo, es un seguro anualizado, porque si uno quisiera hacer negocio, lo contratarías por años. ¿No?

Rocha sostiene que será el próximo Congreso de octubre el que tendrá que ratificar o rectificar la decisión, y que a él, sólo le va a tocar decir: "Señores, renovamos o no renovamos". Y eso, dijo, "será decisión libre y soberana del Congreso, pues se vota".

Rocha Larráinzar sostuvo que la contratación del seguro con St Paul, todavía se puso a consideración de los médicos por un lapso de casi tres meses, y que así fue publicado por el secretario de Prensa, Enrique Guinto Palacios, para que los que no aceptaran, renunciaran al seguro. Y agrego, "la sorpresa fue que sólo renunciaron 30 gentes, de cerca de 40 mil".

De acuerdo con el secretario general, con la contratación del seguro "se anticipan" al contenido de la cláusula 101, ya que, "de acuerdo con la experiencia, a nuestros médicos no les gusta como los defienden los abogados del Seguro Social, por lo que normalmente cuando están en un proceso legal, contratan sus propios abogados".

Además, aseguró, "estamos resolviendo los problemas de una vez de raíz; hagan de cuenta que estamos aplicando la segunda parte de la cláusula 101, en donde dice que el sindicato paga la defensa y luego se la cobra al Instituto".

— Pero, ¿por qué hacer un contrato con St Paul, si ya el Contrato Colectivo de los Trabajadores les da ese seguro?

— No. No se los da. No se lo estoy repitiendo –a ver, tráiganle un Contrato para que lo lea-, o sea, no necesariamente al trabajador lo defiende el Instituto, en ocasiones, el mismo trabajador no quiere que lo defienda el abogado del Instituto, porque estamos hablando de arrestos y fianzas, no estamos hablando de un problema laboral. Los problemas laborales los resuelve el sindicato. Esto es un problema legal-penal, así de sencillito. ¡Así, que tengo toda la razón!

LA DESCALIFICACION

Ismael Bautista y Osvaldo Juárez son conocidos en el medio sindical como "luchadores sociales", que hicieron su irrupción en el sindicalismo mexicano en 1989, cuando el famoso XXI Congreso del IMSS, tiempo después, ambos fueron rescindidos del Seguro Social, y actualmente encabezan el movimiento denominado "Corriente Nacional Proyecto XXI".

— Cuéntenos de Ismael y Osvaldo, se invitó a Rocha Larráinzar.

Rocha Larráinzar explicó: "Son extrabajadores los dos, Osvaldo tiene más de cuatro años que renunció por un problema que no viene al caso, hablamos de dos gentes de 360 mil trabajadores pero bueno, con todo gusto". Rocha Larráinzar hizo una seña y dijo: "pásenme los documentos de Osvaldo, y explicó a los reporteros: "por eso me permití invitar a los compañeros que de alguna manera forman parte de esta situación".

Luego, agregó: "Yo al señor Ismael lo conocí aquí. De alguna manera él regresó, porque estaba también rescindido del Seguro Social, pero en la gestión del doctor Rosado él regresa, o lo regresan, ignoramos como, pero desde luego no regresa legalmente. Tuvo que haber algunas maniobras -que ustedes pueden investigar-, en el IMSS".

Pero al fin regresó y trabajó con el doctor Rosado, después siguió con nosotros porque yo me vine con la misma inercia de trabajo con el comité ejecutivo nacional.

Luego de una pausa, Rocha continuó: "Los antecedentes que conocía –de Ismael-, son de que siempre ha sido una gente pues con todo respeto, ‘vividora de la organización’, que le gusta andar haciendo chismes y entreteger situaciones que no son reales. Yo no se a quién se había enfrentado antes, yo lo he dicho siempre: si aquí había sentado alguien que tenía cotos de poder, negocios o demás, esta vez no pasa, por eso conmigo hay apertura y podemos platicar todo".

El secretario general acusó que Ismael "toda su vida se ha dedicado a eso, a una vida azarosa de chantajes", y después, Rocha explicó como Ismael había sido acusado de acoso sexual por su secretaria.

Luego, Rocha pidió a sus colaboradores Alejandro Peña, Guillermo Nuñez del Toro, Estela María Cruz, Enrique Pérez Saucedo, Fernando Arellano, y Enrique Guinto Palacios, que hablaran uno a uno de Ismael Bautista y Osvaldo Juárez; todos opinaron que era una mala acción de los extrabajadores, y mencionaron que "en el paro nacional de 1989 sólo pelearon para su propio beneficio".

En entrevista por separado, Antonio Rosado García, indicó que conoció a Ismael Bautista en el movimiento del 89, porque dijo, "él era una de las personas que encabezaba la inconformidad en aquel sindicato, cuando el doctor Ponce renunció a su cargo y se fue de la organización, dejaron en el cargo a al doctor Miguel Angel Sáenz Garza".

Según Rosado García, "el contrato que pelearon los muchachos del XXI Congreso es el que tenemos ahorita, no se le quitó nada, sólo se arreglaron algunas cosas que habían causado dudas entre los trabajadores, pero que eran opiniones equivocadas de los líderes que estaban en contra del sindicato".

Cuenta Rosado García que al paso del tiempo "las aguas volvieron a su cauce, recuperamos la autoridad, y la confianza de los trabajadores; Ismael se fue del grupo que encabezaba la inconformidad. El doctor Sáenz Garza tomó al grupo que conformaban los líderes contrarios, a los que merecía la pena ser tomados en cuenta por su estilo de luchar, por sus conocimientos, por su entrega, y se quedó con ellos en el sindicato".

De acuerdo con Rosado García, "a Ismael no lo quiso el doctor Saénz, y al paso del tiempo -yo nunca perdí la liga con
él-, le rescindieron el contrato por faltas, porque a quien falta más de tres veces se le termina el contrato, así dice la Ley. Paso el tiempo, y cuando yo soy secretario general se presenta Ismael. A mí me parece que los rencores personales y los odios particulares en esas posiciones no caben, porque uno tiene la obligación de entender las ideas de quien sea que vengan y analizarlas siempre con sinceridad y con decencia para ver si sirven o no sirven.

A mí me parecía que aunque no estaban muy bien orientadas, las ideas de Ismael no eran malas, entonces cuando yo era secretario general, lo invite a que colaborara conmigo y le conseguí una plaza de confianza en el seguro social, porque en el seguro social no lo querían ver ni en pintura. Era así como si les dijeran que era el demonio vuelto a nacer. Yo les decía pues que no era malo, lo que pasa es que estaba muy muchacho cuando el XXI Congreso, mal orientado, y recibió bofetadas de todo el mundo, todo mundo lo trató con la punta del pie cuando dejó de ser líder.

Pero conmigo se arrimo a pesar de que habíamos antagonizado en las asambleas, porque él tenía su concepto y yo el mío. En esa tesitura de manejo que yo quise dar al sindicato, lo invité a que colaborara conmigo, y cuando había algunas cosas en las que yo consideraba que debería de recibir la opinión de un guerrillero, pues llamaba a Ismael, platicábamos y me decía sus ideas, que no me parecían malas.

Así estuvo colaborando conmigo y avanzó, entonces le conseguí el puesto de confianza para que se apoyara económicamente, pero no le satisfacía para nada, entonces como algunas de esas cosas incongruentes de la vida hice para que lo volvieran a admitir en el instituto".

"Que mala onda de él o que tontería la mía -agregó Rosado-, pero yo me comprometí con el director del seguro social, con el licenciado Borrego a que si lo admitían el ya nunca iba volverse a poner en una situación radical en contra de la institución. Ël me lo juró y me lo perjuró, y en esos términos le volvieron a dar su plaza.

Ya después, cuando yo salí de la secretaría general, Fernando le empezó a pedir algún auxilio mayor, y después tuvieron un desarreglo, -que ya ustedes deben de saber-, a mi de esas cosas no me gusta hablar, porque todas esas cosas son subjetivas…".

— ¿Y de Osvaldo?

— Lo conocí hace muchos años, cuando yo estaba haciendo mis pininos en el sindicato, lo conocí pero me parece que también le hicieron rescisión de contrato.

— ¿Por qué?

— No se. En ese tiempo yo no pensaba que me iba a ser cargo del sindicato, sentíamos la pérdida del compañero, pero por prudencia, uno nunca le preguntaba ¿por qué te corrieron?, Pero si se que trabajó hace muchos años en el Seguro social.

IESSS

Ismael Bautista acusó que el edificio del IESSS situado en Tintoreto 70, se encontraba vacío, y que el sindicato utilizaba el dinero de los trabajadores para pagar la renta de una casa en Polanco para uso del IESSS. La renta según Ismael se aproximaba a los 80 mil pesos, y de las obras de remodelación del edificio de Tintoreto, dijo que se estaban justificando gastos por arriba de los seis millones de pesos.

El lunes 20 del presente, Antonio Rosado, director del IESSS, estrenó oficina en el segundo piso del edificio en Tintoreto 70. En entrevista exclusiva, explicó que desde el jueves 16 iniciaron el cambio, debido a que "por el término del contrato, la próxima renta saldría muy cara".

— ¿Cuánto le querían cobrar?

— 85 mil pesos

— ¿Y cuánto pagaban?

— No se. Porque nosotros nos metimos ahí cuando el licenciado Borrego nos lo cedió.

Estaba muy bonito, se los digo con toda sinceridad, dicen que dadas, hasta las puñaladas, y nos lo dieron y nos quedamos, pero ese edificio, no lo compró el sindicato.

Antonio Rosado platica que la idea de crear al IESSS es de Fernando Rocha, "al Cesar, lo que es del César, dice, y explica:

— Todos habían hablado de tener un lugar en donde se capacitara a los delegados, a los trabajadores, que se dieran cursos de cultura general, y que no fuera el centro de capacitación. Sino un instituto donde se pudiera capacitar laboralmente a los trabajadores, y se le ocurrió a Fernando.

Cuando yo terminé de ser secretario general, Fernando me encargó que buscáramos un edificio donde pudiera estar el instituto, y anduvimos buscando y encontramos este, que era un edificio abandonado, y que estaba muy maltratado porque había sido víctima del vandalismo. Entonces, lo compramos porque es muy buena la ubicación y el terreno, además de que era muy barato.

— ¿Cuánto costó?

— Cuatro millones 500 mil pesos.

— ¿Todavía deben?

— No lo se. Las cuentas las lleva el sindicato. Nosotros como le digo, todo lo que cobramos lo depositamos a la tesorería del sindicato, nunca me he quedado con un centavo, ni quiero quedarme, soy muy meticuloso con las finanzas.

Yo tomé el sindicato el 26 de octubre de 1994 con 72 millones de pesos como patrimonio, y lo deje con 215 millones, además de hacer todo lo que hice. Hice el hotel ese tan bonito de Vasconcelos de 11 pisos, unos salones de fiesta en el deportivo Churubusco, y en el Benito Juárez hice muchos gimnasios.

JUBILACIONES Y PENSIONES

Rocha Larráinzar sostuvo, que en efecto, no hay un fondo para el régimen de Jubilaciones y Pensiones, aseguró que su primer pregunta cuando cuándo asumió la secretaría general fue: ¿Cuánto tenemos en le fondo? Y la contestación fue: "Pues nada".

Larráinzar explicó que el sindicato trabaja con la Institución para crear reservas por medio de mecanismos financieros que la misma Ley contempla, sin embargo, señaló que "se continúa pagando las jubilaciones y pensiones", lo que ha ocasionado "una critica de los patrones y empresarios por tener un nomina muy onerosa".

El líder sindical confirmó que en diciembre próximo esperan hacer modificaciones a la misma Ley, con el fin de poder generar en firme el régimen de jubilaciones y pensiones que deben de tener los trabajadores.

De acuerdo con Antonio Rosado, el problema de las jubilaciones y pensiones se remonta a 1958, cuando Benito Coquet Laguna, en ese entonces director del IMSS, "tomó el dinero de los trabajadores con la autorización de Ortiz Mena entonces secretario de Hacienda, para construir el Centro Médico Nacional La Raza, así como el hospital de Magdalena de la Salinas".

Rosado García achaca a "defectos de administración" la falta de los recursos, y sentenció: "el seguro debe dar cuentas al sindicato del dinero de las Jubilaciones y Pensiones y de los esquemas en los que se están invirtiendo".

"Todos los años se lo pedíamos y todos los años nos decían que era muy difícil, que era mucho dinero y que deberían hacer una serie de estudios. El chiste, es que nunca nos quisieron decir, probablemente porque ellos ya sabían que no había dinero", agregó.

Sin embargo, Rosado García reconoció que "nunca tuvimos la ociosidad de montarnos en nuestro macho y obligarlos a que nos dijeran". Y es que fue hasta 1994-95 -cuando se publicó el diagnostico en el cuatrienio del licenciado Genaro Borrego-, "cuando nos dimos cuenta del enorme problema".

Además, comentó que en este año había 1600 o 1800 millones como fondeo suficiente para que la Consar registrara el régimen y puntualizó "pero la cámara de diputados determinó que el recorte presupuestal que se le hizo al Seguro Social fuera precisamente del dinero del régimen de jubilaciones, "y como ellos son la Ley, son los que deciden lo que hay que hacer…"

"Yo no estoy de acuerdo con eso de que al Seguro Social le sobre el dinero, si hay tantas carencias, mejor deberían de comprar medicinas o pagar mejor a los trabajadores", concluyó.

LOS PAGOS

Rosado García es jubilado del ISSSTE, y por 30 años de servicio, recibe dos mil 200 pesos por concepto de jubilación. El sueldo "que le permite sobrevivir" es el del Seguro Social, que le paga siete mil 200 pesos quincenales.

— ¿Cuánto le paga el sindicato por ser exsecretario?

— Es una compensación que nos da el sindicato por ser miembros del Consejo Consultivo, es muy poquito, nada que dañe la economía del sindicato. Yo considero absurdo echar a perder la experiencia que uno tiene, porque no sólo son los cuatro años de experiencia que uno adquirió durante la representación, sino todo el bagage de conocimientos y experiencia adquiridos en la etapa de lucha sindical.

Además, el estatuto considera que debe existir esa experiencia vigente para ayudar al secretario general. Yo creo, que la compensación que nos dan, no es un gasto superfluo o una dádiva que se da a costa de los trabajadores, sino es seguir desarrollando el trabajo con el que uno se encariñó y al que le dedicó toda la vida, y además es muy poquito, no se si Fernando se los dijo, a mi no me gusta hablar de eso, porque va a pensar que le estoy pidiendo un aumento.

Copias de recibos de pago de exsecretarios en poder de Imagen Médica, dan cuenta de la antigüedad y el monto que perciben, como ejemplo:

Antonio Martínez Manatou, secretario general en 63-67, con una antigüedad de 56 años en el IMSS, recibe 8 mil 127 pesos quincenales; Ignacio Guzmán Garduño, secretario general en 67-71, con una antiguedad de 44 años, recibe 7 mil 702 pesos quincenales; Oscar Raymundo Hammeken Martínez, secretario general en 71-75, con una antiguedad de 55 años recibe 7 mil 870 pesos quincenales; Ricardo Castañeda Gutíerrez, secretario general en 75-79, con una antigüedad de 55 años, recibe 7 mil 827 pesos a la quincena; Fernando Leyva Medina, secretario general en 79-83, con una antigüedad de 48 años, recibe 8 mil 128 pesos a la quincena; Mateo de Regil Rodríguez secretario general en 83-87, con una antigüedad de 50 años, recibe 8 mil 126 pesos a la quincena; Antonio Punzo Gaona, secretario general de 87-89, con una antigüedad de 44 años, recibe 8 mil 127 pesos a la quincena; Miguel Angel Sáenz Garza, secretario general en 89-94, con una antigüedad de 41 años, recibe 8 mil 478 pesos a la quincena; y Antonio Rosado García secretario general en 94-98, con una antigüedad de 40 años, recibe 6 mil 847 pesos a la quincena.

Según los documentos, todos los exsecretarios, se encuentran adscritos como "comisionados" del SNTSS y ubicados en las instalaciones de Paseo de la Reforma.

Otros médicos, enfermeras, técnicos laboratoristas, y coordinadores que aparecen en la relación como comisionados son:

González Balandrano Jesús; Esquivel Medina Eligio; Romero Flores Puerco Francisco; Ibarra Aldana Pedro; Vargas Gasca Pedro; Rangel Fonseca Felix Santiago; Mendoza Chávez Pedro Jaime; Molina Jiménez Ricardo; García García Pedro; Jardón Sánchez Yolanda; Rivera Vázquez Sergio; Olguin Castillo Javier; Martinez Hernández Susana; Badillo López Fernando; Flores Galicia Rubén Martín; Noriega Salazar Alejandro; Zamora Medrano Manuel; Parra Chacón Carlos; Arevalo Pérez Raúl Roberto; Bustos Pérez Miguel; Hernández Valtierra Eduardo; Guinto Palacios Enrique; Porcayo Vergara Francisco A; Zamudio Monrroy Enrique; Saucedo Abundez Rosa María; Garza Ollervides Carmen; Estrada García Maura Estela; Del Carpio Martínez Fernando; Labra Romero Esperanza; Casab Rueda Ulises; Arellano Parra Federico; Peralta Fuentes Porfirio; Rodríguez López Eduardo; Mata Montes de Oca Antonio; Esquivel López Lydia; y Fernández Posadas Norma.

El problema, aseguró Ismael Bautista, "es que todos los comisionados del SNTSS ocupan una base en el IMSS, y aunque no desempeñen ningún trabajo en la institución, si impiden que otras personas ocupen esos cargos, y por lo tanto, la atención a los derechoabientes se ve perjudicada".

De acuerdo con Bautista Orzuna, cada médico del IMSS atiende a cuando menos 50 personas diariamente, "y si multiplicamos decenas de plazas ocupadas que no se trabajan, son miles los derechoabientes que diariamente dejan de recibir una atención oportuna".

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