Las contradicciones del Indre

Roselli Reyes y Jani Luna
5 de Julio de 2001

 

Los problemas no cesan, ni se efrentan.

Y es cierto, una compleja red de contradicciones circundan la problemática del Instituto de Dermatología y Referencia Epidemiológica (InDRE).

El jueves 5 llegaron hasta la Secretaría de Salud (SSa) más de 150 trabajadores inconformes de la Sección 5 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), y mantuvieron su postura: “la destitución de la directora Elsa Sarti Gutiérrez, por intentar desaparecer los servicios de consulta externa de Dermatología, desintegrar el departamento de Biotecnología, además del cierre o privatización del Instituto”.

Mientra Julio Frenk viajaba por Chiapas, Manuel Calva Merino, director de Relaciones Laborales de la Secretaría de Salud enfrentó a los inconformes, y les manifestó que “se está organizando un debate” con Roberto Tapia Conyer, subsecretario de Prevención y Control de Calidad, y que entregará por escrito un documento donde se asiente que “no se venderá ni se privatizará el InDRE”.

La manifestación inició frente a las oficinas del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica en la calle de San Luis Potosí 199, allí, los manifestantes encabezados por Elodia Astrudillo, gritaron consignas a Elsa Sarti, directora del InDRE. Algunas de las mantas decían: “Julio Frenk: No aceptamos imposiciones”, “No a la venta del InDRE”.

Y entre la gritería se escuchó: “Muera Sarti”.

TODOS CONTRA TODOS

Elodia Asturillo Crucillo secretaria General de la Sección 5, hablaba por un altavoz, animaba a los asistentes: “Exigimos solución a nuestras peticiones”.

Juan Alciviadez también integrante de la Sección 5 expuso su inconformidad ante Calva Merino. Le dijo de frente: “La directora Sarti cometió un delito federal por abrir la correspondencia de los trabajadores”, y agregó: “la directora ha manifestado que esta recomendada por Vicente Fox, por lo que trae una línea foxista, valiéndole gorro que los trabajadores comenten su inconformidad.”

En entrevista con Imagen Médica, Calva Merino dijo que la remoción de la directora la decide la dirección general de Recursos Humanos, quien emitió “un dictamen en donde no se estiman violaciones permanentes y graves a las condiciones generales de trabajo”. Además, indicó que no es procedente la remoción de la directora, “porque quien tiene la autoridad para destituirla es el secretario de Salud, el subsecretario y el líder del Sindicato Nacional de Trabajadores”.

A pesar de que Elsa Sarti niega que se pretenda cerrar al InDRE, Manuel Calva Merino la contradice. Y en efecto, en la entrevista Calva Merino aseguró: “la directora del InDRE quiso cerrar Dermatología porque las condiciones en las que se trabaja son deplorables, además de tener un mal servicio”.

Y no sólo eso, Calva Merino acusó que “nadie tiene el control de cuanto se cobra, ni como se cobra”. Apuntó que “no existe siquiera una bitácora de la gente que va a solicitar el servicio, y ni siquiera un seguimiento del paciente”. Y explicó: “Cuando llega a los 15 días el paciente, el mismo médico que lo atendió: ¡no sabe que le recetó!”. Sentenció: “Un servicio así no puede funcionar”.

Calva Merino agregó: “invertir dinero en el Instituto es innecesario, porque sería duplicar funciones”, y reafirmó que ya existe un hospital especializado en Epidemiología, en donde -dijo-, “a la gente la atienden bien, además de que son instalaciones nuevas y equipo nuevo”.

Calva Merino concluyó: “Los trabajadores se empeñan en un servicio que ya no funciona. ¿Por qué no le decimos a la gente que hay una hospital con la mejor tecnología y en donde la atención es de mejor calidad?

En entrevista por separado, Elsa Sarti reconoció las deplorables condiciones en las que se encuentran las instalaciones del InDRE, y aseguró desconocer el presupuesto destinado por la SSa al Instituto, sin embargó, aseguró que “ningún presupuesto alcanza para la remodelación”.

A diferencia de Calva Merino, Sarti Gutiérrez sentenció: “no cerraré el departamento de dermatología, sino todo lo contrario, intento que el servicio mejore”.

Sin embargo, los trabajadores inconformes acusaron que la directora “solamente remodeló su oficina”, mientras que Sarti Gutiérrez los calificó “como una mafia, a la que ha tocado intereses”, y acusó: “La sección 5 está utilizando a los trabajadores”.

En su oficina provisional en San Luis Potosí, Sarti Gutiérrez reconoció que “se está cayendo el Instituto, porque no han habido autoridades que corrijan todos sus malos vicios y costumbres”. Pero no sólo eso, apuntó que la Sección 5 “controla los contratos eventuales los cuales son designados a los amigos y familiares de los trabajadores”.

“Es increíble -dijo la directora-, los mismos trabajadores que vienen a dejarme documentos, son los mismos que vinieron a gritarme”. Se sonroja, y entrega a las reporteras varios documentos bajo la condición de “no revelar” los nombres de los firmantes.

DOS CARAS

Y en efecto, los documentos enviados a Elsa Sarti por trabajadores que no simpatizan con el movimiento sindical le fueron enviados en diversas fechas de mayo y junio. Un documento dirigido el 8 de junio a Roberto Tapia Conyer dice:

— Somos un grupo de trabajadores del InDRE, que como es de su conocimiento esta en caos. Nosotros no estamos de acuerdo con lo que esta pasando, ya que después de mucho analizar nos hemos dado cuenta de que se trata de un problema personal y político de Elodia contra la Dra. Sarti.

Estamos consientes que debemos externar nuestra opinión ante el SINDICATO, pero tenemos miedo de ellos incluso de algunos compañeros. A los que no hemos apoyado su movimiento nos amenazan, nos dicen esquiroles y agreden con palabras vulgares, y por eso no nos atrevemos a decir nada ya que como los vemos tan descontrolados que son capaces de llegar a la violencia física. Las cosas son tan graves que a varios de nosotros nos obligaron a firmar para la destitución de la Directora con amenazas como: “más te vale que firmes”, “fulano y perengano ya firmaron” o simplemente porque solicitamos un préstamo.

El propósito de esta carta es para pedir su ayuda y protección, tenemos miedo de que gane el SINDICATO y sus amedrentaciones se vuelvan acciones. No queremos que el InDRE este en manos de Elodia y 100 gentes más. ¿Que pasa con el resto de los 500 trabajadores del InDRE?, ¿Qué pasa con las autoridades que han platicado con ellos y no los han calmado?.

Por favor, no queremos más impunidad para el grupo de siempre que son los más conflictivos y menos productivos.

Disculpe que no firmemos, pero la ultima vez que una compañera firmó un documento fue sacrificada en una asamblea sindical.

Atentamente: Los verdaderos trabajadores del InDRE.

Otro documento fechado 8 de junio y dirigido a la directora Elsa Sarti explica:

— Por medio de la presente, me dirijo a usted para pedirle permiso para faltar 4 días a mis labores.

La razón es debido al hostigamiento de mis compañeros de área porque no estoy de acuerdo con su movimiento. Y quisiera evitar los enfrentamientos físicos. Agradezco me mantenga en el anonimato para evitar represalias de mis compañeros…

En otras cartas, trabajadores del InDRE muestran arrepentimiento y reconocen errores:

“. me dirijo a usted para explicarle la presencia de mi firma como representante del área de la Coordinación de la RNLSP y el área de Diseño, en la carta dirigida a usted por el sindicato.”. “Reconozco que fue un error, pero también un engaño por parte de la gente al dar a firmar algo que no era lo que me dijeron.”

En un documento enviado también a Sarti Gutiérrez se asienta:

— El día de hoy, 21 de mayo del 2001 a las 12:30 horas asistimos a una reunión informativa convocada por el Sindicato y los representantes de las diferentes áreas del Instituto.

En la misma, tratamos de aclarar la situación del antes departamento de Biotecnología (hoy zoonosis). Acudimos yo y personal que no se encuentra en situación de reubicación. se le hizo patente a la bióloga Edith Medina que carece de argumentos para defender con tanto ahínco al área que pertenece. Una vez concluida la reunión y horas después la propia Biól. Edith amenazó acudiendo al área de trabajo de una de las personas que le refutó en la mencionada reunión diciéndole: “que lo que había mencionado era un delito por difamación de honor”.

Lo anterior -finaliza el documento-, lo hago de su conocimiento para los fines que haya lugar.

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