Pedro Vázquez Rodríguez, la voz de la infamia
Los lecheros se acaban el agua de La Laguna

Juan Monrreal López
Julio 21 de 2008

Torreón, Coahuila.- Amenazador, fanático, fuera de sí, Pedro Vázquez Rodríguez, presidente de la fantasmal organización autodenominada Comité Pro-Mejoramiento del Agro Lagunero, saltó a la palestra para defender, provocar y mentir acerca del uso que dan al agua los productores lecheros de La Laguna, una vez que el movimiento cívico por la defensa de los acuíferos regionales comienza a calar en grupos campesinos y urbanos.
Usufructuarios de más del 70 por ciento del agua rodada del sistema de presas construido sobre el Río Nazas, pero también de alrededor del 80 por ciento de las norias de riego de la región, los grupos lecheros encabezados por LALA, Bell, Chilchota y  Mayrán, entro otros, se sienten “agredidos” por las marchas ciudadanas de protesta llevadas a cabo en La Laguna, que exigen detener el saqueo de los recursos hídricos por parte de estos acaparadores que se hacen llamar “pequeños propietarios”, de un recurso que es de todos.
Año con año, las diversas organizaciones campesinas agrupadas en el Congreso Agrario Permanente de La Laguna (CAPRL), a través de su coordinador técnico, José Elías García Valenciano, han denunciado el saqueo de los acuíferos, así como el total contubernio de los lecheros con la CONAGUA que dirige Óscar Gutiérrez Santana. No conformes con acaparar los derechos de agua de los ejidos, han extraído volúmenes más amplios de los que permite la ley de los embalses Lázaro Cárdenas (El Palmito) y Francisco Zarco (Las Tórtolas), sin que esto sacie la ansiedad de seguir produciendo forrajes alfalfares en esta zona desértica; situación que mantiene al borde del colapso los mantos freáticos.
Con pruebas suficientes de que los ríos subterráneos de La Laguna se están secando – norias selladas por abatimientos de espejos de agua, pozos cada vez más profundos, aguas contaminadas por arsénicos-, la lucha por la defensa de la poca agua que los saqueadores dejan, comenzó a permear ya hacia las comunidades urbanas, sobre todo ahora que la escasez del líquido en las colonias de las ciudades está presente y cuando hasta hace poco esto no sucedía.
También ha influido el problema del hidroarsenicismo que ha brotado en las localidades más grandes de la región, Torreón, Coahuila y Gómez Palacio, Durango; antes impensable, el problema de las sales arsenicales y sus consecuencias en la salud se habían detectado en comunidades rurales de las ciudades de campesinos como Francisco I. Madero, Matamoros y San Pedro de las Colonias, que hacían ver que este peligro de agua envenenada no surgiría en los centros urbanos de la Comarca Lagunera.
Con todo lo anterior y no conformes con no pagar el agua que extraen del subsuelo, de pagar poca electricidad o no pagarla -en años pasados se ampararon contra las tarifas fijadas por CFE-, no instalar los medidores volumétricos en sus ranchos; los llamados pequeños propietarios lecheros, defendidos por Pedro Vázquez Rodríguez, consumirán en este ciclo agrícola, legalmente, alrededor de 1 millón 400 mil de metros cúbicos de agua entre la proveniente del Río Nazas y la que saquearán del subsuelo lagunero; consumos que sin duda harán mella en los recursos ácueos regionales.

Las mentiras de Pedro Vázquez Rodríguez

Durante una exposición con la prensa el pasado 2 de julio, el presidente del comité de saqueadores de agua, se llenó la boca de amenazas e incluso se hizo victimizar volviendo patente que se sienten perseguidos, estigmatizados por el movimiento de conservación del agua que amenaza con crecer en la Comarca. En rueda de prensa, vomitó mendacidades que sólo mostraron la mezquindad del sector agropecuario que más se ha beneficiado con el agua que pertenece a todos y que los representados por Pedro Vázquez Rodríguez, usufructúan sin mayor preocupación que la de engordar sus cuentas bancarias.
“Lo que si queremos es que ya le paren a su cirquito, en un tiempo fue Peñoles, luego los productores de leche, después no se sabe quien seguirá” expelió el también ex presidente de la Cámara Agrícola Ganadera de Torreón (CAGAT), con referencia a las exigencias que enarbolan distintas organizaciones ciudadanas para detener el saqueo del agua, que año con año aniquilan las  corrientes subterráneas por razón de extraer más liquido del que se recarga.
Ignorante, insensible, mezquino, Pedro Vázquez Rodríguez quiso evadir las realidades lacerantes que caen como plaga sobre los habitantes de Torreón y La Laguna, mediante retórica lastimera llena de usura. Respecto a Peñoles – cuya contribución a la comunidad son el patrocinio al equipo de futbol Santos, algunos arbolitos donados y mucha publicidad en los medios regionales para que callen una de las infamias más terribles de Torreón y del mundo-, baste citar que el expediente arrebatado a la PROFEPA a través del IFAI, arroja que más de 35 mil infantes siguen envenenados por el plomo que la empresa metalúrgica emite. De manera que no es un “cirquito”, es una tragedia, es una vileza, como la que están cometiendo los pequeños propietarios lecheros de La Laguna al acabar con el agua.
Es cierto que la agricultura en el mundo gasta alrededor del 80 por ciento del líquido que se consume en las regiones, pero en una zona desértica como es la Comarca Lagunera, plantearse seguir gastando 1 millón 400 mil metros cúbicos de agua por ciclo agrícola para producir leche, es oprobio desde cualquier óptica, salvo para las empresas lecheras que hablaron a través de Pedro Vázquez.
Según este ex presidente de la CAGAT, “están en juego 150 mil empleos…, a ver a donde vamos a llegar; si lo que quieren es convertir a la región en un panteón, adelante, que sigan con otra campaña”, dijo harto de cinismo.
La realidad es que las cifras del IMSS no registran tal número de trabajadores, pero lo que si deja ver esta declaración, es que muchos de los jornaleros de los ranchos lecheros se encuentran fuera de afiliación al IMSS. Esta es una ilegalidad más de estos traficantes de tierra y agua.
Ya encarrilado, con completa desfachatez, Vázquez Rodríguez dijo que “no son las vacas las que impidieron la recarga del acuífero, fue el plan hidráulico que realizó la construcción de los canales de riego”, como si no existiera el censo de ganado vacuno e instalación de cultivos perennes como la nuez, quienes catapultaron el uso de los volúmenes de agua en las parcelas de los patrones lecheros, coincidentemente, miembros de las mismas familias que los nogueros.

Javier Guerrero García, traición perpetua

En algún momento de la rueda de prensa, un Pedro Vázquez Rodríguez altanero, arroja que el diputado federal sampetrino, Javier Guerrero García, los apoya e incluso se encuentra promoviendo en el Congreso de la Unión soportes económicos para que se realice un estudio piezómetrico en la región, que lleve a conocer los estados reales de las acumulaciones ácueas.
Javier Guerrero García, ex tesorero del gobierno oscuro que encabezó Enrique Martínez y Martínez, es miembro de la CNC y protegido de Beatriz Paredes Rangel; pero también es conocido por sus continuas traiciones al sector social del campo, más ahora que busca apoyos de donde sea, con tal de mostrar “fuerza” en busca de la gubernatura del
estado.
Por eso no es extraño que dude que los mantos freáticos se encuentren al borde del colapso por las actividades de los productores lecheros. Las aportaciones de los lecheros a una eventual campaña gubernamental, son apoyos económicos que Guerrero sueña convertir en votos. Mientras tanto, enseña la inercia gubernamental que siempre lo ha distinguido: servir a los que más tienen.
Pronto se le olvidó que el Sistema Caballo Blanco lleva agua hasta San Pedro de las Colonias, porque en el municipio que él gobernó, el agua se encuentra podrida por el abatimiento de los depósitos subterráneos.
De cualquier manera y al margen de los estudios, el movimiento ciudadano por la defensa del agua seguramente crecerá, como también los choques con quienes desean seguir expoliando este recurso que es de todos, pero además que es finito en una cuenca endorreica como la de los ríos Nazas y Aguanaval.
Y la exclamación de inmolado de Pedro Vázquez Rodríguez, de que “si quieren que seamos los malos de la película lo seremos”, es eso, una imprecación pueril que hay que tomar como tal; porque los lecheros no son los malos ni los buenos de la película: son los depredadores del agua de La Laguna.

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