IMSS: ¿y Transparencia Mexicana?

Gustavo Leal F*.

¿Cuántas entrevistas concedió Juan Molinar Horcasitas, ese paladín de la “transparencia”, después de la “negociación” del CCT 2007-2009 de los trabajadores del IMSS? Su oficina de Comunicación Social debe tenerlas contadas. Porque en todas ellas -un buen palmarés- ocultó que había firmado el lo oscurito modificaciones trascendentales a ese Contrato -que como la “reforma” calderonista del ISSSTE- comprometen el horizonte pensionario de los trabajadores de nuevo ingreso.
Arrastrando esa misma versión calderonista de la “transparencia” -10 contratos adjudicados directamente a la empresa ESGES del clan Mouriño- e invocando un ahorro de 7 millones de pesos, Molinar favoreció en una licitación pública internacional la compra de un medicamento japonés para el cáncer -por casi 57 millones de pesos- a pesar de que Takeda, el laboratorio dueño de la patente asociado con Laboratorios Abbott, no puede participar en este tipo de licitaciones hasta 2014.

Y en agosto de 2007 -emulando las finas maneras de Lozano Alarcón desde la Secretaría del Trabajo-, Horcasitas casi insultó a empresarios que venden al IMSS agrupados en la Canacintra: “el IMSS debe ser administrado como una empresa. Aquí no se fomenta la política industrial. Ustedes deben ir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para ver si allí les resuelven su problema”.