Por Mayra Carrera

Twitter: @Advanita

 

 

Escuchaba esta canción en el camino a casa mientras lloraba, las lágrimas recorrían mis mejillas y terminaban empapando mi pecho. No sé ni por qué lloraba. El llanto hizo que me detuviera a un lado de la carretera; no veía nada. Recargué mi cabeza en el asiento y entonces me pregunté: “¿Por qué chingados estoy llorando?, ¿tengo hambre, cólicos, angina de pecho, gota o clamidia?, ¿qué me falta?, ¿qué me sobra?, ¿qué me pica?”. No supe qué responderme.

Permanecí ahí a un lado de la vía rápida por varios minutos, lloraba desconsolada mientras escuchaba esa canción que nada tenía que ver con todo lo que sentía. ¿Qué sentía? Ni yo sabía. Estás bien jodida, me dije. Opté por hacer un listado de todos mis tesoros: una amiga incondicional, una casa, un hijo, un trabajo, unos libros, vino tinto, una albahaca, mis colecciones de discos y unas manos que escriben más de lo que acarician. ¿Esto es todo lo que tengo? Volví a llorar, esta vez con la cabeza puesta en el volante; ya no eran lágrimas solo las que escurrían, unos mocos se habían agregado a la danza en camino hasta mi pecho que ya estaba más mojado que alcantarilla de la colonia Obrera.

 

y si te vuelvo a ver pintar un corazón de tiza en la pared, te voy a dar una paliza por haber escrito mi nombre dentro…

 

En eso tocaron a la ventana: era un oficial de la policía que me preguntó que si tenía descompuesto el carro; le respondí que tenía descompuesto el corazón; puso cara de pendejo y me recordó que esa parada era solo para casos de emergencia. ¿Acaso mi corazón roto no es una emergencia? Atinó a preguntarme si se me había muerto alguien y le dije que la esperanza, se rió y me dijo que me moviera de ahí; uno ya no puede ni llorar en esta pinche ciudad, pensé.

Y con los ojos de gallina con gorupos avancé y me di cuenta que mi llanto no era otra cosa que soledad y añoranza; que le lloraba a detalles que ya pasaron y que no volverán; que tengo más de un año sola y más de 3 sumida en una profunda tristeza y que mi felicidad es efímera; que estoy cansada de sentirme tan vacía y estoy harta de llorar por desamor.

 

y si te vuelvo a ver pintar un corazón de tiza en la pared, te voy a dar una paliza por andar llorando como pendeja todo el tiempo…

 

Las lágrimas son saladas y los mocos también.

La soledad es muy cruel y traicionera.

Los policías muy pendejos.

Y el desamor algo que acabará con mi existencia.

 

y si te vuelvo a ver pintar un corazón de tiza en la pared…

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