Cazadores de bebés
Pediatría del IMSS al servicio de Glaxo Smith Kline

Valentín Cardona
8 de Marzo de 2004

 

En un pequeño cubículo del área de investigación de enfermedades infecciosas en el segundo piso del edificio del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional "Siglo XXI" del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), unas cinco o seis muchachas cubiertas con bata de laboratorista acomodan expedientes y escriben sobre hojas rotuladas con el logotipo de la empresa farmacéutica Glaxo Smith Kline (GSK).
Ellas son sólo una parte de un ejército de personal que paga el IMSS y que labora para la trasnacional GSK, y no sólo eso, sino que también el uso de las instalaciones y la infraestructura hospitalaria le resultan gratuitas.
GSK desarrolla en México uno de sus principales proyectos de investigación en seres humanos, y como ratas de laboratorio utiliza bebés. Lo hacen al amparo del protocolo 444563/023 (rota-23) que en menos de 30 días les otorgó de forma sospechosa la Secretaría de Salud.
En eso de la experimentación con seres humanos ha habido avances, aunque con pocas diferencias. En la década de los 40, la farmacéutica Bayer "reclutaba" seres humanos para experimentación y se proveía de los campos de concentración de la Alemania nazi. Hoy en 2004, GSK utiliza instalaciones gubernamentales de salud y sus operadores "reclutan" bebés bajo el engaño a las madres de que a sus hijos se les aplicará una "vacuna muy buena contra la diarrea".
‘¿Ya le aplicaron la vacuna contra rotavirus a su bebé?’, preguntó Imagen Médica a una señora que cargaba tiernamente a su hijo y que se encontraba sentada en una de las muchas bancas de piedra que se encuentran en el CMN Siglo XXI.
— Ya, en la clínica 9 -respondió la señora.
— ¿En dónde está la clínica?
— Allá por Revolución.
— ¿Qué fue lo que le dijeron?
— Que era una vacuna muy buena para prevenir la diarrea y las enfermedades gastrointestinales.
— ¿Le dieron a firmar una hojas?
— Sí.
— ¿Firmaron los testigos?
— Sí.
— ¿De dónde son?
— No sé, ellos los sacaron de gente de ai de la clínica.
— ¿Le explicaron de qué se trataba?
— No.
— ¿Ha presentado algún problema o reacción su bebé?
— Hasta ahorita no.
Como ésta, son muchas las madres que han sido sorprendidas por médicos y enfermeras del IMSS que al servicio de Glaxo y en virtual cacería realizan casi cualquier cosa con ánimo obsesivo para "reclutar" bebés. Tiene explicación y es brutal, fuentes consultadas por Imagen Médica aseguraron que los bebés tienen un precio, una "comisión" que se paga en forma de "incentivo".
 
COMPROMETIDO
 
"Comprometido" a reclutar dos mil 400 bebés, Federico Raúl Velázquez Castillo, médico investigador de la Unidad de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Hospital de Pediatría del Siglo XXI, e investigador principal del proyecto GSK en el IMSS, dijo a Imagen Médica que el interés en el proyecto "proviene de muchas vertientes".
Entrevistado la mañana del 3 de marzo último en una pequeña sala de juntas de la Unidad de Investigación de Pediatría, Velázquez Castillo explicó: "… desde mi punto de vista podría ser un interés inclusive personal, que creo que es el menos importante; hasta un interés, que es el más importante, en relación a lo que está ocurriendo de manera global en las enfermedades diarréicas".
Lo cierto es que la técnica de reclutamiento de bebés implementada por GSK y operada por Velázquez Castillo en el IMSS podría ser un buen ejemplo a seguir, con fines menos perversos, por los diseñadores y operadores del fracasado esquema Prevenimss, los ridículos prioritarios de Santiago Levy en el foxismo.
Y es que desde septiembre de 2003, cientos de madres embarazadas comenzaron a recibir llamadas telefónicas en extremo cálidas para preguntarles sobre su estado de salud y el de su hijo por nacer. Les recordaban las fechas para sus citas de rutina con sus médicos familiares, y estaban al pendiente de la fecha de nacimiento del bebé y les recordaban que al nacer acudieran a su clínica familiar para que se lea aplicara la "nueva" vacuna contra rotavirus, para que "no les diera diarrea a sus bebés".
Algunas mamás se sorprendieron con las llamadas, de hecho, se sintieron protegidas por el IMSS y pensaron que la atención, para bien, estaba cambiando. Lo que no sabían es que desde fetos sus hijos ya estaban en la mira de Glaxo y sus cazadores de bebés, que los esperaban con ansia para someterlos a un experimento.
Sí, para probar la "seguridad y la eficacia" de Rotarix TM , el nombre registrado que puso GSK a su "candidato" a vacuna.
Según Velázquez Castillo, la información que arroje la investigación en 20 mil de los 60 mil bebés que están siendo "reclutados" servirá para "analizar la eficacia" de la vacuna; el resto, 40 mil, servirán para analizar la "seguridad" de la vacuna.
 
ESTRATÉGICO
 
Cuestionado sobre si el hecho de decir a las mamás que le van a aplicar una vacuna a sus bebés "para que ya no les de diarrea" podría constituir un engaño para que accedan, Velázquez Castillo aclaró que la vacuna "no tiene la intención de prevenir" que los niños padezcan diarrea, sino que "pretende prevenir" las formas graves de diarrea causada por rotavirus.
Y argumentó que "lo más importante es que nosotros les estamos dando a los familiares información impresa -yo no podría avalar ninguna información de tipo verbal- que ellos inclusive nos firman de recibido".
Es cierto, de alguna manera y para algunos efectos legales, el Consentimiento Informado borraría todo indicio de cómo, por qué y para qué se consiguió "vacunar" a los bebés.
La estrategia GSK-IMSS para "reclutar" bebés consistió, de acuerdo con Velázquez Castillo, "en irnos a tres Unidades de Medicina Familiar (UMF) estratégicamente ubicadas, que son las unidades donde se encuentran los servicios de medicina preventiva y donde habitualmente se vacuna a los niños derechohabientes incluso a la población abierta para el esquema básico de vacunación".
Las UMF consideradas estratégicas por Velázquez Castillo y en las cuales se "aplica el biológico" a los bebés son: al norte, la 2, en la colonia Santa María la Rivera; al centro, la 9, en la colonia San Pedro de Los Pinos y al sur, la 7, en la colonia Huipulco. Pero además, estas UMF fueron surtidas de todas las UMF adyacentes, en las que se llevó a cabo la "promoción".
La cacería de bebés desde fetos se hizo mediante promoción telefónica, y se reclutaron bebés con una estrategia similar a las de las UMF. Al norte se "contactaron" a las mamás que dieron a luz en el Hospital de Gineco Obstetricia (HGO) anexo a la clínica 27; al centro, en el HGO 4 y al sur en el servicio de Gineco Obstetricia del Hospital General de Zona 32.
El costo del impresionante dispositivo para "reclutar" bebés aparentemente es absorbido por GSK a través de un convenio de investigación firmado con el IMSS, ya que existe un interés "mutuo", comentó Velázquez Castillo.
El tiempo de observación de los bebés es a largo plazo, en algunos casos se vigilarán hasta un año y en otros hasta dos años después de haber aplicado la última dosis oral de la "vacuna". "Obviamente -indicó Velázquez Castillo- lo que esperamos es que el grupo de niños que hayan recibido la vacuna padezcan un menor número de casos de diarrea grave debido a rotavirus".
 
"Cazadores de bebés" continuará con: "Velázquez Castillo entre la sospecha y la desconfianza"

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