“Vamos México”
A través de este organismo, la señora Marta Sahagún de Fox ha utilizado recursos públicos federales a su servicio, se ha aprovechado de su posición privilegiada e influyente como consorte del Primer Mandatario y ha generado una estructura paralela a la Presidencia de la República y a las instituciones del Estado dedicadas a la atención en pobreza extrema.
El escándalo surgido por la impresión de un millón 500 mil ejemplares del libro “Cómo proteger a tus hijos contra las drogas”, ordenado por Marta Sahagún de Fox, tomó su forma legal el 28 de noviembre de 2002, cuando el diputado federal perredista Elías Martínez Rufino, presentó ante el pleno de la Cámara de Diputados una proposición con punto de acuerdo para solicitar a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) “que investigue el posible desvío de recursos públicos federales a cargo de la Fundación “Vamos México”.
El mismo día, la presidencia de la mesa directiva de la LVIII Legislatura, resolvió: “túrnese a la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación”, desde entonces, al presunto desvío recayó el número de expediente 2727.
Surgieron entonces por doquier las voces protectoras de Marta Sahagún, que argumentaron que la ASF no tenía “facultades” para investigar “entes privados”, pero surgieron también las voces calificadas. Víctor Roberto Infante González ataja: “la ASF tiene todas las facultades que le da la Ley de Fiscalización que aprobamos en la actual legislatura.”
Y explica:
— Creo que hay que ser muy precisos y muy cuidadosos de esta circunstancia. La solicitud que hizo el Partido de la Revolución Democrática (PRD) para auditar a la Fundación “Vamos México” fue revisada en términos muy cuidadosos por la Comisión de Vigilancia porque se hablaba de auditar a dicha Fundación.
La Ley de Fiscalización ya habla de la posibilidad de que se puedan auditar entes públicos y privados, personas físicas o morales que reciban, recauden o administren recursos federales.
Hay la evidencia de que una dependencia del gobierno federal, un organismo descentralizado o desconcentrado hubiera entregado recursos a esa Fundación, por ello el oficio va muy claro hacia el auditor Superior de la Federación por parte del diputado Manuel Galán, para que se revisen primero las dependencias que eventualmente o supuestamente pudieron haber entregado recursos a la Fundación “Vamos México” y, de confirmase esto, se practique también una auditoría a dicha Fundación.
Y, para acabar con las dudas, Infante González, integrante de las comisiones de Seguridad Social y de Vigilancia de la ASF, remata:
— Si hubiera o se comprobara el supuesto que planteó el diputado del PRD -de que se utilizaron recursos públicos en dicha Fundación-, por supuesto que la ASF está facultada, porque así lo establece el artículo segundo de la Ley de Fiscalización Superior.
EL CINISMO
Estaba reciente otro escandaloso caso, por eso, el 4 octubre de 2002, y al término de su comparecencia ante la Cámara de Diputados, Imagen Médica preguntó a Julio Frenk Mora:
— ¿Qué medidas tomará la Secretaría de Salud en cuanto a la corrupción que la Auditoría Superior de la Federación encontró en el Hospital General de México?
— “Yo sí quisiera señalar -y que bueno que me lo pregunta- que se ha hecho una investigación muy exhaustiva y las discrepancias que hubo en número se debieron a problemas de registro. De hecho, intervino la Auditoría Superior de la Federación que está fuera de toda duda porque es un órgano del Legislativo. De manera que su imparcialidad está fuera de duda y no se han detectado ese tipo de irregularidades, hay discrepancias en registros, pero están todas explicadas.
Pero en ese caso, y en todos, yo sí reafirmo, aquí, que el compromiso del gobierno del presidente ha sido muy claro: vamos a aplicar los recursos con absoluta honestidad y, en cualquier caso de corrupción que se detecte, se va a proceder con toda la energía.”
Paradójicamente, días después, el periodista Miguel Badillo dio a conocer a la opinión pública algunos documentos que presumen el uso de dinero público a favor de la Fundación “Vamos México”, y que involucran, entre otras dependencias, a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y a la Ssa.
Y es que, entre ambas Secretarías de Estado y “Vamos México”, se da una siniestra y turbia relación al menos en cuatro programas, Arranque Parejo en la Vida; Niños y Adolescentes sin Adicciones; Tecnología Educativa y, Escuela y Guía para Padres.
Aunque de los documentos se desprende que la cabeza de la sucia orquesta es Reyes S. Tamez Guerra, secretario de Educación Pública, en ellos se revela que, a inicios de 2002, Frenk Mora ya había obtenido la “cesión” de derechos de autor de la obra titulada “Cómo proteger a tus hijos de las drogas” y que además, tenía “concertado con la Fundación, la aportación del papel y la cartulina necesarios para la elaboración de un millón 500 mil libros.”
No es todo, de acuerdo con los documentos, Frenk Mora también “acordó”, con la sociedad civil y en forma coordinada, “aportar recursos para la producción y distribución de los ejemplares indicados, de los cuales, 224,000 serán destinados a las bibliotecas de las escuelas del Sistema Educativo Nacional”.
Según el Informe de Avances y Resultados Octubre 2001-Marzo 2002 fechado el 23 de abril de 2002, “Vamos México” asegura que uno de los “avances” de su programa Niños y Adolescentes sin Adicciones -coordinado por la Ssa-, es que “se están desarrollando 3 mil paquetes informativos para prevenir adicciones y se encuentran en proceso de impresión 3 millones de ejemplares del libro Cómo proteger a tus hijos contra las drogas junto con los Centros de Integración Juvenil A.C.
Es decir, la presunta impresión del millón y medio de libros restantes, no es investigada aun.
LA CÁRCEL
“Vamos a aplicar los recursos con absoluta honestidad y, en cualquier caso de corrupción que se detecte, se va a proceder con toda la energía”, repite sin cesar el
secretario, por cierto, ausente de México por largo tiempo a costa del erario público y en busca de presidir la Organización Mundial de la Salud (OMS), cargo al que aspira mientras que niños recién nacidos se mueren a puños por diferentes latitudes del país a pesar, por supuesto, de Arranque Parejo en la Vida y “Vamos México”.
Sin embargo y aunque las pocas probabilidades llevaran a Frenk Mora a ocupar la OMS, eso no lo eximiría de recibir una sanción en el muy probable caso de que la ASF lleve al fondo las investigaciones. De los resultados de la auditoría, dice el senador Elías Miguel Moreno Brizuela, “la sanción puede ser desde una amonestación hasta la expulsión del cargo que ocupa”, incluso, sentencia, “la cárcel”. “Puede ser tan grave como la cárcel”, reafirma.
Moreno Brizuela, también presidente de la Comisión de Salud y Seguridad Social del Senado, abunda:
— La Fundación “Vamos México” es una Fundación privada, o sea, no tiene nada que ver con el gobierno federal, sin embargo, ha hecho uso de múltiples recursos del gobierno federal y ahí están cayendo en un ilícito de peculado el propio presidente de la República y el secretario de salud -y no tanto la señora Marta Fox, porque ella no tiene ningún cargo dentro del gobierno, es solamente la esposa del presidente-.
Y son varios secretarios de Estado los que han estado apoyando a esa señora que tiene unas aspiraciones estilo Eva Perón -aunque nada tiene que ver una figura tan pequeña como la de Marta Fox comparada con una figura enorme como lo fue Eva Perón-, está tratando de imitarla, y Fox está tratando de impulsar a su candidata a la presidencia de la República para dentro de cuatro años.
Entonces, están cometiendo un cúmulo tan grande de ilícitos, que caen en el cinismo político. Usando recursos públicos -la señora ha viajado a otros países como representante del presidente de la República para presentarse como mandataria- han violado la Constitución.
Es bastante grave, y por eso le están haciendo la auditoria a todos los actos de “Vamos México”, porque hay la presunción y las denuncias presentadas, de que se está haciendo uso de recursos federales.
Con el senador coincide el diputado federal José Antonio Magallanes Rodríguez, secretario de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación, quien señala:
— Yo creo que de entrada y dependiendo del monto desviado que señale la auditoría, se haría acreedor a lo que dice la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos: desde un extrañamiento o separación del cargo, hasta una imposición de carácter pecuniario, tanto administrativo, como penal si fuera el caso.
Cuando menos sería un extrañamiento y, si en la desviación se comprueba que hubo un daño a algún programa de la Secretaría de Salud y que por esa desviación se haya cancelado algún programa de vacunación o haya resultado algún problema de brote de enfermedad, obviamente habría una responsabilidad grave hacia el secretario.
— ¿Se llegaría a la denuncia penal determinando que tan grave es el desvió de recursos?
— Si la auditoría nos notifica que se cancelaron por ejemplo, campañas de vacunación en prevención de enfermedades infecto-contagiosas y eso fuera sinónimo de que hubiera muertes y epidemias en algunas comunidades de la República Mexicana: por supuesto que él sería presunto responsable de esta falta grave.
El secretario es el responsable de aplicar el presupuesto para prevenir enfermedades y, si hubo muertos, pues ya su responsabilidad sería mayor. Pero eso no lo podríamos asegurar hasta no tener totalmente el detalle de los daños y poder probar esa desviación de recursos de acuerdo con la auditoría.
— ¿Qué pasa si se va a la OMS y resulta responsable?
— Después de que renuncia un secretario le queda un año para responder de forma directa de todos sus actos.
— ¿Un año?
— Sí. Y después de ese año, en el que responda de su manejo administrativo, se cancela su facultad hasta cinco años después. Pero tiene que responder de su actuación y de sus autorizaciones hasta un año después, como mínimo. El que esté en otro espacio, no lo exime de la responsabilidad que tuvo como secretario de Salud.
Con información de Jani Luna González
