Comitán, diciembre sin medicinas
De Minjares Robles a Moreno Brizuela:
¿por qué bloquea el foro nacional de salud?



Jani Luna González
20 de febrero de 2003

El patético cuadro chiapaneco se complementa con un crónico desabasto de medicamentos e insumos, que si bien está generalizado a todo el país, parece criminal en lo particular en el Hospital General de Comitán. A ello se suma la total inoperancia del programa asistencialista y personal de Marta Sahagún, Arranque Parejo en la Vida.
El otro programa, “el más importante del foxismo” en materia de salud tampoco suena, el “malhadado” seguro popular.
Por eso y más, José Luis Minjares Robles acompañó a Raúl Belmonte Martínez y José Héctor Arciniega Nieves -director “en el exilio” y subdirector del hospital de Comitán respectivamente- a “recuperar la voz que ha sido arrancada a los médicos”.

EL DESABASTO

¿Cómo estuvieron en abasto de insumos y medicamentos en diciembre?, ¿de qué le ha servido a Chiapas el programa Arranque Parejo en la Vida de acuerdo a la estructura desmembrada de las comunidades a raíz del plan contrainsurgente?
Se le preguntó a Belmonte Martínez.
— En cuanto al abasto se siguió la misma problemática de todos los meses pasados, una situación de incertidumbre y en donde yo les he dicho: seguimos siendo hospitales en donde todo hay de nada y en donde nada hay de todo. Vivimos bajo la incertidumbre del va a haber, va a llegar, ¿qué llegará?, ¿será suficiente? Eso fue durante todo el año 2002. Diciembre no fue la excepción, es más, incluso desde noviembre se nos avisó que nosotros teníamos un gasto operativo -amarrándonos el cinturón y cerrándonos casi medio estomago- de 200 mil pesos al mes. En noviembre tuvimos 40 mil pesos, y se nos avisó que no había más, que a ver cómo le hacíamos.
Entramos a diciembre con esta incertidumbre tan importante y tan severa, y se nos apoyó con 100 mil pesos más. Los canalizamos fundamentalmente a la compra de medicamentos para las áreas más problemáticas y de mayor riesgo: urgencias, cuidados especiales de adultos y pediátricas, y quirófanos.
Y Arciniega Nieves coincidió:
— Operativamente en todo el año no tuvimos abastecimiento de medicamentos, insumos y materiales, se nos autorizó una dotación de 100 mil pesos mensuales para la compra de los medicamentos necesarios con todo lo que esto implicaba; es diferente comprar al mayoreo que estar comprando al menudeo.
El primer surtimiento de material, de soluciones y equipo fue en septiembre del 2002, y ya el resto de los meses fue en esa incertidumbre. Para diciembre se nos autorizaron 100 mil pesos para comprar y nosotros priorizamos las áreas críticas: equipos rojos, los medicamentos para responder a la urgencia en unidad de cuidados especiales tanto pediatrico como adulto, en urgencias y en quirófano. No tuvimos un abastecimiento constante de medicamentos y de insumos.
¿Y sobre Arranque Parejo en la Vida?
Belmote Martínez escuchó y dijo: “Arranque Parejo creo que apenas inició este mes”. Luego, se dirigió hacia el subdirector y le preguntó: ¿sabes que cosa es?, porque yo no sé que cosa sea.
Entonces, Arciniega Nieves apuntó:
— Es un pronunciamiento que se hizo en una ceremonia en Tapachula.
Pero hacia el Hospital General apenas se está diseñando lo que sería el programa de Arranque Parejo con el famoso modulo “mater”, que prevé que haya un ginecólogo las 24 horas del día para embarazos de alto riesgo y para que de la consulta, aparte del que atiende la urgencia obstétrica.
En el hospital tenemos dos ginecólogos para las 24 horas del día, y parece ser que se está diseñando una de las estrategias que se va a operativizar. Esperemos que tenga resultados, porque ha habido otros programas que asumen esto, como el programa de Salud Reproductiva, el programa Hospital de Amigos del Niño y de la Madre, y ahora viene Arranque Parejo. Son visiones no sé si nuevas, novedosas o es lo mismo, pero con otro nombre.
¿Al seguro popular tampoco lo conocen?
Belmonte Martínez: “No, ni ha llegado todavía”.
Arciniega Nieves:
— Estuvimos hablando en torno al seguro popular, aunque personalmente yo no le veo ventajas. Si la estrategia es la capitalización inmediata, o una manera de capitalizar al sector salud, las repercusiones van a ser importantes. Si tenemos un sector salud con serias deficiencias de insumos, de abasto y de medicamentos, al tener una población asegurada su percepción va a ser que tiene derechos para recibir los servicios de salud por los que se aseguró, ¿qué va a pasar en el momento en que nosotros no podamos satisfacer esos derechos como institución? Las demandas aumentarían, porque ya no es el beneficiario de la institución, ya es el asegurado que llega a la institución a exigir un derecho.
¿Qué va a pasar cuando tengamos un paciente asegurado -que tenemos muchos porque es la segunda causa de ocupación del hospital- con traumatismo cráneoencefálico por accidente?, la norma dice que tiene que tener una tomografia, pero no tenemos tomógrafo, ¿quién le va a pagar a la tomografía?
Minjares Robles:
— El problema en ese sentido -como yo lo veo- es que bajo esas exigencias aumentaría el clima de linchamiento en contra del medico, ese es el punto final del problema del seguro popular. ¿Cómo lo van a resolver?, ha habido gobernadores que le han ofrecido al señor secretario que le pagan la cobertura de la gente asegurada con tal de librarse del problema en salud, entonces, son situaciones para las que necesitamos buscar esquemas de atención, es por lo cual hemos propulsado la idea del foro para calibrar experiencias ajenas, en donde ya han tenido resultados con estos esquema de salud.
Cuando invitamos al doctor Julio Castro, él declaró públicamente que todos los seguros populares que se han implementado en Latinoamérica han sido deficientes.

EN BUSCA DEL DEBATE NACIONAL

Casi para finalizar la entrevista, el diálogo se dio con el doctor Minjares Robles.
¿Cuál es su visión del problema chiapaneco? ¿Por qué su intervención de traer a los médicos a exponer esto al Congreso, a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos? ¿Cuál es la conclusión de todo esto? ¿Qué espera usted que suceda?
— El interés es el de recuperar esa voz que nos ha sido arrebatada después de los sucesos de 1964-1965, en donde la voz del médico fue acallada y se le entregó la representación a las dos academias, a la Nacional de Medicina y a la Mexicana de Medicina. Desde entonces sólo ha privado la voz del poder y lo que como comparsa a significado la voz de las academias.
En ese contexto, la voz del médico -con todos sus valores ancestrales con los cuales ha ejercido su profesión- se ha ido haciendo a un lado. Se ha hecho prevalecer en salud un esquema salubrista que responde sólo a los intereses de un grupo en el poder y cuyos intereses han quedado muy delineados al paso de los años como grupos de interés político, como grupos de interés económico en el área de la salud, y esto ha dado al traste con el lugar que el médico tenía en el pasado.
En este sentido, contribuyo con esto a rescatar esa voz. Le decía hace un momento a Tapia Conyer y a gente que lo acompañó, que si el mismo secretario de Salud, Julio Frenk hablaba de que si la salud es un punto de encuentro, pues la voz del médico era la que no contaba en este Sistema Nacional de Salud.
Mi pretensión primaria es esta y, seguidamente, contribuir de alguna manera a introducir el debate nacional en salud, porque aquí lo único que se ha hecho prevalecer son voces únicas y de ninguna manera se ha permitido que otras voces participen.
En este sentido yo quiero señalar que un proceso que fue idea nuestra -que es el convocar un foro nacional de salud y que empezamos a instrumentar desde el mes de septiembre, que lo mencionamos y lo trabajamos en la reunión de Cancún-, resultó del beneplácito de los senadores, y ahora nos encontramos con que existe un bloqueo al mismo. Esto nos da una imagen muy clara de cómo son los intereses que se hacen prevalecer en la salud.
¿Cuáles son esos intereses? Pues son los intereses empresariales, los intereses de grupo que buscan por encima de todo darle curso a un compromiso político establecido desde el mismo Gobierno de la República, desde el Ejecutivo, que es prácticamente mercantilizar la salud dejando de lado sobre todo la voz de los médicos y su participación en ello, convirtiéndonos sólo en una parte de ese engranaje y en beneficio de las corporaciones políticas y económicas que están accionando sobre esto.
Vivimos un clima de linchamiento en contra del médico y esto tampoco es fortuito, esto ha sido creado desde hace años, de hecho, yo participo ahora de este esfuerzo con los colegios.
A partir de que se habló de crear la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed), yo le dirigí un documento a Juan Ramón de la Fuente haciéndole ver los inconvenientes e incluso las violaciones constitucionales que esto significaba.
Pero bueno, esto ya estaba enmarcado dentro de la promesa que el tratado -que no es tratado, sino acuerdo de libre comercio- hacía para regular las profesiones, establecer ciertos mecanismos de disciplina profesional y obedece a eso la creación de la Conamed, además de que esto se inserta en un engranaje adicional que le permite dar chamba a los favoritos del poder, pero que finalmente es el brazo armado de la Secretaría de Salud para mantener a los médicos de rodillas.
La Ssa, en su versión de los derechos de los pacientes y de los médicos -que las dos son plagios que nos hicieron- ellos sólo aceptaban ver y así está escrito, que sólo aceptan la responsabilidad del médico con su paciente dejando de lado la responsabilidad institucional.
Queda claro entonces que esto fue creado con la finalidad de proteger a la institución y convertir al médico en la única variable de ajuste del Sistema Nacional de Salud, como ha ocurrido hasta la fecha.
Todo este proceso es algo que tenemos que revertir haciendo que los actores participen y se comprometan de acuerdo con los principios -que como usted puede ver aquí los doctores ya expresaron en el sentido mismo de que hay que corresponsabilizar a la sociedad y es algo de lo cual ellos y su servidor no habíamos hablado en el pasado porque no nos conocíamos, y son los principios que nos unen y que buscamos hacer prevalecer- ahí nos encontramos en el camino los intereses políticos y económicos que siempre han estado y estarán en ello.
El interés mayor es introducirlos a un debate nacional, y que deje de ser un ámbito de competencia de un grupo determinado.
Los resultados de todas estas visitas, ¿cómo los considera?
— En términos positivos porque ya existe la posibilidad de que el poder asuma que existen ciudadanos y que pueden llegar a ellos -yo creo que la parte más positiva puede haber sido llegar con Tapia- porque en el pasado esto no era posible, esto es definitivo.
La distancia que el poder ha impuesto con los gobernados ha sido eso, una barrera que no se podía eliminar.
La otra es que los senadores y los diputados vean que no están solos, y que hay una sociedad civil corresponsable, que puede ser interlocutora y que estamos dispuestos ya no a exigir, sino a asumir. Ésta es la parte -en términos de bondad- de lo que podríamos estimar de lo que ha sido la estancia de los doctores en la ciudad.
¿Qué pasó en la Comisión de Derechos Humanos?
— Era importante también asistir en virtud de que se creó una comisión precisamente para investigar estos hechos, y a la cual nosotros no fuimos invitados, fueron invitados la parte gubernamental, las dos academias, y nosotros que formamos parte de la sociedad civil no fuimos convocados, por lo cual incluso le reclamé a la asistente del doctor Soberanes.
Y la importancia que esto tiene, yo les diría en un marco más amplio que el Sistema Nacional de Salud que está en una profunda crisis y que en el Comitán de Chiapas -porque tenemos miles de Comitanes- lo que pasa es que no repercute en una imagen más concreta por esa propulsión política que se le dio.
En el caso de Comitán no se ha demostrado que haya habido una infección nosocomial, podemos decir una epidemia limitada dentro de la estructura hospitalaria que podría dar la pauta para pensar en una responsabilidad profesional y que todos son en este caso eventos aislados y que relacionan a la muerte desafortunadamente, pero no se puede establecer esa connotación de responsabilidad.
Sin embargo, los medios lo han utilizado para llevarlo a un amarillismo y un clima de linchamiento en contra del médico, pero en esa crisis del sistema nacional podemos abordarlo, yo he reflexionado sobre ello y sobre estas bases:
Finanzas: en México se dedica el 2.33 por ciento a la salud cuando al Fobaproa se le dedica el 14 por ciento; educación el 8 por ciento, en el caso de la división que existe entre las instituciones IMSS, ISSSTE , Fuerzas Armadas, Marina, etc, en cada una se pierde el 35 por ciento en gastos administrativos lo cual limita la cobertura en todos ellos y repite de alguna manera las derechohabiencias en forma improductiva.
En términos de la demanda y la oferta, las demoras que les da el mismo sistema y los riesgos que ello conlleva, el desabasto en insumos y medicamentos, la calidad de la atención que se presta es variable, existe burocratismo y corrupción, la relación médico paciente nunca ha sido considerada, sino que ha sido un programa puramente salubrista, asistencialista, que no contempla esto desde el marco de referencia que puede ser el médico con su paciente.
Existe desconfianza e insatisfacción tanto en médicos como en pacientes, la sobrecarga de trabajo sobre las cuales gravitamos, lo que se ha convertido un circo de tres pistas que es la prescripción y publicidad de productos en todos lo medios de difusión y luego la aparición de entes económicos que ya existían en el pasado: la industria farmacéutica.
Ahora han aparecido las Farmacias de Similares que incluso están realizando una intromisión en el ejercicio profesional del médico, porque crean consultorios paralelos y ofrecen consultas gratis a un costo totalmente ridículo, pero que no pueden satisfacer en este sentido las necesidades de la población.
Esto es en perspectiva lo que yo vería como la crisis del Sistema Nacional de Salud, y que sin embargo, si bien los funcionarios en turno dicen conocer y saber, la realidad es que no hacen nada para solucionarlo.
Yo le preguntaría al senador Moreno Brizuela, a los senadores en general y a los diputados por qué están bloqueando el foro nacional de salud que nosotros convocamos, ¿cuáles son los intereses que están atrás? Les agradecería que nos los respondieran.

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