Por Bibiana Faulkner
Twitter: @hartatedemi

 

Si eres una persona a la que no le gustan los spoilers, mejor ni leas porque no quiero que te enojes conmigo.

Hablaré poquito de estas películas: “Blue is the warmest color”, “Silver Linings Playbook”, “Eat, Pray, Love”, “Dear John” y “Now is good”, todas basadas en libros.

 

Blue is the warmest color


 

 

 

“I have infinite tenderness for you, and I will my whole life…”

—Emma.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Vi esta película hace un par de semanas y —como mucho de lo que hago últimamente—, me empeñé en saber qué sentía cuando la veía; y, bueno, sentí de todo: me enojé, entristecí, me excité, sonreí como siendo cómplice de la historia y por poquito me pongo a llorar.

Adèle es una muchacha de 17 que se enamora de Emma (10 años mayor) y viceversa. La película está dividida en dos: Adèle adolescente y Adèle adulta. El caos se presenta cuando Adèle llega a casa con ganas de Emma; Adèle la toca, la acaricia, la ansía, la besa, en serio la desea; Emma esa noche no la amaba. Adèle se acuesta con un muchacho y, aunque trató de ocultarlo, hasta los espectadores nos dimos cuenta: el momento clímax. Y, bueno, a pesar de que en cada cuadro de la película, el color azul está presente, la historia termina en tragedia porque las muchachas no se quedan juntas. En serio, ¿qué peor tragedia que esa?

 

Silver Linings Playbook

 

 

 

 

“I need you so fucking bad”.

—Pat.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta ha sido la única que me obsesionó de tal manera que leí el libro después de ver la película 3 veces. Pat me llenó de ansiedad (todo el tiempo) y de Tiffany sigo todavía enamorada (de hecho ahí nació mi crush con Jennifer Lawrence).

Me carcajeé, me fasciné, me enojé mucho con Nikki, me identifiqué y me morí de amor para luego revivir y venir a contarles un poquito. Ya no contaré más; véanla si no la han visto y lean el libro si no lo han hecho. (Qué impositiva, já.)

 

Eat, pray, love

 

 

 

 

 

“A true soul mate is probably the most important person you’ll ever meet, because they tear down your walls and smack you awake. But to live with a soul mate forever? Nah. Too painful. Soul mates, they come into your life just to reveal another layer of yourself to you, and then leave”.
—Liz Gilbert.

 

 

 

 

 

 

Siempre hablo de esta película y hasta he repetido un texto que hice platicándola, pero ahí va otra vez porque sí, porque es importante para que me entiendan (en serio): la cosa es que la protagonista de la película viaja alrededor del mundo para descubrirse y encontrar su equilibrio emocional; Liz deja todo —incluso el amor—, por “encontrarse”. Y qué sé yo, no la culpo. Miento, sí la culpo, pero me entró la nostalgia porque me recordó a una novia que yo tuve, la muy ingrata me dejó que porque no entendía nada; yo me puse a llorar como Felipe (Javier Bardem) y esperé un milagro que se hizo realidad cuando regresó, já, tan igualito a Felipe.

Nueva York, India, Indonesia, Italia, un gran guion y Julia Roberts: buena vida, ¿no? No me interesa qué diga Rotten Tomatoes.

Además hay una parte del guion que se quedará en mí para siempre (porque soy una romántica irremediable) en donde se habla de los miedos; un muchacho dice que es la primera vez en su vida que siente miedo porque quien ama, podría, tal vez, irse algún día. Y, no sé, yo también.

 

Dear John

 

 

 

 

 

I fell in love with her when we were together, then fell deeper in love with her in the years we were apart“.

—John.

 

 

 

 

 

 

No, la película no es de mis favoritas (incluso está lejos de mis favoritas chick flick), pero sentí mucho.

Channing Mi Amor Tatum hace el papel de “John” y Amanda Sin Chiste Seyfried de “Savannah”. Los muchachos se enamoran, pero John es un soldado, entonces, como defender a la patria siempre estará primero, se va a la guerra y Savannah le envía cartas de amor. John la visita poco, pero en serio, una va viendo la película y piensa: “Cuando están juntos la pasan tan bien que cuando la pasan mal, ni cuenta se dan”.

Savannah le manda una última carta de desamor, resulta que la muy puta (sin entrar en conflictos de fidelidad, pues recuerden que estoy escribiendo desde las vísceras) se casará con otro hombre porque ya se cansó de esperar y en ese pueblo de Carolina del Sur siente que la vida se le acaba.

El final es abierto, pero dan ganas de que sea cerrado y John se regrese a la maldita guerra.

 

Now is good

 

 

 

 

 

Our life is a series of moments. Let them all go. Moments. All gathering towards this one“.

—Tessa.

 

 

 

 

 

 

 

 Dakota Fanning interpreta a “Tessa”, una chica que está muriendo de leucemia. Bien, aunque sabemos dónde parará la película porque que yo sepa, en enfermedades terminales no hay milagros, la trama envuelve, ¿será que encontramos un morbo irrefutable en ver cómo muere alguien joven que por fin ha conocido el amor? Tipo “My Sister’s Keeper”, sí, pero en esta lloré ríos; no logré descifrar si lloré tanto por lo sensible que estaba porque ya casi entraba en mi periodo o porque sí dan un chingo de ganas de llorar. Esta película, kleenex, palomitas y una amiga que no la juzgue por su llanto, es buena idea para un fin de semana.

 

Las tres primeras películas me gustan mucho, la segunda sí es de mis favoritas, la cuarta me vino a la cabeza cuando pensé en películas (aunque en serio no sé bien por qué) y con la última, pues pasa que jamás había llorado tanto con alguna película, es más, ni con la de “One Day” protagonizada por mi otra novia Anne Hathaway. En fin, quería hablar de emociones con las películas y esto fue lo que salió.

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