Narcotráfico de mostrador

La Secretaría de Salud con los ojos vendados

Jani Luna González y Valentín Cardona
30 de Enero de 2002

 

Ante los ojos complacientes de la Secretaría de Salud se da una lucha estéril de la Secretaría de la Defensa Nacional (SDN) y de la Procuraduría General de la República (PGR), contra un tráfico de drogas que existe y que es real, llamado por el diputado federal Juan Alcocer Flores, narcotráfico de mostrador.

Es un narcotráfico que provee de enormes recursos a trasnacionales farmacéuticas y a los industriales de las farmacias, quienes finalmente y a través de la "receta del médico", surten las drogas lo mismo a un enfermo que a un drogadicto o a un narcotraficante.

Nada ni nadie los regula, el mercado es libre, de grandes ganancias a muy bajo riesgo. La historia se da en un país miserable, bajo un sistema de salud y de justicia que permanece impune en el nuevo gobierno "del cambio", luego de haberse incubado y desarrollado en el "viejo sistema" las últimas décadas.

El narcotráfico de mostrador funciona como cártel organizado, cuyos tentáculos parten desde la producción de los psicotrópicos hasta los médicos que los prescriben. Uno de tantos organismos inútiles que pudren la administración pública federal, de los creados sólo para sangrar las finanzas nacionales, también es complaciente: el Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic) a cargo del "experto" en narcotráfico Guido Belsasso.

ES SIMPLE

En entrevista exclusiva con Imagen Médica, el diputado platica que elaboró una iniciativa sobre psicotrópicos, y que una vez que fue aprobada por la Cámara de Diputados, se envió al Senado de la República para su estudio y en su caso, aprobación.

— No se difundió en la prensa, o tal vez no la vimos, se le comenta al diputado quien contesta:

— No, porque lamentablemente y se los digo muy sinceramente sin deseo de ofenderlos pero ellos, lo que buscan, son escándalos, buscan exhibiciones, buscan amarillismo, buscan, con perdón de la palabra, exclusivamente pendejadas. Es lo que publican porque es lo que saben vender, lo único que saben vender los periodistas son escándalos y amarillismo, no saben vender otra cosa, y como es lo que más se vende, pues venden mierda, eso es lo que finalmente venden los periódicos y sobre todo las televisoras.

Entonces, aspectos importantísimos como por ejemplo, tuvimos un foro de fecundación asistida, donde vinieron científicos de la UNAM, donde el tema tiene aristas importantísimas desde el punto de vista religioso, ético, científico, hicimos una rueda de prensa y los señores no sabían que preguntar, pero como no había escándalo, como nadie se había orinado, como nadie se había desvestido, como nadie se había peleado, pues no sabían los periodistas que preguntar. Lamentablemente esos son los medios, lamentablemente nosotros no podemos poner en ridículo a los medios, como los medios nos ponen en ridículo a nosotros, pero los medios, francamente… de veras, están del asco! Se los digo con toda sinceridad y sin deseo de ofender, pero esa es la verdad.

— ¿Podemos hablar de su iniciativa sobre psicotrópicos?

— Es muy sencilla. A la fecha, porque no se ha aprobado en la Cámara de Senadores, cualquier persona puede agarrar una computadora y ponerle ahí, por ejemplo: Doctor Francisco Gil Díaz, médico cirujano, le ponemos un número de melate como registro de profesiones, un número preferido de la Secretaría de Salubridad y Asistencia, la mandamos imprimir -aquí en la impresora cualquiera común y corriente, ponemos la hoja, la partimos a la mitad-. Se le pone, por ejemplo, número uno: dos frascos de Ativán de 2 miligramos -con letra fea, para que se vea que es de médico-, tomar una cada 24 horas por la noche. Y luego se le pone, Dx, diagnóstico: insomnio crónico, se le pone una firma así con muchas bolitas, dos o tres estrellitas, y se manda a la farmacia. La farmacia la ve y la surte.

¡Cualquiera lo puede hacer! Y no solamente así puede salir un medicamento psicotrópico de la farmacia, hay gente más ingeniosa que hace lo que yo llamo narcotráfico de mostrador. Va a una imprenta y dice: con este modelo sácame dos mil recetarios y ya; se pone a recetar sin ningún problema, sin ningún título, sin nada.

Otra forma es la siguiente: se supone que las farmacias deben de tener sus libros de control, donde llevan un control de los medicamentos clasificados, pero el problema es que llega la factura de Nacional de Drogas, de Autrey, o de quien sea, y los medicamentos psicotrópicos vienen en la factura revueltos con perfumería, peines, lo que sea necesario.

Entonces, el farmacéutico tiene que decir: bueno, me llegaron cuatro cajas de Valium, las llevo, constato y las registro como ingreso en el libro respectivo, y después, a recibir las recetas y dar la salida de cada una de ellas, de tal forma, de que cuando llegue el inspector de salubridad diga: recibí cuatro de Valium y aquí están las cuatro recetas que amparan su salida. Así sería lo correcto, pero eso no ocurre en todas partes.

Hay farmacéuticos a quienes les llegan las cajas, y por ejemplo, registran una factura sí y una factura no, entonces llega una persona adicta a esos productos y le dice: pues dame una caja de Valium, –pero vas a necesitar receta, –no…, pues no la traigo, –uh… pues no!…, mira, yo tengo que decirle al médico que me de la receta y pues me cobra tanto por la receta, y así, si quieres, te las vendo; pero te cuestan más caras. Y las menudean como si fueran chicles o galletas, las menudean al precio que les da la gana.

LAS CONSECUENCIAS

En su oficina del Congreso de la Unión, Alcocer Flores se pregunta: ¿Por qué es delicado que estos productos se manejen con tal discrecionalidad y tal descontrol?

Y aclara:

— Porque tenemos adolescentes que se suicidan con este tipo de productos, porque tenemos pacientes que se automedican para poder dormir y naturalmente sabemos que la tolerancia del cuerpo varía, un día con cinco miligramos se puede obtener el sueño profundo, pero otro día con cinco miligramos puede tener un paro respiratorio.

Tenemos también conductores de camiones que a veces toman medicamentos para no dormir, y van y se estrellan contra tu familia o contra la mía, porque en ocasiones evidentemente ya no les hace efecto o se quedan dormidos en el volante confiando en que la pastilla les quita el sueño y van y se estrellan contra quien pueden, tenemos otros pacientes adictos a otras drogas que mezclan el famosísimo Rohipnol con resistol inhalado, o con mariguana, tenemos medicamentos como gotas oftálmicas que producen alucinaciones y esas ni siquiera tienen control… ¿Se imagina?

De profesión médica, el diputado explica:

— Se ha dado un descontrol terrible en la prescripción, y esta iniciativa de ley también tiene por objeto darle precisamente la exclusividad al médico de poder prescribir ese tipo de medicamentos, porque además, el médico para eso estudió.

La iniciativa propone que esos medicamentos solamente se adquieran con un recetario que contenga ‘código de barras’, sabemos que el ingenio del mexicano es fabuloso, que en tepito se puede conseguir cualquier tipo de cuestión pirata, que tal vez algún día también se puedan falsificar estas recetas con código de barras, por eso yo había propuesto que tuvieran holograma.

Me pusieron muchos peros para los hologramas, que nada más había 10 imprentas en toda la República que pudieran hacer el holograma, que se iba a elevar mucho el costo, esto, desde luego, sin razón. ¿Qué tanto se eleva el costo?, ¿qué tanto se va a elevar?…, pues que cada hoja tendría un costo hasta de dos pesos, ¡válgame! ¿Eso es elevar el costo?, los dos pesos si al médico le duelen en su bolsillo, pues que los transfiera al paciente y se acabó! ¿no? Con el código de barras, la Secretaría de Salubridad da una clave para cada médico que lo solicite, así se manejan los medicamentos!

Hay otros medicamentos que son más controlados, que son todos los medicamentos que utilizan los anestesiólogos –Fluetap-, ese tipo de narcóticos que por su naturaleza tienen recetarios especiales. No hace mucho -mi papá también fue médico-, en su consultorio tenía un recetario con un papel muy parecido a las letras de cambio, un papel de seguridad, foliado incluso, con talonario, para que cuando terminara de anotar el nombre del paciente, se entregaba. Así se manejaban antes los psicotrópicos, desapareció eso no se en que fecha y por qué, pero actualmente se pueden conseguir como conseguir mazapanes, así de plano. Y además, por ejemplo en la frontera, es muy común que los norteamericanos o la gente que vive del otro lado venga a surtirse a México no sólo de psicotrópicos, sino de otros medicamentos que en Estados Unidos son muy caros y están muy controlados.

Y ahora, lo que pasa con los psicotrópicos, es que hay un descontrol terrible de estos medicamentos. Si vemos por ejemplo los esfuerzos que presume la Secretaría de la Defensa Nacional y la cantidad de pastillas que se han decomisado -que es una cantidad exorbitante de pastillas psicotrópicas-, yo digo…, ¿pues en que país vivimos?

Por un lado le damos la apertura y la facilidad de salir de la farmacia sin ningún problema y luego invertimos recursos en la Defensa Nacional para que las recoja: es como tirar confeti y luego pagar a alguien para que lo ponga en un basurero, es absurdo, absurdo completamente!

— Entonces, ¿es un tráfico de drogas permitido, autorizado?

— Es un narcotráfico de mostrador, así le llamo yo, narcotráfico de mostrador.

Por un lado se ataca la mariguana, la cocaína y por otro lado los medicamentos psicotrópicos -las famosos tachas que las conocen los muchachos-, hay en todos los ‘reven’, en todas las fiestas, entonces no hay conciencia, por eso es la necesidad de restringir más esto.

LA ÉTICA

Alcocer Flores asegura que su iniciativa tiene por objeto ejercer un control sobre la "venta indiscriminada" de psicotrópicos, cuenta que en los Estados Unidos "hasta para vender penicilina se requiere de prescripción médica", y acusa que el grave problema de México radica "en la injusticia social que reina en el país", por lo que no todo mundo tiene para pagar el médico, aparte de que "nos encanta acudir con el vecino para que nos prescriba."

Por si fuera poco, el diputado dice que trabajar una iniciativa tiene enormes dificultades, explica:

— No hubo mucho consenso entre los demás partidos para meterle más candados y la excusa por la que me hicieron algunas modificaciones, era que porque los médicos se iban a quejar. Yo decía: ¡Pero es al contrario! ¡Les estamos devolviendo la prescripción exclusiva a ellos! ¿Por qué se van a enojar? Pero bueno, siempre habrá un médico sin ética, eso es obvio.

Lo digo porque a mi consultorio -por ejemplo-, llegan pacientes que sin más ni más, y ya desde que los veo en la sala de espera, ya se a que vienen. Vienen con la pupila dilatada y se les ve en el rostro los estragos que causan las drogas.

Llegan y dicen: Oiga doctor, hágame una receta. ¿De qué? –Pues de Valium. ¿Por qué le voy a hacer la receta? –No, es que fíjese que mi abuelita… Y empiezan a contar unas historias… bueno… fantásticas! No, mire, discúlpeme, ¡no le voy a hacer la receta! –¿Pero por qué no si se la voy a pagar? Es que no se trata de que me pague, es que no se trata de que usted me pague la receta, es que yo prescribo a los pacientes que yo considero que deben de tomar el medicamento, no a quien me viene a pedir la receta, no estudié para eso!, no estudié para expedir recetas en un escritorio!, estudié para prescribir cuando sea necesario!

Algunos se molestan y se van, otros, pues se van y muchas gracias, en busca de otra gente, buscan algún consultorio vacío donde no haya muchos pacientes, que sepan que en ese día al médico no le está yendo muy bien y que en base a la flaqueza del bolsillo acceda a darle la prescripción. Y eso va a seguir siendo posible, porque bueno, no le puedes prohibir a ningún médico que prescriba un medicamento, para eso tiene licencia, para eso tiene título. Pero una cosa es que se nos escapen por falta de ética y otra cosa es que hasta el propio farmacéutico la prescriba.

En la población donde tienen ustedes su casa, en Salamanca, Guanajuato, han ido ya dos farmacéuticos a la cárcel precisamente por vender psicotrópicos en el mostrador así nada más porque sí. Seguramente la Procuraduría se dio cuenta por las cantidades que pedían a los mayoristas, pedían cantidades muy fuera de la proporción que venden las farmacias comúnmente, los encontraron vendiendo y claro!… esto sirve mucho para mezclar, para hacer sinergia con otras drogas. ¿Y cuál es el problema? El problema no para simplemente en la salud de quien consume esto y quien lo mezcla, no, el problema no para ahí, el problema es que esta gente que es adicta a las drogas normalmente pierde el control y agrede, asalta, asesina, roba…

Incluso, muchas farmacias han tomado la determinación de no vender psicotrópicos, y Salubridad en alguna ocasión les dijo: Tienen ustedes que vender. ¿Y por qué tomaron esta determinación? Porque es muy sencillo: si llega el inspector de Salubridad y quiere revisar los registros, se vale de cualquier cosa para encontrar el error y pide mordida, entonces sale más cara la mordida; que el margen de utilidad que le da el farmacéutico al producto.

— Esta iniciativa, ¿cuándo llegó al Senado?

— La Comisión de Salud la presentó en el pleno en forma de minuta, y remitió la minuta a la Cámara de Senadores, ahí se presenta en el pleno y se remite a la Comisión de Salud. En el Senado la revisan y nos la regresan ya aprobada. Por técnica parlamentaria, si hacen alguna modificación, tiene que regresarse aunque sea por una coma, y si les parece bien, entonces ya se pasa a publicación en el Diario Oficial, pero como fue a finales de diciembre pues seguramente la Comisión de Salud la verá iniciando el período ordinario de sesiones.

LEGISLAR

Alcocer Flores comenta que de las seis iniciativas que Acción Nacional ha impulsado en la Cámara, tres son de él. Atribuye su éxito al hecho de la insistencia y el debate entre miembros de la Comisión integrada casi en su totalidad por médicos. Dice que el ambiente de trabajo en la Comisión es muy bueno y ejemplar y agrega que, como compañeros de trabajo se llevan maravillosamente.

El diputado niega que exista un distanciamiento de los legisladores de la Comisión de Salud con la Secretaría, pero critica el hecho "abobinable" de que en cada junta plenaria de la Comisión, tengan un invitado del Ejecutivo Federal. Atribuye esta situación –por la que ya se ha quejado tres veces-, al hecho de que –supone-, la mesa directiva quiere "ventanearse" con el Ejecutivo Federal para llevar una "estupenda relación y todo lo demás."

— Bueno, si hay esa comunicación tan amplia ¿por qué entonces la queja de una serie de actividades que realiza el Ejecutivo y que los legisladores desconocen?

— No lo dudo ni tantito, me supongo que es el interés ya muy especifico del Ejecutivo y el Legislativo, lo que a nosotros nos interesa es legislar y a ellos les encanta y deben de hacerlo pues ejecutar lo que tienen como poder ejecutivo.

Somos dos poderes diferentes y creo que la nueva conformación de la Cámara implica una distancia entre ambos poderes que a mí me parece muy sana. Nuestro deber es legislar y su deber es ejecutar, a mí me parece que esa distancia es bastante sana, y a mi por lo menos no me gusta andarme inmiscuyendo en cuestiones del Ejecutivo, ni me gusta que el Ejecutivo se inmiscuya en problemas del Legislativo.

Cuando presenté esta iniciativa me salieron con la ‘batea’ de que tenemos que preguntarle al Ejecutivo a ver si no les causa problemas administrativos y que no se qué más. Un día me trajeron más de a fuerza, que de ganas, a un señor que se dedica al control sanitario, y bueno, para mí fue una sorpresa y yo si le dije mis verdades. Y es que empezó con aquello de que no, pues está muy difícil, no va a ser posible, es que el control…, entonces la verdad me sulfuré y cuando terminó la reunión le dije: mire, necesitamos gente que quiera trabajar y que le parezcan posibles las cosas, si usted con los años que tiene trabajando ahí le parece que es difícil e imposible hacer las cosas búsquese otra chamba, hay una enorme diferencia y en eso se basa mucho el éxito de la gente entre lo difícil y lo imposible, hay un enorme trecho, si usted no tiene ganas de romper paradigmas, si no tiene ganas de avanzar, si no tiene ganas de trabajar ¡dígalo y búsquese otro trabajo!

Además, yo no tengo por qué pedirle permiso al Ejecutivo para legislar, para eso estoy en uso de mis derechos como legislador federal y bueno, los encuentros que he tenido con el Ejecutivo han sido de ese carácter, entonces, mejor que se queden en su casa ellos y yo en la mía, de plano. Y esto es en cada iniciativa de ley, siempre.

Ellos tienen el derecho de veto que pueden ejercer en determinado momento, si no les parece la iniciativa de ley pueden vetarla, el Ejecutivo puede vetarla, pero tanto como estar a expensas de lo opina el Ejecutivo, pues no! Entonces, ¿para qué serviría el Poder Legislativo?, ¿dónde está el equilibrio?, ¿dónde esta la equidad? A mi me parece muy sana la distancia entre el Ejecutivo y Legislativo, la comunicación que tengamos tendrá que ser exclusivamente nada más la necesaria, yo no soy de la opinión de andar de la mano del Ejecutivo aunque sea de mi propio partido -la cabeza del Ejecutivo Federal-, porque el resto de la administración quedó exactamente igual y tenemos burócratas definitivamente ya anquilosados que ven las cosas como imposibles, que no tienen ganas de cambiar nada, porque cuando se les cambia algo, se les afecta el bolsillo.

Y a veces no por la percepción salarial que tienen o por otro tipo de cuestiones, les implica tener que trabajar más en cosas que no quieren.

Con ese tipo de burócratas yo mejor no juego, que me dejen hacer mi trabajo, yo tengo nada más tres años para poder hacer las cosas, es muy poco tiempo, sobre todo teniendo en cuenta el proceso legislativo que es monstruoso.

— Y ya se le pasó uno…

— Así es, se me pasó uno. Es monstruoso el proceso legislativo. Presentar una iniciativa y sacarla, se batalla enormemente; porque tiene que empezar desde adentro del grupo parlamentario, que si el consejo interno lo aprueba, que si se hace esta modificación, entonces es difícil.

Yo opté, porque bueno, es sencillísimo criticar -antes dicen que el oficio más antiguo del mundo era la prostitución, mentira, mentira, siempre será mas fácil abrir la boca que las piernas, toda la vida, entonces, criticar es sencillísimo, por supuesto-, entonces oye, ¿qué te parece la iniciativa?, oye, ¿por qué no le haces esto?, ¿por qué no le cambias? Sabes qué, no! Mira, te la doy…, hay chance de aquí hasta la plenaria para que me hagas modificaciones. Yo te la estoy presentando por escrito, te pido de justicia que me devuelvas por escrito las observaciones y te aseguro y te prometo que las observaciones que me hagas por escrito y en tiempo las incluiré, si no me las haces así; yo la presento tal como está y hazme el favor de callarte. Si no me ayudas no me estorbes, así de sencillo.

Así estuve tratando la iniciativa y dale y dale hasta que finalmente han salido las tres, por eso tengo ese promedio porque de alguna manera estoy dale, e insistiendo, persistiendo sobre las cosas, pero de que sea sencillo el legislar, el que sea sencillo sacar una iniciativa de ley es muy complicado porque cada legislador tiene una visión de lo mismo, esto desde luego no hay que verlo del todo negativo, esto le ofrece una seguridad también a la ciudadanía de que cada iniciativa de ley va consensada por diferentes maneras de pensar, diferentes idiosincrasias, diferentes perspectivas de ver la vida y la ley.

Yo me he dado cuenta, por ejemplo, que las votaciones en la Cámara en el pleno, han sido prácticamente todas por consenso, y esto le ofrece a la ciudadanía una seguridad de que van plasmadas en cada votación las ideas del PRI, del PAN, del Verde Ecologista, el PRD, del PT, hay finalmente un equilibrio y una equidad ante los partidos, y esto le ofrece una seguridad, y una equidad al pueblo definitivamente. Tarda más, pero le ofrece mayor nivel de calidad, esa es una nueva realidad a la que nadie estaba acostumbrado en México y que debemos de alguna manera irla pensando, y que de hecho creo que el Congreso mexicano por su actual conformación debería de ser ejemplo para muchos Congresos del mundo, ¿qué es más sencillo avanzar cuando se tiene una mayoría? Pues sí.

MÁS DE LO MISMO

— Se nota una continuidad, ¿dónde está el cambio?, ¿por qué se da esto?

— Porque cambió la cabeza, más no las extremidades. Yo no veo gente con compromiso real, se ve una continuidad. Como que todo cambió, para que no cambiara nada. No es lo mismo una gente que llega después de haber luchado con la corriente en contra, a quien nos ha costado llegar a un cargo mucho tiempo, que venimos con ilusiones, que venimos con deseos de cambiar las cosas; a una persona que ya estaba y que lo que le interesa es precisamente que no cambien las cosas, porque si cambian, les implica más trabajo.

Entonces, yo no veo compromiso, tal vez haya compromiso del presidente de la República, y sin embargo, hacia abajo yo no veo compromiso alguno, no veo que la gente esté comprometida con un cambio, con deseos reales de cambiar las cosas; continuamos con la falta de abasto de medicamentos, continuamos con la falta de calidad en los servicios médicos institucionales -se los digo porque tengo los pelos de la burra en la mano, tengo una oficina de enlace en el DF, y hay numerosísimas quejas del servicio que rinde el Seguro, el ISSSTE y todas las instituciones de salud-, continuamos con médicos burócratas que evidentemente cobran su salario, pero no les importa si el paciente se alivia o no se alivia, lo ven como un número, no como a una persona -y esto lo decía León Felipe, alguna vez lo dijo en un poema que se llama Romero Solo: "Pasar por la vida una vez y ligero, siempre ligero, que no hagan callo las cosas en el alma ni en el cuerpo, porque para enterrar un muerto cualquiera sirve menos un sepulturero."-

Y claro, ahora a los médicos se les hace callo y pierden esa sensibilidad que los condujo a esta carrera humanista, ven a los pacientes como números, ven a los pacientes como expedientes, entonces, se requiere de alguna manera tener criterio de evaluación de los propios trabajadores de la salud para saber quien se queda y quien se va, y a esto, desde luego, se oponen mucho los famosos logros sindicales, que en ocasiones, lo único que protegen es la mediocridad.

Entonces es un sistema político ya caduco, que no le da satisfactores a la ciudadanía, y donde yo lamentablemente no veo cambios y los acuso por la falta de compromiso y por la falta de cambios en la estructura.

— ¿Obedece esto al sistema implementado por Guillermo Soberón?

— Seguramente. Nuestras atribuciones en el Legislativo son simplemente legislar en la materia, vigilar de alguna manera al Ejecutivo tal y como nos lo enmarca y acota la ley –que es muy relativo-, y hasta ahí.

— ¿O sea, qué no pueden hacer prácticamente nada?

— No tenemos atribuciones. El Poder Legislativo no tiene atribuciones para ello, tenemos limitaciones jurídicas muy explícitas y a cada quién le toca hacer algo; a nosotros legislar y a ellos ejecutar. Bajo ese sistema es poco lo que puede hacerse o realizarse, ¿no?.

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