Pacto de dos en el Hospital Universitario de Saltillo
Se destapa la cloaca

Valentín Cardona
25-enero-2001

 

En un intento desesperado por desvirtuar lo publicado por Imagen Médica en diciembre pasado, Hugo Castellanos Ramos y Germán Villas Arce, ambos partícipes en una sucia maniobra de compra-venta de partes de la bomba de cobalto desechada sin justificación, hicieron declaraciones al medio informativo coahuilense "Espacio 4", en donde pretendieron demostrar su inocencia.

Esta es la historia:

El 18 de diciembre del 2000 Imagen Médica publicó un reportaje relacionado con las oscuras maniobras que se realizaron para cambiar la bomba de cobalto del Hospital Universitario de Saltillo, a casi dos años de la absurda decisión, no ha existido una explicación convincente del porqué del cambio.

El reportero acudió al lugar de los hechos, entrevistó a trabajadores del HU, y vio los desechos, "un montón de chatarra" que quedaron de la bomba de cobalto, luego de su destrucción. Y es lógico, hasta un equipo nuevo, desarmado, deshuesado y tirado, sólo serviría "para el kilo".

Como quedó escrito, Hugo Castellanos negó una entrevista al reportero, quien con las herramientas periodísticas que tenía, escribió…

Ante "Espacio 4", Hugo Castellanos mostró para su defensa las "licitaciones", "permisos", y un "dictamen del físico German Villas Arce", y hasta el hartazgo, se ensañó con "el señor José Hernández Murillo" de quien dijo: "es una gente resentida en contra de la Universidad que no tiene ninguna autoridad al respecto". Ni el reportero, ni Imagen Médica, citaron como fuente a Hernández Murillo, se hizo referencia clara a declaraciones vertidas por el personaje al periódico "Vanguardia".

Luego, pusilánime, Castellanos Ramos declaró: "No vamos a ceder a chantajes o a presiones de ningún tipo, esa gente perdió la licitación para vender la bomba de cobalto".

EL BESO DE JUDAS

Pero ante la realidad, los argumentos inverosímiles de Castellanos Ramos y Villas Arce se desvanecen, y en efecto, la grabación de una conversación entre Germán Villas (GV) y otra persona (OP), explican la realidad:

OP. Oiga, ya ve que cambiaron la bomba de cobalto del Hospital Universitario de Saltillo.
GV. Si, ahí la desmontamos nosotros.
OP. ¿Usted trasladó la fuente?
GV. Sí, el cabezal con la fuente se trajo a Maquixco.
OP. Y las demás partes del equipo, ¿Dónde se quedaron?
GV. Allá, como se llama… En el Hospital Universitario.
OP. ¿En el Hospital Universitario?
GV. El plomo y todo eso lo ocuparon para reforzar las paredes.
OP. ¿La deshuacalaron?, lo que pasa es que yo tenía intención de comprarla.
GV. Sí, porque yo les compré la mesa y ya la vendí.
OP. Ajá, entonces la deshuacalaron en partes
GV. Sí.
OP. O sea, no hay posibilidad, ¿Ya vendió la mesa?
GV. Yaaa…
OP. Ay, no me diga.
GV. Sí, luego luego, desde antes…
OP. Andele, ¿Y usted les vendió el equipo nuevo también?
GV. No, ese lo vendió Equipos para Hospitales.
OP. ¿Qué les vendió?
GV. Un Theratronics.
OP. Ah que cosas, porque fíjese, nosotros estábamos interesados en comprar las partes que quedaron del aparato.
GV. Pues ya de esos equipos ya están… Pues sí está bueno, pero el problema que tiene es que es de baja actividad, porque es hasta 3000 curies, pero la Comisión permite 2600, y de esos creo que ya nada más quedan seis. Pero han estado obligando casi a los doctores a que los desechen.

En la grabación, Villas Arce explica a su interlocutor que la pastilla de la bomba desechada tenía 900 curies, y que la Comisión permitía el uso de las fuentes hasta 1200 curies. Agrega que el problema es con la Comisión. El diálogo continua:

OP. Pues que lástima, llegamos tarde.
GV. Si, porque pues fue todo, me hablaron y bueno, pues sí se desmonta y… pues yo les compré la mesa y la consola, para esos… Los mismos clientes que tengo que tienen Gamatrones. Y ya se los vendí yo a ellos.
OP. Oiga, ¿Y más o menos cuanto costará un equipo de radioterapia?
GV. El equipo de radioterapia nuevo, están sobre 350 mil dólares.
OP. ¿Eso le costó al hospital Universitario?
GV. Sí.
OP. 350 mil dólares.
GV. Sí, yo les… le estuve… estuvimos a punto de traer un equipo de Estados Unidos, pero se los ganaron allá. Iban a comprarlo en un hospital, hasta ya me habían autorizado, pero se los ganó otra compañía americana.
OP. ¿Entonces por eso se los vendió Equipos para Hospitales?
GV. Sí, ya tuvo que ser nuevo.
OP. Y el cambio de una fuente para una bomba de cobalto 60, ¿Cómo cuanto costaría?
GV. La de 3000 ha de estar sobre 25 o 27 mil dólares, más o menos.
OP. Y de que capacidad fue la bomba que compraron en el Universitario?
GV. Ellos la compraron con… según me dicen con 9000 curies.
OP. 9000 curies, ¿ya incluye el costo de la fuente?
GV. Sí. Nosotros también vendemos equipos reconstruidos de Estados Unidos, esos los vendemos… Por ejemplo, uno parecido al que compraron ellos en 110 mil dólares.
OP. Pues…
GV. Casi en una tercera parte.
OP. Pues se lo hubieran comprado a usted.
GV.Lo que pasa es que si lo paga el… Cuando lo iba a comprar el Universitario, si andábamos en eso, pero como ahorita ya fue Salubridad y el Gobierno y toda la cosa oficial, compran nuevo.

La plática telefónica de Villas Arce es cerca de 40 minutos. Germán Villas comenta que ha sostenido, desde años atrás, "fricciones" con Hermenegildo Maldonado Mercado, actual jefe de Evaluación y Licenciamiento de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS). Instó a su interlocutor para formar un grupo y como ejemplo dijo "que una pugna con él, le costó el trabajo a uno de ahí, de la Comisión".

Villas Arce aseguró también, "estar coordinando cambios" en la Comisión. Y sostuvo: "Voy a ver si me meto para que cambien a Raúl y a Hermenegildo". El interlocutor preguntó:

— ¿A Raúl Magaña?
— Sí, porque Raúl soporta mucho a Hermenegildo.
— ¿Por qué?, oiga.
— No se, son amigos de mucho tiempo atrás, pero la forma de pensar de Raúl es positiva en una cosa, pero en la cosa administrativa o de reglamentación, digamos que exagera.
— ¿Y usted cree que los vayan a remover?
— Pues… Si nos movemos: Sí.

Y Villas Arce continuó: Yo ya tengo un grupo…

Las 15 cuartillas que llevó la transcripción de la conversación, arrojan datos y nombres abrumadores, reveladores, contundentes…

EL MIEDO

El nerviosismo de Castellanos Ramos, se ha hecho extensivo hasta la Contraloría y la rectoría de la UA de C. Para conocer el procedimiento de la venta de bienes propiedad de la nación, el reportero intentó entrevistar a Inés Garza Orta, secretaria de la Contraloría del Estado, la llamada la tomó su secretaria, y déspota como es, refirió al reportero que el asunto se tratara directamente con Armando Garza Martínez, coordinador general de Asuntos Jurídicos de la misma Secretaría.

A la llamada telefónica respondió Garza Martínez, el diálogo fue así:

— …Mi duda es, si existe alguna normatividad en cuanto a la venta de bienes del Estado.
— Sí, pero no se vendió. No se ha vendido.
— Yo tengo datos de que sí se vendió.
— Pero esa bomba de cobalto, la antigua, pertenece a la Universidad, no a nosotros, al Gobierno… A ver, un momentito, no me cuelgue…

Garza Martínez ya no respondió el teléfono, de manera abrupta alguien, sin dar su nombre, tomo la bocina y el diálogo continuó:

— Buenooo, si, mire, al licenciado la acaban de hablar aquí, este, dígame.. ¿En que le puedo servir?
— Nos quedamos en que la bomba es propiedad de la Universidad.
— Sí, una antigua bomba de cobalto, sí.
— Las ventas de esos bienes, ¿No los verifica la Contraloría?
— Por ser de la Universidad, no. Cuando intervienen recursos del Gobierno del estado sí, ¿verdad?, pero en este caso no. Esa es una bomba ya muy antigua que tenían ahí, ¿verdad?.
— Entonces, ¿la revisión de la venta es por parte de la Universidad? Esa es mi duda.
— Así es. Tiene que verlo la Universidad, incluso no, ni siquiera, o al menos yo no estoy enterado de la venta de ningún… Ni de la bomba, ni de nada.
— Yo si estoy enterado, y es la duda que trato de aclarar.
— Debe ser a la Universidad, y en caso de que haya recurso, entonces, pues usted puede poner su inconformidad aquí en Contraloría. Pero no creo, ¿verdad?, porque al menos yo no estoy enterado.
— Entonces, ¿ustedes no tienen nada que ver en eso?
— No.

La persona al teléfono fue amable, y dio al reportero los teléfonos de la Universidad, volvió a negar tener conocimiento de los hechos referidos, antes de terminar la conversación, fingió no escuchar la pregunta del reportero sobre su nombre. "Para servirle", dijo, y colgó.

Imagen Médica buscó la entrevista con José María Fraustro Siller, rector de la Universidad. Vano fue el intento, pero se recibió llamada de Armando Sánchez Quintanilla, su secretario particular.

Sereno, Sánchez Quintanilla escuchó del reportero:

— … ¿Cuál es la normatividad que se sigue para vender bienes dados de baja, o que ya no sirven?
— Ah, okey… Mire, honestamente no la conozco, sé de referencias que hay que dar de baja los bienes, y que hay que seguir un procedimiento. Pero yo no quisiera darle una mala información. Si usted me da oportunidad, yo lo acuerdo con el señor rector, y que se dé una instrucción al contralor de la Universidad para que él pudiera informarle que procedimientos se siguen para dar de baja bienes nuestros y enajenarlos y en que circunstancias. Yo tengo aquí sus teléfonos, déjeme consultarlo, y en caso de que yo tenga alguna información se la hago llegar, o lo pongo en contacto con la persona que pueda darle respuesta a su pregunta.
— Muy bien licenciado muchas gracias.
— Al contrario, que esté muy bien.

Luego de las llamadas realizadas la segunda semana de enero, y que hasta la fecha permanecen sin respuesta, han llegado hasta la mesa de redacción de Imagen Médica, testimonios gravados y documentados de más anomalías en el HU. También se han recibido las amenazas y presiones ejercidas por Hugo Castellanos a diversas personas, buscando que "declaren" contra lo publicado por Imagen Médica.

Mediante amenazas, Castellanos Ramos pretende que "esta situación ya se pare, y se llegue a un acuerdo". Así, dueños cada quién de sus razones, Imagen Médica no cederá a presiones o chantajes de ningún tipo.

Lo cierto es que, en su larga existencia, la bomba de cobalto del HU nunca se descompuso, y sólo fue objeto de cambios de fuente radiactiva por razones de decaimiento natural. Contundente, toda la información difundida muestra en el actuar de Hugo Castellanos graves errores y omisiones. Si de ampliar la cobertura y calidad de los servicios de salud se trata, ¿porqué no se llevó la bomba de cobalto a Sabinas, o a Piedras Negras, o a Monclova, o a cualquier otro lugar, si con menos de 300 mil pesos se pudo hacer? ¿Cuánto costó convertir la bomba de cobalto en un montón de fierro "para el kilo"? ¿Quién ganó con el cambio?.

Un cúmulo de preguntas sin aparente respuesta surgen por doquier, imposible contestarlas todas en este pequeño espacio. Luego de su nombramiento como director del HU, Hugo Castellanos se transformó… Y enfermó de poder… Enfermo de poder llegó, y difícil que es aceptar errores, enfermo de poder permanecerá…

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