Por Maru Luarca

Twitter: @Lady_Micu

 

 

1. Vas por la calle y te cruzas con un sujeto espectacular. Notas que también te ve y lo delata esa casi imperceptible luz en la mirada que solo reconoce quien la generó. Háblale. Hazlo ya.

 

2. Si te ganó lo cobarde o peor aún, lo prejuiciosa y no le hablaste, mal por ti. Intenta arreglarlo averiguando si alguien en el café o en el edificio sabe quién es. Quizá la vida sí llame dos veces a la puerta de los que se achicopalan.

 

3. Si ya le hablaste, averigua con mucho estilo si tiene pareja. Observa su dedo y presta atención a su lenguaje corporal: si mira nerviosamente a los lados, como buscando algo, quizá sea a su esposa o novia que puede venir a traerlo de los pelos. Eres moderna, pero no una desgraciada sin principios.

 

4. No tiene novia. Uf. Algo hiciste bien en otra vida. Pídele su teléfono. Y su Facebook, Twitter y cuanta red social tenga el sujeto en cuestión. Hay que volver a casa y hacer una labor de stalkeo profunda y discreta. Nadie quiere enredarse con un tipo que vive con su mamá o peor aún, con ideas neoliberales. Qué asco.

 

5. Si cuando llegas a casa, ves que él te agregó antes, tienes permiso de hacer un pequeño baile de la victoria sobre la silla. Rápido, que él podría estar haciendo lo del stalkeo y descubrir aquellas fotos borracha y topless en Cancún o que en un tonto momento de debilidad le diste like a la página de Alejandro Sanz. Borra todo eso ya y reza por que no lo haya visto todavía.

 

6. Cuando llame o te escriba (cuatro días máximo o hazlo tú), finge que te sorprende. Y pórtate serena, hablando de generalidades con tinte profundo como el último recurso impuesto en el caso judicial de moda o el reciente escándalo de Miley Cyrus con enfoque sobre la histeria colectiva que genera en los moralistas de monitor.

 

7. Invítalo a salir. Casual. Si cae, bésalo. Estos son los tiempos modernos, chica. No está nadie para perderlos y mucho peor, creer que puede desacelerarlos.

 

8. Si lo estás besando, ten sexo. De eso se trata todo. El amor moderno es así: sexo bonito, mucha charla, hasta cortesías mutuas: un amor que no es amor, pero que sirve para el mismo fin. Si dura 2 horas, un fin de semana o un año y medio, no importa. Si te hace sonreír, es ganacia lo que dure.

 

9. Cuando se termine (porque todo termina, hasta el mítico AMOR verdadero; sí, el de las mayúsculas), intenta quedarte con un nuevo amigo. Quien te conoce desnuda, cariñosa e íntima, merece el upgrade al círculo de buenos amigos. Con suerte, con algunos derechos de vez en vez como el flirteo ocasional post coito que también es una delicia.

 

10. Si no se muestra receptivo a tu propuesta de quedar como partners in crime y es evasivo, frío o te dice que tiene mucho trabajo y por ello es escueto, déjalo ir. Es una lástima, claro; pero hay cruces de camino y caminos paralelos. Quizá este sea de los primeros.

 

10+1. Porque esto es un decálogo de 11 y podemos discutirlo, pero no te lo aconsejo: El AMOR verdadero podría ser como el unicornio. Le escriben canciones pero nadie perdería un brazo jurando que lo ha visto. Piensa si ir tras él mientras la vida pasa vale la pena. Quizá sea mejor ir tras la vida y que el amor sea quien te cruce el camino.

 

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