Por Rebeca Leal Singer
Twitter: @Rebecrop

Ya te ha visto Ella pasar

 desde hace días,

anélido.

Por el sordo zoclo

perímetro del musgo

una vez deseo del Usgo,

la novela del mundo ajeno.

 

y con sus únicos siete años

y el femenino arete que cuelga

de su lóbulo gélido

como un cuervo observa,

tu no muerte.

 

En las lecturas de religiones

le enseñaron que los fallecidos

no descansan ni tienen suerte.

Atentan los anillados, nematodos

de nada y de nadie

contra la pausa más fuerte.

Pero tú, urbano gusano 

no fallecerás en vano

 o tal vez, si la mitología es justa,

vivirás por siempre en la maleza de concreto.

La antitragedia jamás leída y robusta.

La Ella te sigue mirando, 

honra así al necesario día de asueto,

donde el rito duela al pobrecito muerto.

Ella se descuida 

y cuando  la distracción venza por fin a la angustia,

olvida por un adventicio momento,

que no ser eterna será su defecto.

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