Rufianes en el IMSS
Los “viajecitos” de Santiago Levy


Jani Luna González

26 de abril de 2005

“Parecemos profetas”, dijo Víctor González Torres, presidente del grupo Por un País Mejor y propietario de Farmacias de Similares, al referirse al caso de las sanciones impuestas por la Secretaría de la Función Pública a la organización Provida, de Jorge Serrano Limón, luego de quedar al descubierto que desvió recursos federales que le fueron entregados de manera oscura por el entonces diputado panista y hoy director de Banobras, Luiz Pazos de la Torre.

Y es que González Torres, también precandidato ciudadano a la presidencia de la república, fue uno de los primeros en denunciar los presuntos actos de corrupción que recientemente fueron comprobados a Provida. El pasado lunes 25 y en el marco de su habitual conferencia semanal, González Torres expresó: “esperemos que se castigue a los culpables, y que estas instituciones que no sirven más que para dañar al país, desaparezcan”.

Más conocido como el doctor Simi, González Torres aprovechó para recordar que fue el primero en denunciar la corrupción en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y afirmó que “tarde o temprano” se conocerán los nombres de los corruptos.

Llamó al creciente desabasto en el instituto “crimen de Estado”, y refirió que este es “provocado con la intención de realizar compras de urgencia y sin licitación de por medio”.

Simi relató que en su reciente gira por el estado de Zacatecas -la semana pasada-, “coincidió” en el aeropuerto zacatecano con el director del Seguro Social, Santiago Levy Algazi, y visiblemente molesto detalló los lujos con los que viaja Santiago Levy acompañado de una “numerosa comitiva”.

Al respecto, explicó que Levy carece de sentido político, pues no es posible, dijo, “que un funcionario público de una institución que dice está en virtual quiebra, viaje en un lujoso jet Falcon 50”. “Por qué no viaja en avión comercial?”, preguntó. Tenemos las pruebas y lo hemos dicho desde hace mucho tiempo -remató-, “que el Seguro Social ha sido arrasado por un punta de rufianes”.

Mientras en el IMSS mueren pacientes hipertensos, diabéticos y enfermos crónicos por falta de medicamentos, acusó, “este señor despilfarra entre cinco y seis mil dólares por hora, en la renta de un aeronave”.

Cuando se mata gente por desabasto provocado, “para comprar más caro”, insistió, “deja de ser corrupción y se convierte en un crimen de Estado, tal vez hasta genocidio”. Se calcula, abundó, que el desabasto está en un 20 por ciento, “que sigue siendo muy alto si se considera el 5 por ciento que permite la Organización Mundial de la Salud”. “¡Es una barbaridad! -exclamó-, y eso que le están metiendo mucho dinero, porque en el asalto al Seguro Social Fox no quiere exhibirse más de lo debido”…

Simi adelantó que a través del Movimiento Nacional Anticorrupción -parte del grupo Por un País Mejor-, se va a investigar de quién es el jet Falcon 50 matrícula XA-ALA, porque dijo, “no vaya a ser que sea de Antonio Pérez Pérez, ‘el saqueador mayor del Seguro Social’, porque sería el colmo, digo, pero suele pasar”. “Si se lo prestó Pérez Pérez -añadió-, le cuesta más caro: ¡le cuesta todo un contrato de millones!”.

Al doctor Simi le llamó la atención que poco más de media hora antes de llegar Levy a abordar el jet, este se encontraba encendido; ¿por qué está prendido el avión?, preguntó. “Para mantener el aire acondicionado, para que el director no sufra calor…”, escuchó.

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