¿Ángel o demonio?
El rostro de Fernando Flores
Vega y Galina: La corrupción en el IMSS, en manos de la Secretaría de la Función Pública


Jani Luna González

8 de Octubre de 2005

 

Para Roberto Vega y Galina no hay la menor duda de que el recién nombrado director del IMSS, Fernando Flores Pérez, “es una persona que sabe lo que tiene que hacer”. Dice en entrevista exclusiva con Imagen Médica que “no es una persona que venga a ceder en todo lo que nosotros propongamos” y asegura que “indudablemente trae una línea del gobierno federal”. “Pero bueno -se conforma-, es otra persona”.
Tras la vergonzosa “renuncia” de Santiago Levy Algazi a la dirección general del IMSS, se levantó de nuevo una cortina de humo sobre los problemas de fondo del Seguro Social, y como en octubre de 2003, se desató una feroz campaña de medios contra el sindicato todo.
“Parecía -cuenta Vega-, que con la salida del Santiago Levy iba a haber una baja, pero no”, acusa que “los medios se han enfocado otra vez contra Roberto Vega, mostrando a un sindicato inflexible, irracional, que no entiende porque no quiere aceptar cambios y que somos unos privilegiados”.
Reflexivo, Vega desnuda con frialdad el ambiente que se vive al interior del gremio: “adentro hay zozobra, inseguridad, una falta de credibilidad a lo que pueda hacer el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) o la comisión revisora”.
En suma, acepta que los momentos actuales “son tensos, y difíciles”.
De Fernando Flores se dicen muchas cosas, de acuerdo con numerosos testimonios recogidos por Imagen Médica, el actual director del IMSS es gente “de palabra”, que “odia los engaños” y que cuenta con un buen número de “aliados” en posiciones estratégicas en la médula del gremio; incluso, se asegura que cuenta entre sus filas con algunos personajes “formados” por él, y que de siempre han mostrado ser más proclives al patrón que al propio sindicato.

La “línea” de Fernando Flores

Y sobre Flores Pérez se da un diálogo con Vega y Galina, — ¿cómo es la relación de Fernando Flores y Vega y Galina?, ¿ya lo conocía?, ¿eran amigos?, se le pregunta.
— No. Fernando Flores y Roberto Vega no son de la generación. Cuando yo llegué al sindicato, yo era tropa, no tenia ninguna relación a ese nivel. Sé que muchos de los acuerdos y de los avances que tiene el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) los hizo él, porque era la parte institucional que operaba eso.
Yo lo vuelvo a escuchar, lo vuelvo a tratar, lo vuelvo a ver en la Secretaría del Trabajo, es una persona que no es tecnócrata, es una persona que viene hecho de la actividad diaria, de la función pública, se ha caracterizado por ser una persona política, inteligente y bueno, en la relación que tuvimos en la Secretaría del Trabajo era una persona que encontramos hábil, que sabía escuchar, y con quien podíamos dialogar.
Ahora, como director del Seguro Social, pues es una persona que seguro estoy que sabe lo que tiene que hacer, no es una persona que venga a ceder en todo lo que nosotros propongamos, indudablemente trae una línea del gobierno federal. Pero bueno, es otra persona.
— ¿Con él sí se puede dialogar?
— Sí se puede dialogar, pero obviamente trae una línea.
— ¿Fernando Flores es ‘amigo’ del doctor Miguel Ángel Sáenz, y de Federico Arellano?
— Todos ellos convivieron. El doctor Miguel Ángel Sáenz era secretario del Trabajo o secretario de Conflictos, y con el que tenía los acuerdos y la relación directa con el sindicato, por eso tuvieron un acercamiento. Además, cuando hubo el problema del 21 congreso, el problema del doctor Punzo, en el enroque que hubo en donde el doctor Sáenz pasó a la Secretaría del Interior y se hizo cargo del sindicato; entre los dos lograron acomodar, tranquilizar, y estabilizar al sindicato.
Y de Federico Arellano también, pues el formó parte como muchos otros. Enrique Pérez Saucedo, y Eduardo, tuvieron relación con él, pues es gente que tiene muchos años en el sindicato, aunque es gente joven. También Francisco López, …
Fernando Flores se caracterizaba por ser una persona abierta, de buen trato, y que trataba de resolver los problemas diarios de la institución. En los temas de las revisiones, pues como siempre, con la estructura a nivel superior.
— ¿En el encuentro que tuvieron ayer a qué acuerdo llegaron?, ¿qué avances tuvieron?
— En dos horas es muy difícil.
— ¿El punto fue básicamente el RJP?
— El punto principal era saber si realmente íbamos a encontrar disposición en esta nueva relación y con el nuevo director. El respeto que se había perdido hacia la organización sindical, la bilateralidad, el compromiso de que a nivel de todo el país se quitara la indicación de no tener ningún acuerdo con los secretarios generales, de que pudiéramos avanzar en la operación diaria del IMSS.
Además, nos toca en este momento revisar el CCT y queremos llegar a una mesa en donde seamos escuchados, y en donde veamos cuál es la propuesta real del instituto.
Yo se lo dije, hay que respetar la propuesta del sindicato, y poder llegar a los acuerdos que se puedan dar. No venimos a claudicar o a decir que vamos a estar dispuestos a una negociación que no sea avalada, que no sea aprobada por nuestro congreso nacional.
Yo creo que lo entiende, lo sabe, lo conoce, y lo primero que hubo fue respeto al sindicato. Ahora tenemos que sentarnos a discutir, en el tiempo que nos queda, lo que podamos avanzar. Nuestro CCT tiene vigencia hasta al 15 y lo que logremos de aquí al 15 o antes, se le informará al congreso nacional y el congreso nacional decidirá.
— Con Levy estuvieron cerca de estallar la huelga, pero ya hay nuevo director, ¿llegó Flores con una posición radical a favor de la propuesta del instituto o dijo, vamos a dialogar?
— Sí, y ese es un buen signo. La única propuesta que está en la mesa es la del sindicato.
Pero el tema de la huelga se ha satanizado, y lo han agarrado de bandera muchas gentes. Antes, no nos interesaba porque pasaba una revisión contractual y nada más esperábamos a ver cual era el resultado. Por ley, y desde el punto de vista estatutario, nosotros tenemos la obligación -con dos meses como mínimo de anterioridad- de presentar el pliego petitorio y emplazar a huelga.
Y luego tiene que haber citas previas, tenemos que ir a ratificar nuestro emplazamiento y conforme se vaya acercando el 15 de octubre -como pasó en el 2003-, vienen otra serie de implicaciones legales que hay que cumplir.
El sindicato en el 2003, por el tamaño y porque no estábamos acostumbrados -no estamos acostumbrados, aunque podemos decir todos ‘sí queremos irnos a la huelga’-, y cuando se trata de cumplir con requisitos para que podamos reunir todo lo necesario para eso, es cuando vienen los problemas.
Por eso en el 2003 tuvimos mucho cuidado de no llegar a un estallamiento de huelga, porque no estábamos preparados.

La piña de la huelga

— ¿Están preparados para la huelga?
— Pues si se da va a ser un buen ensayo. Un buen ensayo porque tenemos 61 años sin ningún estallamiento de huelga, y porque no somos de los que podamos cerrar una puerta y se acabó, porque tenemos muchos accesos a las unidades, y muchas unidades. Hemos hecho un trabajo serio -dentro de los marcos legales-, primero nacional, luego seccional y luego regional, para que sobre todo los secretarios de Conflictos y las estructuras del sindicato entendamos y sepamos que vamos a hacer en el caso de llegar a un estallamiento de huelga.
— Supongamos que estamos en el primer minuto del día 16, ¿cómo iniciarían la huelga?, ¿ya se organizaron?
— Mucho antes, pero en el congreso, que es el máximo órgano de gobierno, llega un momento en donde se tiene que formar comité de huelga.
— ¿Ya lo hay?
— No, ese lo tiene que votar el congreso. Llegado el momento, el presidente de la mesa de debates dice: ‘no hay acuerdo tenemos que prepararnos’. Entonces se organiza el comité de huelga, y una vez que se llegue el tiempo, el comité de huelga es el máximo órgano de gobierno.
Ahorita se está haciendo un padrón del instituto y del sindicato, de las guardias que tiene que haber sobre todo en los hospitales o en las unidades en donde se ponga en peligro la integridad de los derechohabientes o las instalaciones del instituto.
No somos una empresa en donde se para y se cierra la producción de carros, aquí van a haber pacientes dentro de los hospitales que no se van a poder mover, y ahí tendrá que haber guardias del instituto, personal de confianza, y sindicalizados.
— ¿Qué servicios se darían?
— Los servicios de urgencias, a los pacientes que van a estar hospitalizados, a las terapias intensivas, a las mujeres que estén en un proceso expulsivo de un parto, todo este tipo de acciones tendrán que seguir teniendo una atención, el problema es que va a llegar un momento en que no se van a poder admitir más pacientes, y entonces se tendrán que derivar a otras instituciones.
— Y lógicamente no tienen la capacidad
— Lógicamente no tienen capacidad, y, ¿qué posibilidades hay de que nos la declaren inexistente?, ¡pues todas!, entonces hay que valorar ese riesgo. Y por eso quiero decirles a mis compañeros del ‘ni un atrás, ¡huelga!’, que tenemos que valorar eso, que siempre hay un resultado durante la huelga y después de la huelga.

“Privilegios” vs corrupción

— ¿Por qué no utilizar como bandera de lucha a la corrupción en el instituto? Usted dice que están satanizando nuevamente al sindicato, que están atacando a los trabajadores por las canonjías, porque son los privilegiados, porque todos los trabajadores se jubilan jóvenes con un 130% del salario, y porque se dice que ahí se va casi todo el presupuesto del instituto.
¿Por qué no hablar de la corrupción dentro del instituto? Hay gente que dice que le ha hecho la propuesta al doctor Vega, pero que él dice: “no es el momento”. Sin embargo, se habla de la compra de medicinas, de Luis Miguel Chong, de Luis Guillermo Ibarra entre otra mucha gente que se dice realmente ha “tranceado” al instituto, ¿por qué no utilizar esa bandera?
— Eso se ha platicado ya en una mesa previa que tuvimos con la Secretaría del Trabajo, nosotros le informamos y lo sabe. Decir que Santiago Levy se fue por el sindicato, pues es engañarnos.
Son una serie de cosas, primero se peleó con todos, es soberbio, tiene problemas en su administración y tiene problemas financieros y de corrupción muy serios que se están analizando y que se están investigando. No hay necesidad de denunciarlos porque todavía tenemos un ‘As’ bajo la manga.
— ¿Cuál es?
— Pues eso, mostrar que efectivamente, en sistema de compras de medicamentos, en el sistema de compra de equipamiento, en el sistema de licitación de construcciones, en la ‘modernización’ del Seguro Social, en la compra de mucho equipo, y en todo eso se ha gastado ‘n’ cantidad de dinero, y ninguno de los programas se ha podido aterrizar porque las empresas supuestamente fueron engañadas y ya se retiraron, y ahora demandan al Seguro Social por incumplimiento de contrato en una licitación sobre un sistema que se tuvo que plantear y que no fue así.
Todo eso lo sabe la Secretaría de la Función Pública, pero no es mi responsabilidad estar denunciando.
El problema del Seguro Social se ha hecho ver como un problema financiero y Santiago Levy es muy hábil. Con eso ha engañado a los diputados, ha engañado a los senadores, ha engañado al Consejo Técnico, ha engañado al presidente de la República, ha engañado a la Secretaría de Gobernación, al secretario del Trabajo, y a todos, tienen una gran facilidad para saber manejar lo que él domina.
Pero el problema del Seguro Social es que es una institución que tiene recursos, pocos o muchos, y hay que saberlos administrar, y ese fue su gran desacierto, no supo cómo administrar una institución tan compleja como la nuestra. Descuidó áreas fundamentales que deterioraron los recursos, los servicios, la conservación y el mantenimiento de las instalaciones.
Y además, tuvo otro problema muy serio, un enfrentamiento directo con el fin de poder demostrar al Banco Mundial, a otras organizaciones internacionales, y al mismo presidente de la República, que sí se podían tomar decisiones cueste lo que cueste para afectar el CCT y nuestras prestaciones. Hizo estrategias que ahí están, que le costaron mucho dinero al Seguro Social, y que si hay ‘transparencia” como se dice, tienen que salir a la luz pública.
¿Qué gano yo con poder demostrar que hay corrupción cuando la opinión pública está en contra? Hasta me han dicho que estoy muy molesto con la contratación de plazas porque nosotros cobramos 25 mil pesos por cada plaza, ¿entonces?
— ¿Usted dice que es inútil hablar de la corrupción porque todos los mexicanos piensan que los trabajadores del instituto son privilegiados?, ¿cuánto gastaba Levy?, ¿no puede demostrar que no son privilegiados?
— En este país no hay gente privilegiada, ningún trabajador se puede decir que es privilegiado, está muy claro que el problema de la administración del país es un caos, por eso decía, ¿por qué los diputados se ponen en contra de una propuesta que yo estoy haciendo para quitar un candado que pusieron ellos mismos en agosto del 2004? Porque nunca van a las instalaciones del Seguro Social, porque ellos se van a Médica Sur, ellos se van a los hospitales caros al extranjero, a curarse, a tratase y hacerse sus chequeos médicos cuando realmente desconocen lo que está pasando con las instituciones.
Por ejemplo, yo ayer veía un programa del siglo XXI, un programa en donde llevan al Seguro Social y ponen a los trabajadores como los únicos culpables, y además, hay opiniones mortales por parte del sector obrero -siendo que deberíamos de defendernos entre nosotros-, de parte del sector empresarial y de analistas; yo participé en eso y me sacaron como ráfaga -hice dos o tres intervenciones-.
Si yo te doy información sobre los datos de la corrupción te los doy a ti y sale, pero si se lo doy a otro medio no sale, porque hay contubernio.

El nuevo pacto

— Se dice que ya está pactado un arreglo con Gobernación, que ya habló con Abascal, ¿qué hay de cierto?
— Santiago Levy no era ya un interlocutor, y yo tenía que buscar otros interlocutores, senadores, diputados, o sea, el cabildeo, y tomar decisiones. Él -Abascal-, es conciliador por su obligación como secretario del Trabajo, y ahora, como secretario de Gobernación, tiene que cuidar la política interna y evitar los conflictos. El mismo Consejo Técnico, el sector empresarial, los obreros, tienen obligación de escuchar las propuestas del sindicato.
Y esto no quiere decir que yo haya otorgado cosas, y que por esas cosas digan, como siempre, que me van a sacar; en eso he sido muy cuidadoso. Nada de lo que se platique, de lo que se informe, es un compromiso del sindicato con las diferentes secretarías o actores políticos de este país.
Hemos hablado con Chuayffet, hemos hablado con el PRD, hemos hablado con Convergencia, hemos tratado de decir que el sindicato es un sindicato coyuntural, que es un sindicato de proyecto, que es un sindicato de propuesta, que somos responsables. Lo que quisieran es que Roberto Vega se aislara, que no platicara, que no expusiera y que no dijera cual es el proyecto y la propuesta del sindicato; y que esperáramos al 15 de octubre y podamos estallar una huelga.
Ningún sindicato que yo conozca, ningún sindicato puede llegar a ningún evento estatutario sin haber platicado o negociado.
— La pregunta es, ¿ya hay pacto con Gobernación?
— Tú crees que me vayan a creer eso, primero yo puedo decir que sí, pero yo tengo un congreso, y si el congreso me lo vota en contra, el que queda mal es Roberto Vega, y eso yo ya lo aprendí. Ya no me puedo comprometer si mi órgano de gobierno no me lo autoriza.
— ¿Qué va a pasar si en el congreso se dice no a la propuesta del sindicato?
— Pues es no.
— Pero, ¿qué va a pasar?
— Nos tenemos que enfrentar al escenario. Por eso yo quiero hacer que todos seamos responsables y decirles: secretarios generales, estructura sindical, tuvimos un tiempo, se hicieron estrategias, decían que el Comité Ejecutivo no hacia nada, pero primero que nada no saben a lo que vienen, no han sido informados a los que vienen, no saben cuales son los riesgos que podemos enfrentar en los diferentes escenarios, pues bueno, entonces asumamos todos con responsabilidad el costo que podemos tener.
No nada más el costo ante una huelga, sino el costo ante votar algo en lo que no esté de acuerdo el 100 por ciento del congreso, que lo asumamos con responsabilidad.
Ese costo político nadie lo quiere tener y ese es un problema, nadie quiere tener el costo político porque viene la sucesión del CEN, porque viene la sucesión de algunos comités ejecutivos seccionales, porque es muy fácil tener la bandera del ‘ni un paso atrás’.
Creo que una organización sindical como la nuestra debe tener una propuesta o un proyecto, no creíamos que nos iban a legislar y nos pueden legislar para las actuales generaciones.
El tema de las jubilaciones y pensiones es un tema que cualquier gobierno que llegue en el 2006 tendrá que enfrentar, y si nosotros como sindicato podemos avanzar y mostrar que fuimos congruentes con lo que decimos y con lo que hacemos, podemos avanzarle antes de que se puedan tomar decisiones como las que se han tomado, por ejemplo, que quieran ser parejos y hacer para todos un sistema pensionario nacional en donde todos los trabajadores seamos trazados igual.
Ese ha sido un camino al que nos han querido llevar, que porque los trabajadores del Seguro Social ganan más que los que están asegurados. La tendencia es hacer que todos los trabajadores tengamos las mismas condiciones de jubilación.
Antes de concluir la entrevista en su oficina de la Cámara de Diputados -el 5 de octubre-, Vega y galina dice que si “sale vivo” del congreso que inicia el próximo martes 11, o que si permanece en el CEN al término del congreso, tratará de enfrentar el desastre que Santiago Levy generó a su paso por la administración y que resume así: “un Seguro Social empobrecido, sin crecimiento, sin plazas, sin infraestructura, y condenado a que si no hay un crecimiento y una política laboral real, seguirá metido en un circulo vicioso”.
En la agenda pendiente, el secretario general también se deja la tarea de hacer un sindicato “más plural y democrático”, y con la visión de “formar cuadros sindicales preparados y acordes a la modernización del instituto y del gremio”, para dar, apunta, “mejores resultados a los que representamos”.
Concluye: “estoy seguro que Roberto Vega termina el 15 de octubre de 2006, y que como siempre, me tendré que ir al Consejo Consultivo, como exsecretario general”.

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