Por Alicia Alejandra

Twitter: @Alisless

 

Es extraño, pero esas mariposas no revolotean por sí solas, es complicado pero real y tienes que aventarte porque nadie te lo contará. Y de repente, sin pensarlo, te encuentras con la persona que nunca imaginaste, aquella que puede tejerte varios mundos en un instante.

 Supongo que todas las historias de amor comienzan así, sin querer. Estás tan tranquilo y de repente ves algo que es te causa esa sensación y ahí vas, tratando de entender ese suspiro inalcanzable. Nadie te da garantías de nada, puede que lo que hayas visto sea solo un espejismo, y, al llegar allí, no te encuentres con un paraíso sino con un montón de piedras, pero tienes que ir, tienes que confirmarlo por ti mismo o siempre te quedará la duda.

El equilibrio de nuestra tranquilidad pende de un hilo; la vulnerabilidad de los sentimientos acompañan nuestras acciones incluso descartando los malos tiempos por los que pudimos haber pasado, estos deciden por sí solos aventarse con incandescente precariedad, esa indiscutible rapidez con la que tiende a menospreciar los malos presentimientos por los buenos deseos de cualquier sonrisa; es por ello que se mueve hacia el extraño misterio de la felicidad a través de esos momentos que quizás desconozcas pero tanto anhelas conocer.

No importa la duración o si son risas pasajeras, no importa si se tratan de pensamientos desordenados, si son idas y venidas sobre la misma piedra, si lo perseguido es temido, si nos asusta y es inadecuado para la razón.

Para sentir con total intensidad hay que atreverse y, solamente de esa manera, saber si ese lugar es el adecuado para nosotros, donde no quedara ningún lugar para mirar con otros ojos y querer permanecer para siempre en el mismo corazón… y poder expresarle que recibir un beso suyo es tener la oportunidad de seguir inflando la felicidad.

Estas letras puedo firmarlas hoy mismo. Es como si después de casi varios años nada hubiera cambiado en mis ideas, sin embargo, han cambiado tantas cosas, y es que esta vida, empeñada en no detenerse, va removiendo tus planes hasta que al final ya no sirven de nada; es algo que suele pasar por hacer planes sin contar con los que la vida ya tiene preparados para ti, entonces eso confunde.

Pero lo que sí sé y eso no ha cambiado nada, es que tengo esperanza en las personas, no todas se pintan de la misma manera. Deseo que las cosas cambien siempre para bien, que también encuentres aquello que siempre has querido encontrar y no sabes cómo ni dónde ni muy bien qué es; pero lo encontrarás aunque ni tú mismo lo creas.

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