La cobertura “universal” de Calderón  incluye ¡la dermatitis del pañal!
   Gustavo Leal F.*
   Además de la fantástica “meta” para alcanzar  una cobertura “universal”, después de cuatro años al frente de la SSA el Dr. Córdova Villalobos  manifiesta sentirse muy satisfecho con dos “avances” del programa sanitario  calderonista: la “ampliación” del Catálogo Universal de Servicios Esenciales  del Seguro Popular (CAUSES) y la integración de un sistema “único” de salud.
   Respecto al CAUSES, Córdova estima  alegremente que, hacia 2012, podría cubrirse “el 100 por ciento” de atención de  enfermedades en el primer nivel y de “90 a 95 por ciento” en el segundo.
   Estrictamente hablando, el CAUSES de  Córdova (mayo 2010) agrupa sus 275 intervenciones en 6 diferentes conglomerados:  24 de salud pública, 104 de consulta de medicina general/familiar y de  especialidad, 8 de odontología, 25 de urgencias, 45 de hospitalización y 69 de  cirugía. ¿Dónde ubica su “100”  y “90” por  ciento del primer y segundo nivel?         
   Frente  a los que hoy por hoy nos enferma y mata: diabetes, cánceres e infartos, entre  otras, todavía cabe preguntar: ¿su “cien por ciento” en el “primer nivel”  incorpora acaso las “Acciones preventivas para recién nacido” (intervención 9)?  ¿O las “Acciones preventivas para menores de 5 años” (intervención 10)?  ¿También las “Acciones Preventivas para niñas y niños de 5 a 9 años” (intervención 11)?  ¿O las “Acciones preventivas para adolescentes de 10 a 19” años (intervención 13)?
   Por  no mencionar la “Detección precoz de los trastornos de la conducta alimentaria”  (adolescentes, intervención 12), las “Acciones preventivas para la mujer de 20 a 59 años” (intervención  17), las “Acciones preventivas para el hombre de 20 a 59 años (intervención 18),  las “Acciones preventivas para el adulto mayor de 60 años en adelante”  (intervención 24), el Diagnóstico y tratamiento de deficiencia de vitamina A  (intervención 26), el Diagnóstico y tratamiento de rinofaringitis aguda  (resfriado común, intervención 33) y el Diagnóstico y tratamiento de dermatitis  del pañal (intervención 69).
   Estrictamente  hablando, a Córdova hay también que interpretarlo. Porque ¿su “90 por ciento”  del segundo nivel contempla, acaso, el diagnóstico y tratamiento de las  secuelas de desnutrición (intervención 100)?  
   Por  lo que toca a la integración del sistema “único”, para Córdova nuevamente se  trata de que, hacia 2012, el “avance” se materialice vía “expedientes  electrónicos, convenios de portabilidad, y otros acuerdos de atención”, de tal  suerte que espera tener “al IMSS, ISSSTE, SSA y al menos a 24 estados  integrados en algunas áreas”.
   Apenas en abril de 2010, el Sindicato Nacional  de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) comunicó que había ordenado la  suspensión del proyecto del Expediente Electrónico en el IMSS. Y destacó que la  decisión era consecuencia de “la nula respuesta” del Instituto a las reiteradas  exigencias sindicales para que mejorara el equipo, los programas de cómputo así  como por las quejas “muy sustentadas” de  los usuarios del sistema. 
   Para  el SNTSS: “tras varios años de experimentos fallidos, queda claro que no existe  ni la voluntad ni la capacidad del Instituto para modernizar en forma eficiente  y efectiva el sistema de cómputo, que hasta ahora sólo sirve para entorpecer  aún más los procesos de atención a los usuarios del IMSS. Y, lo que es peor,  prolonga los tiempos de espera y provoca la ira de los pacientes. En el  Instituto existe una extraña obsesión por el fracaso. Como es público y  notorio, el expediente electrónico ha provocado dificultades administrativas  para los derechohabientes y operativas para el personal de salud, propiciando  las quejas de unos y el envío injustificado a relaciones laborales de los otros”. 
   Dado  el peso específico de una institución de la magnitud nacional del IMSS, se  antoja difícil que Córdova cumpla con su “meta” de integración hacia un sistema  “único”.
   Los convenios de portabilidad tampoco  parecen tener mejor suerte. Es el caso del que se firmó el 17 de febrero de  2009 entre el IMSS- ISSSTE y cuyo “avance” es casi nulo. 
   ¿Y  dónde está el Informe de Resultados sobre la Portabilidad para “todos  los usuarios” del Seguro Popular cuyo Convenio 32 x 32 signó (y presumió) con  32 secretarios estatales de salud el (cuarto) comisionado de Protección Social  en Salud, Salomón Chertorivski, el 23 de octubre de 2009? En el se  comprometieron a que los estados absorbieran los costos de la atención,  independientemente de donde recibieran el servicio médico. Para lo cual  deberían adherirse a un sistema informático y tabulador de costos nacional, teniendo  como principales beneficiarios a jornaleros agrícolas, migrantes temporales y  pescadores. 
   Pero  eso sí, Córdova ya desechó financiar el tratamiento de la insuficiencia renal por  los “altos costos que generaría”, aunque simultáneamente reconozca que “hacia 2020” podría haber hasta10  millones de diabéticos.
   No  hay duda: el “100 por ciento en el primer nivel y 95 en el segundo” de Calderón  y Córdova describe una fantástica cobertura “universal” que no cabe en un  México de derechos sociales efectivos. 
   Pero  se acerca consistentemente a la “realidad” sanitaria del gobernador Juan Sabines:  en, Nuevo Juan de Grijalva, la primera ciudad rural sustentable edificada en  Chiapas con 410 familias, presumió “tenemos el 100 por ciento de vacunación,  ninguna defunción en menores de 5 años, todos los partos han sido atendidos con  calidad profesional, ninguna muerte materna por parto, ninguna defunción por  VIH, ni un caso de tuberculosis o paludismo”.   ¡El anhelo “universal” de Calderón!    
   Redacción:
   El presente artículo  del doctor Gustavo Leal Fernández, profesor e investigador de la Universidad Autónoma  Metropolitana-Xochimilco, se publicó por primera vez en el periódico La   Jornada el sábado 2 de octubre de 2010.
			
		



























