“El SNTSS no tiene contrato”, alerta Antonio Rosado
“Los errores se pagan”, dice a Vega y Galina

Jani Luna González
23 de septiembre de 2004

 

La mañana del miércoles 22 último, el “Pleno Ampliado” del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) celebró extraño ritual en Churubusco. Roberto Vega y Galina, hasta el lunes 20 secretario general del sindicato -acompañado de los ocho depuestos de la Comisión Revisora-, se juntó con el resto de los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), los 37 secretarios generales seccionales del gremio, y algunos miembros del Consejo Consultivo, conformado por exsecretarios generales de la misma organización.
Único fue su objetivo: “cerrar filas y ratificar a Vega y Galina como su secretario general”. De paso, destrozando la legalidad estatutaria que supuestamente había regido la vida entera del sindicato, acordaron “destituir” al presidente de la Comisión Nacional de Honor y Justicia (CNHJ), Armando Ovalle Zavala, por “traidor”, así nomás, y así de simple.
La imaginaria “destitución” de Ovalle Zavala se dio sólo dos días después de que, apegado al marco estatutario, el titular de Honor y Justicia decretara la deposición de Vega y Galina, y los ocho integrantes de la Comisión Revisora por “traición a los trabajadores”, luego de que comprobó que, en efecto, y en una actitud “vendida”, los depuestos firmaron con el instituto cambios al Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP) a espaldas de los trabajadores.
Simultáneamente, Antonio Rosado García, exsecretario general del sindicato, ofrecía conferencia de prensa en las instalaciones del Instituto de Estudios Sindicales y de Seguridad Social (IESSS), en Tintoreto.
Rosado García, uno de los exsecretarios generales con mayor credibilidad y simpatía dentro de las filas del sindicato, y a quien por cierto, Vega y Galina debe su carrera sindical, aclaró los puntos medulares del conflicto intersindical. Dijo que Vega y Galina debe explicar las interrogantes que han surgido a raíz de conocerse la firma de la cláusula 110 -la que se refiere al RJP- entre el sindicato y el instituto, el 4 de octubre de 2003.
Y se pronunció porque el depuesto líder “presente las pruebas que aclaren su situación para terminar, de una vez por todas, con un problema que desgasta mucho a la organización, y que no merecen los trabajadores por la fuerza y por la decisión con la que han luchado en la defensa de sus conquistas laborales”.
Según Rosado, los documentos firmados “no tienen una explicación lógica”, porque explicó, “sabemos que las cláusulas son firmadas por el sindicato y el instituto una vez que son aprobadas por el congreso, que es nuestra máxima autoridad, y el que determina si se aprueban o no las negociaciones establecidas”. Sin embargo, subrayó, “el documento tiene una fecha anterior a la celebración del congreso del 2003”.

NO A LOS TÍTERES

Rosado García descartó las presunciones de Vega y Galina en el sentido de que el Seguro Social está atrás de lo que ha llamado una campaña en su contra, y expresó que le parecía “muy arriesgado” que se asegurara que la institución pudiera comprar a alguien del sindicato.
Y recordó que Ovalle Zavala actuó en sus funciones, incluso a petición misma del depuesto líder sindical, “para que investigara la queja interpuesta por un grupo de trabajadores, sobre estas mismas firmas que al parecer no tienen explicación”.
Rosado indicó que la CNHJ en el sindicato del IMSS, así como en todos los sindicatos, “tiene la autonomía que necesita para poder trabajar y determinar si una persona es culpable o no es culpable”, porque si no, alertó, “serían títeres del secretario general y no tendría ningún caso su función”. Probablemente, apuntó, “confiado en su inocencia, el doctor Vega le indicó a Ovalle que investigara; y de la investigación salieron cosas que ahora necesitan una explicación”.
Sobre los procedimientos, Rosado manifestó que “el doctor Ovalle está en la legalidad”, y que la sanción que Vega propuso contra Ovalle es “antiestatutaria”. Y reafirmó que quien tiene que decidir si se aplica o modifica la deposición es el próximo congreso nacional del 11 de octubre.
Sobre la presunta destitución de Ovalle remarcó: “El CEN no puede quitar de ningún cargo a nadie, ¡imagínese que organización sindical seríamos si se juntaran 19 personas para hacer o deshacer con la vida de los trabajadores!
“… Yo creo que es una decisión autoritaria, es una decisión apresurada probablemente estimulada por el enorme conflicto de sentir que está depuesto de su cargo; pero esto tiene todavía que ser ratificado o no en el congreso, es el proceso estatutario genuino.
“… Ellos, en un acto de autoridad deciden dejarlo sin funciones pensando que muerto el perro se acaba la rabia; que quitando al presidente de Honor y Justicia se acaba la queja, pero esto no puede ser”.

LOS PERDEDORES

Rosado hizo una severa crítica al CEN, “acuérdese -advirtió-, que 19 personas que forman el CEN se hacen cargo de respetar y hacer respetar el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) y los estatutos del sindicato, y que el trabajador que está en su adscripción, en el pueblito más lejano del país donde hay una unidad del Seguro Social, él tiene que tener la certeza de que su sindicato está velando por sus intereses, porque si se pierde esa confianza, entonces se pierde la razón de ser del sindicato”.
Y siguió: “A ellos son los que hay que respetar no engañándolos, los intereses de los que estamos en las dirigencias son los que menos importan porque uno se va -espero que nunca haya una reeleción porque son muy malas-, somos intrascendentes en lo que respecta a la persona, pero en la representación institucional, lo más grande que hemos logrado es la confianza que los trabajadores nos tengan.
“Si hubo engaños, eso debe resolverse al costo que sea, ¡al costo que sea!, no importa quien sea el sacrificado, el que tenga la razón ese debe prevalecer como garante de la confianza que los trabajadores tienen en su organización”.
“… Yo creo que, como dice nuestro estatuto, en el congreso nacional Vega debe ser escuchado en su defensa, y el congreso decidirá una vez que conozca las razones por las que se firmaron esos papeles, las circunstancias en las que se hizo, o los motivos por los que se estuvieron ocultando.
“A mi me llama la atención que hemos escuchado infinidad de veces a nuestro líder decir que no se firmó nada, y ahora, como gran sorpresa para todos los que lo estimamos, para todos los que hemos conocido su trayectoria, nos damos cuenta de que sí hay cosas firmadas, entonces, para no prejuzgar lo que corresponda, yo le he estado proponiendo que se decida de una vez por todas a presentarse ante ustedes, en una rueda de prensa, y que nos explique y nos de algunos de los motivos o que nos presente las pruebas de que no hay ninguna razón para la sanción que le está imponiendo la CNHJ, y entonces dejamos todos zanjado.
“Lo que está pasando ahora no tiene antecedente, por eso, los que tenemos prudencia y edad para tener calma, recomendamos que lo que hay que hacer es oír a las dos partes; pero no descalificándose ni echándose culpas ni los caballos encima, cerrando puertas o desconociendo representaciones, ¡no!, que se presenten, que dialoguen que presenten las pruebas los dos y que el que tenga la razón sea el que salga adelante, sin siquiera que esto refleje que uno de los dos tenga que salirse del sindicato.
“Si el doctor Vega gana, no tiene por que quitar al de Honor y Justicia, porque él está cumpliendo una misión que él le encomendó; y si el doctor Vega se hace acreedor a una sanción, pues él, con madures, tendrá que aceptar que los errores se pagan.

UN SINDICATO SIN CONTRATO

Para Rosado García en este conflicto hay un “punto de referencia que llama mucho la atención”, y es el correspondiente al CCT. Alertó: “¡No tenemos contrato!, y explicó: “el CCT publicado se acabó en octubre de 2003, y en todos los meses finales de 2003 y todo lo que va de 2004 no tenemos contrato; o sea, no se ha impreso el nuevo contrato con las modificaciones que se lograron en el congreso de 2003, y esto permite sospechar del por qué no se ha querido imprimir el contrato.
“¡No hay contrato! Yo les quisiera recordar que cuando terminó el congreso de octubre de 2003 el director dijo: ‘no acepto firmar las condiciones que me propones porque el sindicato falló, no cumplió sus promesas’; bueno, pues ahora todo tiene que revisarse porque estamos haciendo un juicio real de lo que ha sucedido.
“Yo soy miembro del Consejo Consultivo y he platicado con mis compañeros, muchos de ellos son muy prudentes, otros participan con más vehemencia, unos son más moderados y otros son muy efusivos, y llegamos a la conclusión que desde ahí empieza el conflicto; o sea, el director obliga al sindicato a salir de Churubusco marchando por las calles a venirle a gritar acá a Reforma que debía cumplir con el aumento salarial y con las modificaciones que habíamos logrado en la revisión.
“Se hace un lío, me acuerdo que el doctor Vega me invitó un domingo a asistir al congreso, hablamos muy mal de Santiago Levy, diciéndole que era un hombre muy informal, que no merecía la dirección del instituto, pero después él se presenta y dice: ‘ya lo arreglé, ya aceptamos que sí va a respetar nuestros acuerdos, sólo con el compromiso de hacer un congreso extraordinario para revisar el RJP en marzo’.
“Era una buena salida la de ‘revisar’, revisamos lo que quieran, porque mientras no se acepte no importa hablar. El doctor Roberto Vega manda una comisión a todo el país en donde da a conocer las necesidades de modificar el Régimen, les manda un folleto en donde hay unas modificaciones mucho más agresivas que las que ahora persisten, está mejor ahora que antes.
“No lo aceptan los congresistas en marzo de 2004, y se desata una batalla terrible en la que el doctor Vega se da cuenta de que los trabajadores no quiere pensiones individuales, preferimos seguir las jubilaciones y las pensiones que da nuestro contrato, que ni es tan oneroso ni es tan malo, lo que pasa es que nadie lo ha explicado y yo no sé por qué.
“De ahí se deriva todo este conflicto, pero en poco tiempo empiezan a surgir las dudas de que sí se firmó. El director se la pasa insistiendo en que tenían algo firmado, en que tenían un compromiso firmado, y que él y el doctor Vega habían arreglado y que no se qué y no sé cuanto hasta que de repente sale esto.
“Entonces, ¿qué hace uno si quiere al sindicato”, ¡yo lo que quiero es que quede transparente y claro! Yo quiero mucho al doctor Vega, yo lo hice secretario de Previsión Social cuando fui secretario general, yo lo hice presidente de la Comisión de Plazas de Confianza ‘B’ cuando yo estaba en la Secretaría de Asuntos Técnicos.
“Yo lo estimo, he admirado su trabajo y es muy buen trabajador, pero tiene que haber una explicación que ojalá sea lo suficientemente buena como para que quede transparente su postura, y para que todos los trabajadores del Seguro Social sepan que se trató de mal entendidos o que se les fueron las patas y firmaron antes de tiempo”.

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