El silencio de la sospecha
“No beneficia a nadie”: Gustavo Leal F.

Valentín Cardona
9 de diciembre de 2004

“¡Chinga tu madre, pinche muñeca puta!”, se escuchaba entre el desorden y el griterío la tarde del pasado 11 de octubre, luego de que en una votación “amañada” y sin discusión, Roberto Vega y Galina se alzó con el “triunfo” sobre sus propios agremiados al negociar de manera misteriosa con su patrón, Santiago Levy Algazi, un incremento salarial “miserable” de apenas el 4 por ciento para los trabajadores del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS).
Y es que parado a un lado de la mesa principal, La Muñeca Federico Arellano Parra, secretario de Trabajo del sindicato, enviaba una “obscena roqueseñal” a cerca de 400 delegados al XLIII Congreso Nacional del SNTSS y les espetaba burlón “¡nos los cogimos cabrones!”, dixit tradicional utilizado por diversos miembros del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) en sus “debates”.
Después, y mientras Vega y Galina se apresuraba inusualmente a clausurar el Congreso, casi la mitad de los congresistas que pedían un aumento del seis por ciento a sus tabuladores se pusieron de pié, y dando la espalda a su “líder” cantaron el Himno Nacional. “¡Pinche traidor!”, “¡vendido!”, remataron.
De acuerdo con fuentes sindicales, a Vega y Galina no le importaba alcanzar mejores prestaciones para los trabajadores, sino terminar el Congreso cuanto antes. En efecto, reciente estaba la deposición por traición a los trabajadores que Armando Ovalle Zavala, presidente de la Comisión Nacional de Honor y Justicia del sindicato le había impuesto, y también su reinstalación a través de un consejo extraordinario “antiestatutario y espurio”, en el que como remate, la cúpula sindical cerró filas con el depuesto Vega y acordó destituir a Ovalle Zavala, por “traición a su líder”.
Vega y Galina, pues, tenía miedo de que en cualquier momento se retomara el tema de “su traición” y que el Congreso se le saliera de “control”. Pero no sólo eso, en el Congreso se harían propuestas destinadas a incitar a la cúpula a emprender, a la voz de ya, el camino de la “democratización y modernización”, es decir, “pasar de ser un sindicato entreguista al patrón, a uno de propuesta sería que garantice un avance real de la institución y sus trabajadores”.
No es todo, en el Congreso también se intentaría poner “candados” a Vega y Galina para impedirle tocar el tesoro de los trabajadores sindicalizados: el Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP).

ENTRE SOSPECHAS TE VEAS

Para enfrentar el XLIII Congreso, Vega y Galina generó una gran expectativa entre sus agremiados, a tambor batiente movilizó a los trabajadores y amenazó una y mil veces con estallar la huelga en caso de que su patrón Levy no le otorgara el 10 por ciento de incremento salarial; pero se desinfló, en cuestión de minutos aceptó el “miserable” 4 por ciento.
Para colmo, tras la clausura del Congreso Vega y Galina se vio envuelto en las sospechas que generó: “¿cuánto se llevaría él y la cúpula si cada punto porcentual de incremento costaba al IMSS 700 millones de pesos?”, “¿cuánto se llevó cada secretario general y cada congresista que vendió su voto?”, “¿qué sigue?”, “¿vender ahora sí el RJP?”, “¿hacerse patos con el amparo?”, se preguntaban desconcertados cientos de congresistas “radicales”.
La noticia del acuerdo IMSS-cúpula sindical se difundió y conoció a nivel nacional en cuestión de minutos, literalmente 380 mil trabajadores activos y 120 mil jubilados y pensionados fueron tomados “por sorpresa” y, presas de la desilusión, aceptaron “el acuerdo”. Desde entonces, Vega y Galina calló.
Pero no todo se perdió, para fortuna de los trabajadores en audio y vídeo quedaron registrados valiosos testimonios del XLIII Congreso. Como ejemplo, la voz de un congresista de la sección XXXIV del Distrito Federal que propuso al micrófono:
— “… En apego al marco estatutario, solicitamos sea un resolutivo de este XLIII Congreso Nacional Ordinario la aprobación de un Congreso Nacional Extraordinario, en donde el único punto de acuerdo de la orden del día sea el de llevar a cabo una reforma estatutaria que nos permita avanzar en la democratización y fortalecimiento de nuestra organización.
“Que la Cláusula 110 de nuestro Contrato Colectivo de Trabajo y cualquier punto referente al Régimen de Jubilaciones y Pensiones no esté sujeta a revisión, ni que sea condicionante en lo presente, ni en lo futuro, para cualquier revisión salarial o contractual.
“Planteamos la urgente necesidad de llevar a cabo los procesos electorales dentro de los centros de trabajo con el propósito de garantizar y legitimar la elección de los representantes por voto directo, secreto y universal…”.

EL SILENCIO DE LA SOSPECHA

Las sospechas generadas por el sepulcral silencio de Vega y Galina y su cúpula salieron pronto del interior del gremio. El primero de noviembre pasado, el doctor en Economía y experto en políticas de salud y seguridad social Gustavo Leal Fernández, expuso en la Casa Lamm 19 puntos sobre la urgente necesidad de que el CEN retome su materia de trabajo; y el 24 de noviembre, en el marco del foro “Los impactos de las reformas estructurales en la sociedad mexicana”, organizado en Cuernavaca por la secretaria general de la sección XIX Silvia Irria Marín, Leal Fernández se manifestó sorprendido por el silencio del CEN del sindicato desde que terminó la negociación salarial.
El también investigador y profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco y articulista de La Jornada abundó:
— “… Estamos sorprendidos e inquietos respecto a la posición que va a tomar este CEN respecto al previsible embate que va a seguir por parte del gobierno de Fox y Levy en materia de jubilaciones y pensiones.
“Me sorprende este silencio porque sabemos que ante la reforma que votó el Senado de la República el 5 de agosto, hay -según ha declarado el propio CEN- más de dos mil jubilaciones sin sustitución, y me sorprende también porque el sindicato interpuso una queja en materia del amparo por esta reforma sobre la cual no hemos visto más movilizaciones.
“Es mi impresión que si el sindicato sigue en silencio, la estrategia de desprestigio de Levy puede seguir avanzando. Quisiera recordar que el resolutivo número uno del Congreso de marzo de este año fue ‘auditoría al RJP’, y que el secretario Vega y Galina colocó ya en la Cámara de Diputados una iniciativa en esta materia, y quisiera recordar que esta debe ser necesidad impostergable del SNTSS.
“La reforma pírrica que introdujo Levy con al vergonzosa participación del PRI del licenciado Madrazo, y de sus senadores, me parece que será fuertemente penalizada en el 2006, y que esa reforma, además de tener ese costo electoral, no resuelve nada de fondo.
“Sin embargo, no hemos escuchado que el CEN despierte el debate nacional que sí se está despertando el ISSSTE, y que incluso ha dejado lecciones sumamente enriquecedoras; por ejemplo, que hoy podamos afirmar sin duda alguna que los documentos maestros que está defendiendo la Secretaría de Hacienda para su modificación del régimen del ISSSTE han sido enteramente redactados por el Banco Mundial.
“Esta entrada nos obliga a solicitar a que el CEN del SNTSS tome en cuenta que ese silencio no beneficia absolutamente a nadie…”.
A su entender, como “recomendación y no como reproche”, Ramón Mera Villarreal, secretario de Trabajo del Sindicato Mexicano de Electricistas dijo en el foro a los sindicalizados del Seguro Social “que busquen mecanismos para brindar una atención oportuna a todos los derechohabientes” y recomendó generalizarla “aunque Levy y todos los directores digan que no se le puede dar la atención a alguien que no sea derechohabiente”. “¡Hagámoslo!”, invitó. “Esa es una inversión que nosotros mismos estamos haciendo como mexicanos hacia los trabajadores de este país”, justificó.
Además, en aras de la modernización los instó a “establecer convenios de cooperación académica y tecnológica en desarrollo médico”, con instituciones de educación superior del país como la UNAM y el IPN.
Hasta Héctor Ulises García Nieto, secretario de la “virtual” Secretaría de Calidad y Productividad del SNTSS, hizo severas críticas constructivas a su sindicato. Basado en las propuestas de Leal Fernández, dijo que “la propuesta de desarrollo democratizador al seno del sindicato no prospera porque ningún proyecto democratizador puede plantearse de dientes pa’ fuera sin reflejarse a lo interno”.
Añadió que parte de la falta de respuesta del sindicato a su materia de trabajo y a su despliegue laboral cotidiano, tiene que ver con que “no hay un entendimiento de lo que significa hacer un planteamiento de democratización”, porque aclaró, “no puede ser un planteamiento de democratización formal sino real y no puede hacerse si no cambia la propia estructura”.
“No puede dar un salto cualitativo -explicó-, porque también es parte del reflejo espejo de la formación de esas instituciones verticales”, refiriéndose a las “instituciones” que conforman el Congreso del Trabajo..
García Nieto sentenció que si el sindicato no realiza “una modificación a lo interno, todo será llamarada de petate”. Y concluyó: “… no nada más es necesario reflexionar sobre lo que necesita el país, sino también es necesario reflexionar sobre lo que las organizaciones sindicales deben de hacer para cambiar a su interior, y para propiciar la participación de todos en una esfera diferente; si no, quedamos atrapados ahí y lo único que decimos es que nosotros somos los democráticos y los demás no, y eso no es cierto”.

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