IMSS: Gutiérrez Fragoso y los panistas
Gustavo Leal Fernández

Después de felicitar a la cuestionada dirigencia perpetua de Valdemar Gutiérrez Fragoso en el SNTSS por “la enorme responsabilidad con la que se han conducido”, interviniendo en la 101 Asamblea Ordinaria del IMSS Calderón sostuvo que “me queda perfectamente claro que el Instituto enfrenta una situación financiera estructural muy delicada. Urge buscar una solución de fondo a sus problemas. Se hace necesario impulsar una nueva generación de reformas que garanticen la viabilidad financiera de largo plazo de esta Institución”.
Propuesta que puntualizó Daniel Karam “de no tomarse medidas de fondo para solucionar la situación financiera, el IMSS tendrá dificultades para brindar atención médica a sus derechohabientes”. Y es que, según Karam, el déficit en el régimen de jubilaciones del Instituto supera 11 por ciento del PIB! “El mandato es que trabajemos con transparencia”.
Inmediatamente, el priísta Manlio Fabio Beltrones exigió a Calderón que presentara también las iniciativas de reforma porque “no basta con presentar diagnósticos y sonar alarmas: hay que aportar soluciones. El Gobierno federal”, agregó, debe definir “el rumbo de su política social, pues mientras se destinan más recursos al Seguro Popular crece la incertidumbre entorno al IMSS. Se invierte en programas que incentivan el empleo informal y muestran índices de desempeño reprobatorios, mientras se crea incertidumbre en una institución de seguridad social del Estado, baluarte de los derechos de los trabajadores y sus familias”.
Por su parte, el archicriticado líder del SNTSS, Valdemar Gutiérrez Fragoso, rechazó, que la causa de la crisis institucional fuera el costo del Régimen de Jubilaciones y Pensiones y los derechos adquiridos de los trabajadores “como aseguró Karam”. También lo acusó de mentir. Luego aseguró “que no está preparado para la alta responsabilidad que implica conducirlo en estos momentos”.
La actual crisis del IMSS, dijo, “se da por la incapacidad de la dirección actual para desplegar una administración eficiente y transparente”. Y demandó a Karam tener “memoria histórica”. Porque desde 2005, el Instituto no pagará las jubilaciones y pensiones de los trabajadores que han ingresado hasta la fecha -cerca de 100 mil- ya que 46 mil “se financian su esquema con aportaciones propias y el resto están en cuentas individuales”. Le recordó que el Convenio de cuentas individuales  de junio de 2008 (que sacrificó -sin posibilidad defenderse- a todos los trabajadores de nuevo ingreso) y la modificación a los artículos 277 D y 286K de la Ley IMSS aprobada en 2004, señalan que para los trabajadores contratados en 1989 y hasta el 15 de octubre de 2005 su esquema de jubilaciones y pensiones “quedó totalmente respaldado, sin afectación alguna”.
Para Gutiérrez Fragoso, por esas modificaciones, las pensiones de los nuevos trabajadores “están garantizadas” y sin mayores costos para el IMSS “como se quiere hacer creer”. Desde 2008, “se cerró” el pasivo laboral y se generó una subcuenta; es decir, un fondo con las aportaciones de los propios trabajadores para financiar las pensiones. “Es una irresponsabilidad acusar a los trabajadores, como siempre, de la situación del IMSS”.
Y cuestionó: “por qué Karam acepta que patrones registren salarios irreales ante el IMSS para pagar menos por concepto de cuotas obrero-patronales. ¿Por qué, si sabe, el enorme tráfico de corrupción en todos los niveles de la institución no hace nada? ¿Hasta hoy nadie sabe cómo se aplicó, si es que se aplicó, los 5 mil 600 millones de pesos que prometió invertir en infraestructura hospitalaria y equipamiento, hasta hoy no se sabe nada? Karam miente a la opinión pública y no está preparado para la alta responsabilidad que implica conducir en estos momentos al Seguro Social”.
Para terminar, Gutiérrez Fragoso acusó: Karam toma la crisis del Instituto como bandera para levantar una cortina de humo y “desviar” la atención sobre un problema relevante como es la tragedia de la guardería ABC, en Sonora.
Unas cuántas horas después, Daniel Karam capitulaba vergonzosamente. Con el pobre “argumento” de que el IMSS “ni se colapsa ni se privatiza”, terminó reconociendo que no “están tampoco en riesgo las pensiones de los trabajadores que cotizan, ya que el gobierno tiene garantizada esta prestación”. Y con voz apenas audible todavía insistió: “mi responsabilidad” consiste en que “desde ahora sentemos el debate para fortalecer la participación del Estado”.
La embestida de Gutiérrez Fragoso (auto-reelegido Secretario General hasta el ¡2018!) lo fulminó: “cualquier solución de fondo”, dijo Karam, “tendrá que ser de la mano de los trabajadores, porque ellos no son parte del problema sino de la solución”.
En este caótico marco, la opinión pública conoció otro escándalo sobre el desorden generalizado del IMSS de los panistas: presunta colusión y corrupción en licitaciones de medicamentos.
Como era de esperarse, en cuanto escucharon la invitación al “debate” de Karam, los patrones respondieron: “no al aumento de cuotas obrero-patronales, sería meter dinero a un sistema agotado”.
Pero, abrumado por las denuncias de opacidad en el uso de los recursos sindicales y con más de 4000 trabajadores purgados en su haber, el secretario vitalicio y diputado federal panista Gutiérrez Fragoso, declara entusiasmado que en “su tercera” revisión del Contrato Colectivo de los trabajadores del IMSS “saldrá fortalecido”.
No se entiende la “crisis” fabricada así como el hondo demérito en los servicios que presta el IMSS panista (Fox-Levy y Calderón-Molinar Horcasitas-Karam) sin Gutiérrez Fragoso: son las dos caras de la misma moneda.  
Redacción: El presente artículo del doctor Gustavo Leal Fernández, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana – Xochimilco, se publicó por primera vez en el periódico La Jornada, el sábado 1 de octubre de 2011.

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