Crecen las inconformidades en el Hospital General
La lucha apenas empieza: SITS

Roselli Reyes Cuevas, Jani Luna González y Karina Ortiz García
11 de febrero de 2002

 

El aviso de tomar medidas más drásticas en caso de no ser escuchados en sus peticiones se dio el 6 de febrero cuando en conferencia de prensa, el doctor Antonio Sánchez Arriaga, secretario general del Sindicato Independiente de Trabajadores de Salud del Hospital General de México (SITS), insistió en el cumplimiento de sus peticiones –del conocimiento del secretario de Salud Julio Frenk Mora desde que tomó el poder-, un día después, fue consumado.

El cierre de la Avenida Reforma –a la altura de la Secretaría de Salud (Ssa)-, fue precedido por un mitin de casi dos horas frente a la oficina del secretario. Allí, lo más notorio fue el gran despliegue de seguridad del gobierno federal y de la Ssa, que sólo evidenció una de las razones por las que "no hay presupuesto que alcance."

Y es que la enorme nómina con la que cargan las instituciones incluye mandaderos, chismosos, camarógrafos, fotógrafos, reporteros e infiltrados, aparte de un escandaloso equipo de seguridad, cuyos integrantes están equipados con sus respectivos Walkie talkies.

No más de 100 inconformes pusieron en jaque al secretario, a la Policía Federal Preventiva, a la Secretaría de Protección y Vialidad del Gobierno del Distrito Federal y, hasta al comandante Luis Emilio Hidalgo y Rubio, jefe de seguridad del Hospital General de México (HGM), quien abandonó su lugar de trabajo para hacer rondines a la Ssa.

Esta es la historia:

EL DIA 6

El miércoles 6, Antonio Sánchez Arriaga convocó a una conferencia de prensa en donde recordó las demandas más sentidas realizadas a Julio Frenk desde que inició su período de gestión frente a la Secretaría de Salud (Ssa), entre las acusaciones y reclamos se recordaron los siguientes:

— El abuso en el alza de las tarifas del HGM, hasta en un 300 por ciento.

— El error médico –cáncer, por tuberculosis renal- y la golpiza al paciente Esquivel Linares, a manos de los elementos de seguridad del HGM bajo el cargo de Luis Emilio Hidalgo y Rubio –al que, por cierto, une el parentesco con la esposa de Francisco Higuera, Hilda Hidalgo Loperena, actual jefa del Servicio de Infectología-, quedando la denuncia en la Contraloría Interna y, sin solución hasta la fecha. También este hecho, se llevó al "brazo armado contra el médico", la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed), bajo el expediente 810/2001, sin solución hasta la fecha.

— La experimentación con seres humanos realizada por el doctor Francisco Velasco Campos y denunciada por el doctor Noé Vergas Tentori. Los hechos se hicieron del conocimiento de Frenk Mora el 19 de febrero del 2001 en un documento de 10 cuartillas. -Velasco Campos dijo a Imagen Médica que el caso "ya estaba cerrado y que resultó absuelto"-.

— El HGM parece una zona de reclusorio, porque la prohibición a los trabajadores del tránsito del hospital hacia fuera del mismo. Dijo que estas medidas están fuera de la ley porque ni están en las Condiciones Generales de Trabajo ni en la Ley Federal del Trabajo. De igual modo sostuvo que según Higuera Ramírez, "fue por órdenes de la contraloría" siendo que el HGM es un órgano autónomo.

— Fin a las represalias por denunciar los abusos del director, quien los ha enfrentado con el líder sindical Joel Ayala Almeida quien trabaja en contubernio con Higuera Ramírez.

— Fin a la represión de los sindicatos independientes. Como en el caso de Chihuahua, en el que Carlos Cuevas Lira y Manuel Cabrera Sandoval secretario general y de actas respectivamente fueron despedidos por el doctor Federico Saracho Weber, titular de Salud en ese Estado.

— Que las Contralorías Internas de los hospitales dejen de solapar a los directores.

Sánchez Arriaga señaló que el pasado 6 de noviembre fue detenido en las puertas del Hospital General y que "se le fincó un cuatro". Explicó que se utilizó a trabajadores para interponer una demanda por un supuesto fraude y, que hasta el momento no se ha comprobado. Dijo que "la tirada era que no estuviera libre para el congreso charro que se llevó el 29 y 30 de noviembre, en el que se eligió al sobrino de Joel Ayala, Antonio García Ayala."

"Nosotros decimos que Joel Ayala Almeida está enfermo de poder", por eso acudiremos con Julio Frenk Mora "porque entre sus filas están los corruptos", advirtió.

EL DIA 7

Como fue anunciado, cerca de 3:30 de la tarde llegaron frente a la Ssa los manifestantes del SITS apoyados por el Sindicato Popular Francisco Villa Independiente y por gente del Hospital Juárez del Centro.

Con un altavoz, mantas y pancartas, expresaban sus inconformidades al secretario Frenk Mora. "Exigimos la destitución de Francisco Higuera Ramírez por corrupto y autoritario", "salida inmediata del director del Hospital Juárez del Centro Elías Rescala Baca por nefasto y represor", decían.

Y a la voz del grito "¡queremos que salga Julio Frenk Mora, que salga el secretario de salud!", pedían ser atendidos.

Angel León Mendoza, secretario de Habitación del SITS, hizo un repaso de las solicitudes y documentos entregados a Frenk Mora: "Con fecha 30 de noviembre pasado solicitamos a usted audiencia. Que sea de viva voz y con veracidad, sin intermediarios, para hacerle saber las circunstancias en las que se encuentra el HGM por ser de interés de la institución y con beneficio para la salud del pueblo de México; esperamos a la mayor brevedad poder manifestarles nuestras observaciones. En espera de su atenta respuesta reiteramos nuestra vocación de servicio."

León Mendoza, explicó que, en su momento, no tuvieron respuesta, por lo que el 18 de enero del año en curso enviaron al secretario otro oficio que dice: "estamos conscientes de que es conveniente insistir para que se celebre la audiencia, ya que servirá como conducto para manifestar las irregularidades que se siguen presentando en el nosocomio, y han sido detectadas y denunciadas con oportunidad, y con comprobaciones. Las irregularidades que en esa institución al servicio de la clase más desprotegida de México. De no cumplir con la función para la cual fue creada, se pone en riego la institución, a un tris de perderse para lo cual fue creada."

Al paso de los minutos llegaron los cuestionamientos: Señor secretario – decía el doctor León-, "¿dónde está la equidad?."

Y también los recordatorios:

— Nosotros sí tomamos el reto del presidente de la República Vicente Fox para atacar la corrupción desde donde se encuentre.

Asimismo, exigían al secretario, "mostrar su valor como lo que representa", para enfrentar las necesidades reales del pueblo de México, y aseguraban que "no llegarían a esos extremos, si ya hubieran sido atendidos."

Insistían: "Estamos esperando señor Julio Frenk Mora que nos abra las puertas como corresponde a derecho constitucional".

Y desesperados por no ser escuchados, amenazaron con cerrar la Avenida Reforma.

Entonces volvieron los cuestionamientos y los recordatorios:

Señor Julio Frenk, usted dijo unas palabras muy interesantes "que somos víctimas de nuestros éxitos", pero, ¿a qué se refería, señor Frenk?

También el doctor Dimas Hernández Aten, representante de la Coalición de médicos del Hospital general, tomó el micrófono, señaló que en julio del año pasado solicitaron una audiencia a Frenk Mora en donde le pidieron su intervención "para rescatar al HGM", e indicó, "que el HGM se encuentra sumergido en una crisis de valores generada por el autoritarismo, la arbitrariedad e irresponsabilidad administrativa de los doctores Rafael Gutiérrez Vega director médico adjunto y de Francisco Higuera Ramírez, haciendo uso indebido del servicio público."

Aseveró que los representantes del sindicato han sido objeto de hostigamiento laboral y de un seguimiento personal por una "caterva de perros" que tratan de detener sus ideas.

Hernández Aten mandó un mensaje al secretario: "No se deje engatusar de sus subordinados, porque el director del HGM siempre anda diciendo que haga lo que haga en el nosocomio es protegido por el subsecretario de Relaciones Institucionales Roberto Castañón. ¿Será cierto señor Castañón que usted lo protege?

Y recordó que, en meses anteriores, se hizo una mesa de negociaciones cuando era representante de Recursos Humanos Manuel Calva Merino y en la cual, "se vieron los temas la corrupción en la administración, el fraude en la investigación médica en seres humanos sobreponiendo el lucro al interés científico protegiendo y encubriendo a quienes contraviene la Ley General de Salud y la normatividad ética universalmente aceptadas." Culminó denunciando que el actual director de Recursos Humanos, Raúl Contreras Bustamante "deniega de esta comisión política."

LOS DE GRIS

Mientras los manifestantes lanzaban consignas y se sucedían en el turno al micrófono, eran filmados y fotografiados por elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP), y por un grupo de civiles aparentemente escondidos arriba de los edificios de la Ssa. De igual manera dentro del movimiento se encontraban los infiltrados con su respectivo walkie talkie describiendo a sus jefes puntualmente lo que sucedía.

El mismo comandante Hidalgo y Rubio, jefe de seguridad del Hospital General estuvo dando rondines y su gente diseminada entre los inconformes.

La intentona de intimidación psicológica no surtió efectos, entonces, vinieron las invitaciones por parte del doctor León:

"Hay unos compañeros, más bien ¡hay un pueblo vestido de gris!, un pueblo que también le da curiosidad por saber lo que está pasando, tiene algunas iniciales que son la PFP."

"Los invito a que se sumen a esta lucha, porque todos en un momento dado podemos tener salud, pero en un momento dado perderla y necesitamos que Julio Frenk Mora, -que tiene en sus manos la salud -, abra los ojos a esta situación que está sucediendo."

Y mientras las miradas se tornaban a cada una de las ventanas de la Secretaría de Salud, con la esperanza de que algún representante se asomara, la decisión de bloquear Reforma ya no se hizo esperar. Y al grito de ¿qué queremos que haga Julio Frenk?… ¡que salga!, ¡que salga! Los inconformes se apoderaron de la Avenida.

EL BLOQUEO

Algunos automovilistas bajaron de sus automóviles y hartos, insultaron a los inconformes. Mientras que, el orador al turno les pedía "comprensión y paciencia" y les explicaba que si tomaban esa medida "era porque Julio Frenk no los escuchaba."

Otros automovilistas se acercaron a los manifestantes para pedir que se abriera el carril de la extrema izquierda de Reforma para que pudieran salir -en virtud de que la policía había desviado el tráfico de vehículos unos 300 metros atrás sobre circuito interior-, hubo quienes se atrevieron a cuestionar a los manifestantes, cuando escuchaban que el paro se debía a que el secretario de Salud, Julio Frenk no los escuchaba:

"A nosotros nos están partiendo la madre mientras ese cabrón está arriba de su BMW riéndose de ustedes", dijo uno. "A ese pendejo yo ni lo conozco, pinche bola de guevones", se sumó un segundo. "Ese putito se está cagando de la risa mientras nos rompen la madre", remató un tercero. Siguieron más y sonoros insultos contra secretario y manifestantes, hasta que, dejaron pasar a esa veintena de automovilistas varados.

Mientras Sánchez Arriaga negociaba con mandaderos de la Ssa, el boqueo en Reforma seguía y para tratar de abrir el tránsito, al lugar llegó un hombre de traje café, quien dijo llamarse Jaime Avelar y ser delegado de la Secretaría de Seguridad Pública. Temeroso con ese cargo, trataba de llegar a un acuerdo con el líder sindical y sin más llegaría el engaño.

Jaime Avelar se comprometió a interceder para conseguir a los inconformes una entrevista con el subsecretario Castañón Romo, se comunicaba casi incesantemente con Gerardo Romero, su jefe.

De pronto, los mandaderos de Víctor Garay y Raúl Contreras Bustamante, se aparecieron con Sánchez Arriaga y le dijeron que formaran una comisión que sería recibida por el subsecretario, fue ahí cuando decidieron dejar libre el paso sobre Reforma.

Formada la comisión, los inconformes ingresaron a la Ssa con la ilusión de ser escuchados. Pero al interior el poder se impuso: "Los va a recibir Raúl Contreras Bustamante", les dijeron. Y los inconformes se salieron.

Para entonces, Jaime Avelar había perdido el miedo, protegido tras un valla de unas 100 granaderas y una docena de patrullas que "por las dudas" llegaron a resguardar Reforma.

Consumado el engaño, los manifestantes decidieron retirarse no sin antes convocar a un movimiento "más organizado" para el día 21 de febrero, está vez, dijeron, para marchar a Los Pinos y bloquear el periférico. "La lucha apenas empieza", declararon.

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