Presentó Frenk Mora el Programa
Nacional de Salud 2001-2006 Roselli Reyes Cuevas, Jani Luna González y Karina Ortíz García
A la 11 de la mañana ya habían en el auditorio central de la Unidad de Congresos del Centro Médico Nacional “Siglo XXI” cerca de 100 personas. Dos horas después, los asistentes rebasaron los mil. Como a las 12 del día, ya se sentían los efectos de la mala organización del evento. La lucha por las butacas se dio fenomenal, a tal grado, que no se respetaron los casi 150 lugares señalados para funcionarios de alto nivel e invitados especiales. Sólo los subsecretarios y la oficial mayor de la Secretaría de Salud (SSa), pudieron disfrutar de sus reservaciones. Las edecanes de la SSa, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), iban y venían entre los asistentes que disfrutaban entre risas, abrazos, y presentaciones. Poco después de la una de la tarde, dio inicio, por fin, el anhelado evento. El secretario de Salud, Julio Frenk Mora arrancó con su discurso, seguido del titular del IMSS, Santiago Levy Algazi, y el del ISSSTE, Benjamín González Roaro. La mayoría de los invitados portaban en sus manos el voluminoso libro de pastas blancas que contiene, en sus 205 hojas, al Programa Nacional de Salud 2001-2006. LO MISMO
Señaló que algunos municipios de Oaxaca presentan hoy el nivel de mortalidad infantil que Nuevo León tenía hace 60 años. Manifestó que hay unidades de primer nivel con problemas de abastecimiento de medicamentos, mientras que en los hospitales, el equipamiento es insuficiente y obsoleto. Ante la comunidad médica nacional, de dirigentes sindicales, y de la directora del DIF, Ana Teresa Aranda, Frenk Mora mencionó que el Programa tiene cinco objetivos: Mejorar la salud de los mexicanos; abatir las desigualdades en salud; garantizar un trato adecuado en los servicios públicos y privados de salud; asegurar la justicia en el financiamiento en materia de salud; y fortalecer el sistema nacional de salud, en particular, a las instituciones públicas. En materia de protección financiera dijo que quieren terminar con los gastos “catastróficos”, generados por la falta de acceso a esquemas de aseguramiento. Para ello, propuso la protección básica a las personas en el sector informal de la economía, mediante un seguro popular de salud. Que por cierto, Frenk Mora ya había anunciado en su informe semestral de actividades.
Santiago Levy ofreció felicitaciones y todo su apoyo al secretario de Salud por la presentación del programa, aseguró “que se requiere de mayor cobertura, mejores hospitales, más médicos y enfermeras, pero también; un mejor servicio, abasto oportuno y suficiente de medicamentos, pero sobre todo, calidad y calidez en el servicio”.
Benjamin González Roaro, director del ISSSTE, descubrió que “durante décadas, mexicanos y mexicanas han carecido de opciones reales para acceder a servicios de salud y han estado al margen de los beneficios del progreso nacional.” Y aunque los discursos fueron sólo repeticiones -de lo dicho los últimos seis meses-, los asistentes a la presentación aplaudían a raudales las palabras de los tres oradores. Al término de las palabras de González Roaro, avalanchas humanas abandonaron el recinto de manera atropellada, y sólo algunos escucharon al maestro de ceremonias decir: “Se cita a los secretarios de Salud de los estados, en el auditorio tres.” La fecha de la presentación quedó registrada en la historia: 9 de julio del año 2001. |