El DIF Naucalpan doblega a la Codhem
Tibia investigación


Jani Luna González
3 de junio de 2001

 

Como resultado de publicaciones periodísticas sobre el caso de Marisol González Rojas, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), investiga al DIF de Naucalpan.

A Marisol González Rojas le fue extirpado un riñón sin su consentimiento en el Hospital Mocel, propiedad del poderoso empresario Olegario Vázquez Raña. Ante la denuncia de su madre en el ministerio público de Naucalpan, Marisol fue puesta a disposición del albergue del DIF Naucalpan, lugar en donde vivió ocho meses de angustia y terror.

En entrevista con Imagen Médica, Marisol manifiesta que sólo ha conversado una vez con Joaquín Bernal Sánchez, titular de la Tercera Visitaduría General de la Codhem.

En entrevista por separado, Bernal Sánchez asegura que se trabaja en el expediente CODHEM NJ/812/2001, y que se han realizado más de siete visitas al albergue "Gloria Leal de Beteta" a fin de corroborar las denuncias de Marisol.

De acuerdo con Bernal Sánchez, Marisol sólo denunció maltratos en el DIF y violaciones a los derechos humanos, "nunca se metió en lo más mínimo en relación a su riñón, ni cosa por el estilo, no se metió tampoco al manejo de la administración, ni el porque llegó, ni como salió, nada. Ella sólo refiere su queja al maltrato que recibió".

En la plática en su oficina, en la calle Abasolo 10 en Naucalpan, Bernal Sánchez explica:

— Nosotros nos abocamos a pedirle a la subdirección jurídica del DIF, que nos hiciera el favor de darnos un informe con relación a cómo se había quejado Marisol de la administración anterior, y desde luego, ellos contestan que no era posible dar un informe de cómo habían sucedido las cosas en virtud de que no tenían cómo poder obtener esa información, ya que esa administración había entrado a partir de agosto a la fecha.

Pero no es todo, el tercer visitador asume la investigación de manera polémica. Y es que, en relación a la anterior administración, justifica su actuación en cuanto a los castigos a los niños: "Yo digo que es como en todas las cárceles, por ejemplo, si tu vas a una cárcel, o vamos a un tribunal para menores infractores para que suene menos drástico, si se comporta mal un chico: pues obviamente lo tienes que poner en disciplina".

Bernal Sánchez asegura que en la Codhem se reciben casos "verdaderamente patéticos", y expone los motivos que originan esos casos: Yo pienso, dice, "que es por la mala cultura que tienen tanto hombres como mujeres, que desgraciadamente no están preparados para ser padres, y por otro lado, la falta de sentimientos que tienen para los hijos, que finalmente; no tienen nada que ver con su posición de ser bien o mal recibidos en el seno de una casa". Agrega: "y a la falta de sensibilidad de los padres para los hijos, porque: ¿qué culpa tiene un hijo de venir al mundo por una escuincla que se dejó embarazar por estar de calenturienta con el novio? Debió de haberse puesto una píldora o un dispositivo, y no haber traído al mundo a alguien que no quería".

El tercer visitador remata: "Si no quieren a los niños, que los regalen, que los vendan, que hagan lo que quieran pero menos que los maltraten".

PALOS DE CIEGO

En el expediente que integra Bernal Sánchez, se encuentran asentadas las versiones de Marisol sobre los maltratos que recibió en el albergue, como: dejarla dormir en el piso por el simple hecho de contestar a las niñeras, ponerlos a lavar los vidrios, paredes, pisos, cunas, trastes, mesas, y no darles de comer, además de que los alimentos estaban mal preparados.

También en la averiguación previa que instruyó el ministerio público de Naucalpan constan las declaraciones en donde Marisol acusa las actitudes de la procuradora del albergue Sandra Rojo, de la directora Estela González, y de las niñeras. De entre otras, destacan las siguientes:

— Los sábados y domingos que estaba la cocinera Catalina nos hacia la comida mal hecha, por ejemplo: los frijoles muy duros, hígados de pollo todavía crudos con sangre, mollejas de pollo con suciedad, guisados con mucha sal o sin nada de sal. Todo eso se lo comuniqué a la licenciada Sandra Rojo y ella me contesta que eso a mi no me importa, que ahí en el albergue había un reglamento y que sino se cumplía, tenía que ser sancionada."

Como resultado de la investigación, Bernal Sánchez ha sostenido entrevistas con María Juana García Osorio, subdirectora de asuntos jurídicos; Marías de los Angeles Ramírez Tenorio, directora; con la doctora Angélica Medina Sánchez, y también con la cocinera.

Y de las entrevistas, Bernal Sánchez no ha obtenido datos que confirmen lo dicho por Marisol.

Bernal Sánchez también desmiente a Marisol. "Otra situación que ella mencionaba es que no había camastros para los niños, y eso tampoco es cierto. Sí hay camas modestas, en lugares pequeños desde luego, pero sí hay camas. Observé las sábanas limpias, y las cobijas; incluso las olí. Las cunas están bien pintaditas con sus juguetitos".

No es todo, el tercer visitador asegura que la subdirectora lo llevó para que platicara con Ana Maricela Vázquez Piña, con la profesora Verónica Almeide Torres, con la Médico Irma González y las menores. "Quisimos ver menores que hubieran estado precisamente cuando estuvo Marisol con la finalidad de escuchar su parecer, entonces vimos a menores como María Elena Espinoza Castillo, y a la cocinera María Teresa Hernández".

— ¿Y qué fue lo que le dijeron las niñas?

— Mira… Los niños estaban ocupados, nosotros nos abocamos a la investigación con relación a los comentarios que hizo Marisol. Sí nos comentaron que es cierto: está documentado de que cuando los niños se portaban mal efectivamente les ponían a limpiar los vidrios, pero no era siempre, era cuando yo me portaba mal, y así lo dicen.

No nos dejaban sin comer, lo que pasa es que nos dejaban sin merendar cuando nos portábamos mal. Pero acá entre nos –nos decía así la niña-, entre los demás me guardaban un pan o me guardaban la mitad de un vaso de leche.

Eso fue importante para mí, no tanto por el hecho de que los hayan dejado sin merendar, sino que te da una muestra de que si las demás le guardaban aunque fuera la mitad de un vaso, no era té, no era café, sino era leche. Así que como verás, la alimentación no es muy propia ni muy suculenta, pero sí cuando menos: muy digna.

Bernal Sánchez retoma la palabra: Ahora bien –explica-, Marisol decía que una ocasión la dejaron lavando su ropa, pero la obligaron a lavar su ropa por situaciones propias de una mujer, "Marisol dejó allí sus chones, dejó todo sucio; y entonces se dieron cuenta y la obligaron a lavar su ropa. Entonces yo digo que es una cosa normal: no estoy a favor de la institución".

— Según Marisol, obligaban a los niños a bañarse con agua fría y los levantaban a las cinco de la mañana…

— No. Definitivamente eso no te lo puedo decir. Y no creo que a las cinco de la mañana, aunque eso a mí no me consta que se haya investigado, pero para nosotros fue intrascendente esa situación de que hayan o no sido bañados. Que bueno que los bañaron.

— ¿Y de la existencia de una bodega?

— Sí, en la parte sur.

— ¿Encerraban a los niños?

— Pero dime, ¿quién nos va a decir de una autoridad si efectivamente encerraban a los niños? Ninguno de los niños nos comentó.

En suma, para el tercer visitador las condiciones del albergue son las adecuadas. Dice: "Cuando menos está limpio, cuando menos tiene cortinas, cuando menos las camas están limpias, y las cunas igual. La comida se sirve bien, los platos están bien acomodados, las ollas están limpias, y las cucharas igual. No me metí al aspecto administrativo porque no me interesa".

— ¿Hay niños maltratados en el DIF?

— Sí, había una desnutridita, desatendida en su alimentación.

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