La ley del IMSS para el outsourcing
   Gustavo Leal Fernández
   El outsourcing pretende ser legalizado  en la repudiada reforma-Lozano de la Ley Federal del Trabajo.
   En 2008 el Salario Base de  Cotización del IMSS alcanzó 222 pesos diarios, mientras el grueso de lo  cotizantes, 66.5 por ciento, se ubicaba en el rango de 2 a 4 veces el salario mínimo. 
   En diciembre de 2009, Daniel  Karam declaró que el Instituto pretendía evitar la evasión y deslealtad de  empresarios que no cumplen con sus obligaciones: “trabajamos conjuntamente con  el SAT para identificar a aquellas que están teniendo un comportamiento desleal  con las que sí cumplen cabalmente con sus obligaciones. Una de las prácticas  más comunes es reportar al empleado con un sueldo más bajo del que realmente  gana”.
   Es  el caso de la industria de la construcción que busca (Reglamento de agosto 2008)  que los patrones informen sobre las obras en construcción y los trabajadores  que intervienen en ellas.
   Desde  julio 2008 la STPS,  IMSS e INEGI pactaron unificar datos laborales para configurar el “clasificador  único de ocupaciones”.
   Sin  embargo, para enero de 2009, fuertes presiones patronales habían conseguido frenar  en el Senado las reformas aprobadas por los diputados para regular la subcontratación  de trabajadores de abril 2008. Las modificaciones a la Ley del Seguro Social que obligaban  a las empresas a ser “responsables solidarias” hacia los empleados que les  prestan servicios por medio de contratistas, quedaron congeladas desde el 30 de  julio 2008. 
   Las  comisiones senatoriales se reunieron con el Consejo Coordinador Empresarial, cámaras  industriales, representantes de maquiladoras y de trasnacionales que operan en México,  donde expresaron “rechazo absoluto” a la minuta proveniente de San Lázaro, que  buscaba impedir que con la subcontratación, se permitiera mantener al personal  con salarios bajos, sin seguridad social ni Infonavit. 
   Argumentaron  que ella “acarrearía complicaciones, restaría competitividad a las firmas y las  llevaría a la quiebra”. Amenazaron con interponer amparos. Previamente, la Confederación Nacional  de Cámaras Industriales (CONCAMIN) había enviado una carta a los coordinadores  de PAN, PRI y PRD donde solicitaba “detener permanentemente” la minuta. 
   En  sentido contrario, autoridades del IMSS demandaron aprobarla en los términos de  la iniciativa del diputado cetemista Patricio Flores “ya que está encaminada a  la defensa de los derechos de los trabajadores” y solicitaban “poner un plazo  específico para dictaminarla”.
   Los senadores panistas Guillermo Anaya y José  Isabel Trejo, pretextaron no poder comprometerse a señalar “fechas fatales porque  luego se complican las negociaciones”. En diciembre 2008, ambos reconocieron  que “el tema se complicó y quedó pendiente hasta febrero de 2009. Los  cabilderos de los patrones habían hecho su trabajo materializando el pedido de  CONCAMIN de congelar la minuta. 
   Después,  el Senado recibió una resolución del Parlamento Latinoamericano para detener la  precarización laboral y regular los procesos de subcontratación e intermediación  laboral. “Ese esquema- añadió- prolifera en el continente y en la mayoría de  las naciones ha dado como resultado el deterioro de la seguridad social para el  trabajador”.
   Según  Patricio Flores, para 2009, la evasión de contribuciones fiscales y laborales  podría superar los 6 mil MP. Además de que, recurrir a  cooperativas, sucede cuando -a la quiebra de  una empresa- sus activos pasan a manos de los trabajadores, en sustitución de  una indemnización. Los trabajadores, al no tener la capacidad para administrar  y operar la compañía, otorgan estas funciones a un tercero, quien generalmente  en esa operación terminaba por quedarse con la empresa, y como consecuencia los  empleados dejan de percibir sus prestaciones, pues se les consideraba accionistas. 
   Lamentablemente,  el gobierno federal es uno de los principales contratantes bajo el esquema de outsourcing.
   En  abril de 2009 el, entonces, director de Recaudación e Incorporación del IMSS  reconoció que contaban 100 mil registros patronales con adeudos por el no pago  de sus cuotas obrero-patronales, lo que representaba la octava parte del total.
   Finalmente,  el 23 de abril, 2009, se votaron las modificaciones a la Ley del Seguro Social para  regular a las empresas subcontratadoras de personal y poner candados que eviten  la evasión de las obligaciones patronales ante el Instituto. El diputado Flores  Sandoval, reiteró que la legislación no pretendía acabar con las empresas de terciarización,  sino una regulación más eficiente. Al dictamen final, el senador panista Guillermo  Anaya le amputó la palabra “responsable solidario u obligado solidario”, pues  la “corresponsabilidad ya se prevé en la   Ley del Seguro Social, así como las sanciones. 
   La  propuesta inicial contemplaba también que tanto el patrón beneficiario como el empleador  directo presentaran información mensual   sobre los trabajadores contratados bajo el esquema, mientras el proyecto  final estableció que la información fuera presentada por la subcontratadora, de  manera trimestral y vía electrónica. Para Flores Sandoval, las modificaciones  de Anaya  “le quitaban dientes” al IMSS  para sancionar a las empresas que incurran en prácticas que precarizan el  empleo.
   Así,  siguiendo a la   Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano, la  responsabilidad solidaria de las empresas beneficiadas de los servicios de  “outsourcing” solamente se aplicará en caso de la que las prestadoras de  servicios incumplan con sus obligaciones de seguridad social. Ellas serán  entonces responsables de cubrir el pago de las cuotas obrero-patronales en caso  de que la firma prestadora de servicios no lo haga. Además, las firmas reportarán  trimestralmente al IMSS el número de trabajadores que laboran bajo la modalidad,  en lugar de la notificación mensual que proponía la iniciativa original. 
   Redacción:
   El presente  artículo del Dr. Gustavo Leal Fernández, profesor e investigador de la Universidad Autónoma  Metropolitana-Xochimilco, se publicó por primera vez en el periódico La Jornada el sábado 18 de  septiembre de 2010.
 
			 
		
